Jungkook se mantenía de pie junto a su ventana, la vista fija en el estacionamiento. Tratándose de convencer que no pasaba nada.
Pero cuando vio la figura de Taehyung salir del edificio, el corazón le dio un vuelco tan imperceptible como real.
Taehyung caminaba con su porte usual: elegante sin pretensión, la chalina envolviendo su cuello con un descuido perfectamente medido. Se detuvo justo en la acera, sacando su teléfono del abrigo mientras sus ojos barrían el asfalto, esperando.
Y entonces llegó.
Un auto negro de cristales ahumados se deslizó con suavidad entre los vehículos. Jungkook lo reconoció de inmediato. ¿Cómo no hacerlo? Ese coche había estado también el día que firmaron el contrato de colaboración. El mismo día que, frente a sus ojos, Gold había colocado una mano firme en el hombro de Taehyung como si reclamara propiedad a los ojos de Jungkook.
La puerta del pasajero se abrió desde dentro y Taehyung entró con naturalidad. Realmente desde la altura del edificio y por las ventanas oscuros no se podía visualizar con claridad cuando no hubo contacto visual, y ninguna complicidad evidente... y, sin embargo, la escena dolía.
Porque Jungkook recordaba cómo, años atrás, él mismo era quien iba por Taehyung al final de un día largo. En bicicleta, en metro, caminando bajo la lluvia. En ese tiempo, no había autos lujosos ni comodidades para él, pero había risas. Y Taehyung siempre lo esperaba con los ojos iluminados por algo que ahora ya no encontraba.
Gold bajó solo para cerrar la puerta por fuera. Luego rodeó el coche, volviendo al asiento del conductor y arrancó.
Haru entró a la oficina en ese momento, con una carpeta en las manos y una expresión neutra, como siempre. Pero al notar que Jungkook seguía allí, inmutable frente al ventanal, dudó antes de hablar.
-Director... ya firmamos los pendientes del evento de esta semana. ¿Desea que prepare el informe final?
Jungkook no contestó de inmediato. Su mirada aún seguía fija en el camino por donde el coche ya se había ido.
-Haru...
-¿Sí?
-¿Tú crees que las personas cambian... cuando eligen irse?
Haru parpadeó, sin haberse esperado una pregunta así, pero comprendía más de lo que aparentaba.
-Algunas cambian y otras solo se esconden... -respondió con calma.
Jungkook giró la vista de nuevo al ventanal, donde el reflejo de su propio rostro le devolvía una expresión que odiaba ver en sí mismo: vulnerabilidad.
Porque ese hombre con el que Taehyung se iba, aunque no lo amara, tenía ahora lo que él había perdido.
Y ni siquiera podía odiarlo.
Jungkook levantó la mirada, desconcertado cuando vio a Haru sentarse. Ella no solía sentarse, simplemente daba rápidos reportes cumpliendo con su trabajo.
-Tienes que dejar de hacer esto -dijo, sin rodeos.
-¿Hacer qué?
-Pretender que lo odias al ignorarlo cuando quieres hacer todo lo contrario—
Jungkook parpadeó. —No estoy fingiendo— respondió con un tono casi aburrido.
Haru soltó una risa seca.
-Claro que lo estás. A ti se te nota en los silencios, Jungkook. En cómo giras apenas el rostro cada vez que escuchas su nombre, en cómo contenías la respiración en aquella reunión donde estaba él, con su esposo de papel, como si eso no te molestara.
-No tengo por qué seguir hablando de esto—
-No tienes que hablar -dijo ella-. Solo tienes que dejar de castigarte. Él se fue, sí, de repente Taehyung tomó la decisión más egoísta y tú solo cerraste la puerta, lo enterraste junto con lo mejor de ti.
Jungkook apretó la mandíbula.
-¿Y qué esperas que haga ahora? ¿Que lo reciba con los brazos abiertos? ¿Que olvide que se fue sin decirme adiós como si todo lo que vivimos no hubiera valido nada?
—No— respondió Haru con una calma que contrastaba con la fuerza de su voz —Solo que seas honesto contigo mismo, porque la indiferencia no te queda, más bien te endurece y te aleja de todo lo que eras—
El silencio se quedó entre ambos, como una tregua silenciosa entre hermanos. Ella se puso de pie con lentitud. Luego, con una pausa, se inclinó levemente y dijo, antes de irse -Si alguna vez decides mirarlo a los ojos y preguntarle por qué... asegúrate de estar listo para escuchar lo que sea, porque a veces el dolor de una respuesta duele menos que la duda de toda una vida-
Jungkook abrió su boca queriendo decir algo más ninguna palabra salió. Haru lo vió y cambió de tema. -Entonces, ¿preparo el informe final? Porque ya obtuve las firmas del evento de esta semana-
-Sí, por favor-
-De acuerdo, volveré con el informe finalizado después- La mujer, tomó los documentos y salió de la oficina cerrando la puerta con cuidado.
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the truth; kooktae
RandomEl amor que Kim Taehyung asegura profesarle a Jeon Jungkook, ¿será más grande que su ambición por el dinero? Jungkook Top Taehyung Bottom M-preg (embarazo masculino) Contenido social (algunas imágenes referentes)
