Chapter-1 [Kidnapping]

Start from the beginning
                                        

—Hola, soy Valencia, tú... ¿eres nuevo por aquí? —Indagó de cierta manera insegura en lo que decía.

La observé de reojo, tenía una expresión que delataba nervios, su sonrisa temblaba intentando forzarla. Volví a la pantalla, desgraciadamente debería responder, tengo respeto a los demás, bueno, casi nada; si quiero respeto debo respetar, ese es el dicho. Aunque esto me costará dialogar con otra persona, un acto que me genera repulsión con tan solo pensarlo. 

—Trabajo aquí desde hace seis años. —Le respondí, sin siquiera verle a los ojos de manera cortante, ese era mi objetivo. 
—¿En serio? Nunca te he visto por aquí. 
—¿Y eso te importa? —Expresé con sequedad, desinteresado en la charla.

Realmente detestaba hablar con alguien, en especial si era una persona que hace relativamente poco se encontraba hablando a mis espaldas. Y por lo que veo, no seguí la pauta de respetar, es insignificante lo que indiqué antes. Si, lo sé, yo mismo me contradigo mentalmente y no le veo importancia. La mujer bajó levemente sus orejas caninas, tal vez en frustración. 

—Eh, bueno, este, de qué… ¿cuál es tu ocupación en la empresa? —Divagó rebuscando algún tema para continuar la conversación.
—Desarrollador de sistemas y páginas web backend. 
—Programador ¿no es así? —Intuyó intentando sonar segura.
—No, si soy electricista —Dije en un tono sarcástico.
 
Es insufrible conversar, ¿qué fin tiene socializar? Lo considero totalmente innecesario y mediocre, además, era desagradable la presencia de esa chica. ¿Es tanto pedir que se aleje de mi área? Tan fácil como arrancar una bandita.

— Je, je, bueno… yo, yo soy la coordinadora de un grupo de diseño. —Comentaba con un ligero temblor en su habla.
—Ahora entiendo por qué hablas tanto. ¿No tienes nada mejor que hacer? Digo, además de hacerme gastar saliva hablando.
—No… bueno, sí, pero…

Seguí observando la ventana del programa sin nada que hacer, era patético para mí mientras que ella le intentaba seguir a la parla.

—Oye, sé que no me conoces y todo, pero no sé si te gustaría, eh... estamos organizando un almuerzo para el mediodía y… ¿te gustaría ir y acompañarnos? —Proponía ya muy desconfiada de sí misma intentando tomar mi mano, a la vez que la apartaba por ese extraño comportamiento.

¿Comer con otra persona? No me considero alguien que la apetezca el compartir, ese concepto no es reconocido en mi vocabulario, causando que me pareciera hilarante su propuesta. De todas formas, iba a contestarle, pero nuevamente sucedió aquella transmisión. En una pantalla que ocupaba espacio en una de las paredes, se mostró al mismo sujeto anónimo, la misma música y el resto del monólogo. El bullicio y la confusión entre el personal se haría presente al instante, le siguieron el furor y el miedo que se volvería constante o peor. No me animo a decir que son bastante exagerados para que comiencen a desesperarse, pero como pesimista es muy pronto para que la sociedad colapse. En lo que iba, la suba de archivos dio por terminada su tarea, algo era algo. Desconecté mi netbook y traté de irme, por desgracia, fui reprendido por la misma mujer irritante de hace instantes.

—E-Espera, ¿no te preocupa esto? Bueno, olvídalo. Sé que es repentino, pero no quiero estar sola. ¿Quisieras que fuéramos algo? 

Me sostenía de la manga del buzo, ansiada por una respuesta desesperada y, con mi mayor honestidad y sinceridad, le contesté. Antes que todo, zafé mi vestimenta de su agarre.

—Por empezar, no me interesas; segundo: no quiero nada con nadie; tercero: realmente eres fastidiosa, al igual que desesperada por buscar tener algo con alguien de manera repentina. Y, finalmente: el mundo no va a decaer. —Numeraba indiferente a la chica de mechones blancos.
—¡Eres un imbécil! 

Programmer Code by DefsonicWTPWhere stories live. Discover now