Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou mettre en ligne une autre image.
CAPÍTULO TRES el jarrón roto
+ 60 votos para continuar
JUNG LEEWON SE VIÓ CONLA terrible necesidad de sentarse a lado de Paulette, quien sonrió a su dirección como si nada hubiera pasado.
Al abogado podía jurar que aún sentía el filo del vidrio roto amenazando su garganta. Tocó la nombrada en busca de sangre o alguna herida.
Sintió líquido en sus dedos. Afortunadamente solo fue algo superficial.
Pero ahora la pelinegra no apartaba su vista del contrario, intimidandolo con solo su mirada.
──Entonces... ──aplaude Caesar interrumpiendo el momento──. ¿Qué tal si volvemos al asunto? ¿El café quedó hecho un desastre?
──Tú ya debes de saberlo. ──responde Leewon.
──¿Por qué lo sabría? ──se atreve a preguntar Paulette──. ¿Tan malo fue contigo?
Caesar sonríe con burla.
──¡Ambos están aliados con Zdanov...!
El abogado se calla de golpe, dejando la sala en completo silencio. Caesar toma la la mesa central un purito, prendiendolo desentendido.
──¿...No fueron ustedes?
──No sé, tal vez.
──Llegaste a esta hora haciendo un escándalo sin pruebas. ──habla Paulette cruzando una pierna sobre la otra──. Amenazaste a mi servidumbre y llegaste con las manos vacías... Cómo abogado deberías saber que acusar a un inocente sin evidencia es un crimen.
Leewon apretó sus manos sobre su pantalón, arrepintiendose internamente de sus palabras.
Los ojos azulados de Paulette fueron a dar a sus nudillos. Rojos y con sangre seca, había sido un abrupto despertar sin lugar a duda.
──... Entiendo, lo lamento mucho. ──habla Leewon con coraje──. La próxima vez vendré con evidencias.
Se levanta de su lugar, haciendo una muy pequeña reverencia hacia Caesar en modo de disculpa, quien expulsa el humo de su boca mirándolo con superioridad. Con Paulette hace lo mismo.
──Tenga cuidado por dónde pise, abogado Jung. ──avisa Paulette en modo de advertencia──. Puede haber vidrios por ahí.
──Oye. ──llama Caesar──. Cuando uso la violencia generalmente lo hago hasta que se le caen los tímpanos o le explotan las córneas... A veces mueren. Dime, ¿qué debería hacer contigo? ¿Dejarte ciego o romperte una pierna?
──Preguntaré lo mismo. ──responde el pelinegro con valentía──. ¿Te doy de comer a un león hambriento o te entierro vivo?
Paulette guarda su carcajada con ayuda de la palma de su mano.