Bonnie se llevó un buen rato llorando hasta que el agua empezó a cubrir su barriga. En ese momento sintió un abrazo detrás de él.
- dejame en paz.
- solo quiero hablar.
- yo no...
Foxy se acercó a sus mejillas, las acarició con su hocico intentando romper las defensas del conejo. Luego le susurró al oído: "Hay camaras por todo el hotel".
- ¿e-eh?
- nos vigilan, no puedo parecer sospechoso -dijo aún susurrando- actúa normal.
- dejame foxy, de verdad.
- solo estoy con ellos hasta que consiga suficiente información.
- info...
- -le tapa la boca con una mano- shh...
- ¿cual es el plan? -dijo susurrando-.
- seguir actuando, hoy iré a ver al jefe de la organización.
- ¿y si... Te matan?
- ¿estas preocupado por mí? creí que lo dejamos.
- Ahora no quiero hablar de nuestra relación...
- vale, entiendo.
- ¿que sabes?
- Esta organización trafica con fábulas.
- ¿¡que!?
- shh...
- lo... Lo siento... ¿a que te refieres?
- capturan fabulas moribundas, que no hayan conseguido triunfar o simplemente gente a la que ciudad fabula no presta atención. Cuando los tienen les "educan" para que no escapen y luego son enviados a Ariel. Ella se encarga de entrenarlos para ser buenos compañeros sexuales durante un tiempo y cuando terminan los venden.
- ¿trafican con todas las fábulas?
- Mayormente mujeres aunque también hombres y domestican a las fabulas animales como nosotros. Al parecer hay humanos a los que les gusta hacerlo con animales antropomórficos...
- Eso... Es un crimen muy gordo.
- sí... Pero es rentable ya que la policía no busca a las fabulas. He visto que en la organización hay humanos y fabulas.
- ¿como pueden hacer eso con los nuestros?
- no lo se...
- esto es malo...
- por eso no quise contarte... No puedo hablar ya que nos vigilan constantemente. ¿me... perdonas?
Los dos se quedaron callados, estaban cubiertos el agua que caía sobre sus cabezas y que llenaba la bañera hasta sus brazos. Bonnie se dejó abrazar por ese pelo rojizo que se había oscurecido por el agua, como si fuera sangre reseca, se dejó envolver por el olor de foxy, por su calor y sus palabras.
- sí... Te perdono -esto lo dijo en voz alta- te amo...
- yo igual -lo abraza con fuerza- ¿por que no vienes conmigo a ver al jefe de la organización?
- ¿eh? ¿puedo?
- sí, pero si intentas escapar nos mataran a los dos.
- entonces no intentaré nada.
- bien... Y bonnie...
- dejame adivinar... ¿sexo?
- ¿como lo sabes?
- noto tu erección en mi espalda.
- ¿y que tal? Sería una buena reconciliación.
- ¿prometes no volver a hacer estupideces?
- lo prometo... ¿que haría sin mi juguete sexual?
- aún puedo irme y dejarte solo.
- esta bien... Me callo.
Los dos salieron del baño unos 30 minutos mas tarde. Bonnie se había quitado la toalla atada a su cintura para secarse las orejas con lo que foxy respondió quitandose la suya y rideando a bonnie con ella para poder tirar de él hasta que ambos se quedaron cara a cara. La toalla de bonnie aún seguía en su cabeza tapando sus orejas y parte de su cara.
Foxy apartó el obstáculo y se acercó para besar a bonnie.
- no voy a dejar que nadie te vea desnudo.
- ya lo han hecho con nuestra sesión de sexo.
- allí era diferente, el agua servía de censura pero ya no estamos en el agua.
- ¿y vas a tenerme así siempre? -dijo acariciando el remolino de pelo rojo que se formaba en su pecho-.
- no -lo empuja en la cama y se pone sobre él- vistete.
- bien... ¿sabes que no llegaremos a ver al jefe si seguimos así?
- pues vistete rápido.
- sí.
Dicho esto ambos se vistieron y salieron de la suit. Subieron en el ascensor y bajaron hasta la recepción del hotel, allí les esperaba un hombre trajeado de negro que era su choffer. Los dos subieron a su limusina, despues de todo no tenían más remedio.
Ambos recorrieron en silencio los 40 minutos de ruta en la limusina, no pudieron ver el sitio al que iban pues lo cristales estaban tintados para esa finalidad. El único cristal sin tintar el parabrisas para que el choffer pudiera ver.
Finalmente entraron en lo que parecía una gran mansión a las afueras de la ciudad (no ha muchas mansiones en el centro.)
El choffer les condujo por el lugar hasta que finalmente llegaron a un despacho.
Este era una gran habitación con una alfombra roja que iba desde la entrada hasta un escritorio. A ambos lados de la alfombra se encontraban 2 guardias que sumaban un total de 4. Finalmente al otro lado de la mesa se encontraba una mujer vestida de negro y con dos cuernos del mismo color que sobresalían de su cabeza.
- encantada de conocerte Bigby.
- Me llamo foxy.
- oh... Sí, cierto. Lo siento, todos solemos llamarte Bigby ya que The Big Bad Wolf es un poco largo.
- Pues llameme foxy.
- lo haré, yo soy...
- Maléfica... -dijo bonnie-.
- ¿nos conocemos?
- tu no, pero yo sí... Goldie liberó tu cuento cuando yo era un novato.
- hmm... Hace mucho de eso.
- Demasiado.
- ¿que hace aquí?
- él es... Un ser querido.
- ¿el lobo feroz tiene seres queridos?
- ...
- sin embargo hiciste un buen trabajo trayendo la cabeza del leñador, puedo hacer una excepción.
- gracias señora -foxy miró a bonnie y efectivamente le devolvió la mirada como diciendo "¿pero que has hecho?" sin embargo solo suspiró y le dió unas palmaditas de apoyo en la espalda-.
- ¿sabes porque estas aqui Bigb... Foxy?
- no...
- Bueno, es innegable que has hecho un gran trabajo y que eres una de las fabulas mas poderosas de las antiguas fábulas. Sin embargo son las nuevas fábulas, las del siglo XX las que pueden ingresar en esta organización.
- ¿que quieres decir?
- Matadles.
