Planta Cara!

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Si bien le había costado entrar, la dejaron solo al ver como unos vecinos pasaban y aprovechaban para mirar. 

- Chicas, dentro de unos días llega mi chico para que nos casemos y quería que estuvierais presentes. Tengo un vestido de princesa y yo misma he echo las figuras de regalo de cristal. Por favor, ir

- ¿Y quien es el afortunado?

- ¿Os acordáis de Sting?- las dos chicas se quedaron realmente sorprendidas- y pensaba en pediros ayuda...en unos días es mu boda y necesito que todos estáis ahí

- Lisanna, nos alegramos por vuestra boda, pero...- Levy intentaba ser cordial, no faltar ni el respeto ni el buen trato con el que intentaba llevarlas de vuelta, pero no sabía como. - Estamos muy bien aquí. No tengo a una pelirroja acosándome o el padre de Lucy...

- ¿de verdad os sentís libres? Sabeis que vuestra vida esta ahí, no a distancia como Erza...Nos conocemos desde la eso, se que no habéis cambiado a ser unas cobardes que huyen... Os dejó aquí las invitaciones... no me decepcionéis. 

Ella se marcho un tanto seria, algo que ya era una novedad y algo inimaginable viéndola vestida de la Aurora campesina. Ambas cogieron su debida invitación. La fecha era literalmente en unos días, por lo que, si querían ir, tendrían que darse mucha prisa. Usando el coche todo resultaba mucho más fácil, pero la pregunta era si realmente quería ir de vuelta y enfrentarse a todos los miedos y desenlaces que podrían ocurrir. 

¿Ellas eran unas cobardes?

La respuesta siempre sería no, pero no querían reencontrarse con esa sensación de ahogo, desesperación y obligaciones que no les correspondía. Plantar cara a todo parecía tan irreal, que se veían capaces de no ir. 

(Víspera de la boda)

- Tenemos que ir, Lu

- Pero Le...

- ¡ES SU BODA! La única a la que le ha sonreído la vida le esta yendo todo bien. Tenemos que apoyarla para que nada de su cuento de hadas se vuelva de pesadillas... Y quiero decirle a Gajeel que demonios pasa entre nosotros. Lucy, yo siempre lo he amado y no quiero que las cosas terminen por el acoso de alguien sin saber porque

- Pero Levy, tenemos el alquiler aquí, pagado por un tiempo, no tenemos ropa para la ocasión y... tienes razón, que demonios...

No sabían porque ese cambio repentino. Quizás, las palabras de su compañera fueron realmente fuertes, tanto que accedieron a todo aquello. Sabían que tenían que salir temprano y rezar por no armar un gran revuelo, tirar arroz y comer por la cara. ¡No tenían ni regalo! Revisaron una y otra vez la lista, hasta llegar a la conclusión de cogerle un objeto de la librería que ella puso en la lista. ¿Por qué no un sobre lleno de dinero? Fácil: no había tanto para eso. 

Cuando llegó el día, estaban realmente nerviosas, no sabían como actuar delante de la gente. Llegaron muy justas y al sentarse, se llevaron la sorpresa de su vida al ver que cada uno de ellos había trabajado sus votos, pero más sorprendía el vestido. Mirajane (quien encontró de forma casi milagrosa la forma de poder ir a la boda de su hermana) juraban que no era de una princesa, pero si de una serie que la había conquistado, y que la niña amaba realmente ese vestido "Nia". Durante la comida (quienes se dieron cuenta de como Lisanna había sido quien los había emparejado), se enteraron que el novio había llegado el mismo día que la novia se había ido vestido completamente de Stitch, a lo que los chicos quisieron echarlo hasta que no se quitara ese disfraz, pero él no quería hasta que su chica apareciera. 

-Mañana trabajamos, así que nos iremos pronto- soltó Lucy con mucho cuidado después de comer hasta el postre, para que, una persona en especial, no saltara a gritar- Dentro de una hora

- Para mi suficiente- dijo Gajeel llevándose a su novia a una parte un tanto alejada de la gente

Cada uno de ellos estaba realmente nervioso, pero el chico se armó de valor para poder hacer frente a todo aquello que llegaba. Finalmente le contó todos los puntos de esa vida tan asquerosa que había llevado, y le dijo que la chica ya no la buscaría más, pero eso no la relajaba en absoluto. Ella se sincero tanto como podía, explicando que no solo ella se encontraba mal por no saber nada de él durante todo ese tiempo, el ver como su amiga sufría con todo lo que estaba pasando en su vida, le decía que no podía volver, aunque siguiera tan loca por él como en la ESO (Algo que realmente le costó contar, bastante roja). NO sabían si tomarlo como una auténtica reconciliación, ya que en ningún momento cortaron, pero si una fase o crisis que acababan de superar. 

Pero Lucy no lo tenía tan fácil. Se negaba a contarle varias cosas, solo daba respuestas pequeñas y con una larguísima pausa, haciendo que el pelirrosa se hartara por momentos. Era un no querer continuo y peligroso. 

- Ahora se que no confías en mi, cobarde- Aquellas palabras de Natsu dolían como mil agujas en la espalda, pero debía admitirlas como parte del gran error que estaba cometiendo. 

- No puedo contarte nada hasta el día en el que resuelva mis problemas- Esas palabras no le llegaron, ya que estaba bastante lejos, mezclándose con la gente que quería aprovecharse de la barra libre de alcohol. Lucy no podía beber, ya que le tocaba conducir a ella, pero sentía unas enormes ganas de tomarse un trago largo de vodka. Solo para ver si podía quitarle todo ese peso de encima. 

Don't Stop Believin'Where stories live. Discover now