CAPITULO 8" todo el mundo me trata mal.

248 30 5
                                    

—digamos que una persona te quiere volver a ver.

—¿una persona me quiere volver a ver? —lo miré confundida.

Bien, eso significa que me ha visto, ¿por qué después de un año quiere volver a hacerlo?, desde la muerte de mis papás no he visto a nadie en particular conocido.

—lo siento, la obra es muy importante para mi, tendrá que ser otro día, Jayden. —respondí lo mas normal y tranquila posible, no tenía ganas de discutir hoy.

—de acuerdo, entonces largate —murmuró lo suficiente alto para escucharlo.

—¿qué acabas de decir? —fruncí el seño mientras ladeaba la cabeza.

—¡QUE TE LARGUES!, maldita sea, si no quieres faltar a tu estupido ensayo entonces vete.

Su grito me sobresalto e hizo que me quedara paralizada por un momento.

«no llores… »

Oh, claro que NO lo haré.

Lo miré unos segundos directo a los ojos.

Tomo una gran bocanada de aire y pienso mis palabras. —oye tranquilizante un poco, ¿quieres?, para empezar tu me hablaste hace un momento de responsabilidad e intento ser responsable. En segundo lugar, tu me metiste a ese taller.
por ultimo... Antes tengo que comer ¿de acuerdo? Y no me hables de esa manera.

«muy bien »

Sus ojos se cierran con fuerza, algo frustrado y aprieta sus puños.

—no hay nada para comer, tenemos que ir de compras, si quieres… —su voz sonó algo más tranquila y supongo que lo de hace un momento fue algo de meditación para tranquilizarse.

—¿tenemos?, solo ve tú, no se me apetece salir a comprar contigo.

Si, no tengo ganas de salir con el, tal vez es algo grosero mi comportamiento pero no me importa.

«te estás comportando como él »

—solo tomo mi cartera y nos vamos, ve subiendo al auto.— contestó como siempre ignorando lo que yo había dicho.

—oye pero yo... —protesto y hace caso omiso mientras se va a no se donde, en busca de su cartera.

—listo la encontré, vámonos —espetó serio mientras se aproximaba a la puerta para salir.

***

Estamos en el súper, así es, al final le terminé acompañando.

—deberías comprarme un auto, siempre tengo que usar el autobús.

—¿ah si? Y ¿que auto quieres?

—¡UN FERRARI! —chillé, mientras que con mis manos formaba un volante imaginario y sonidos de motor con mi boca, solo intentaba relajar un poco las cosas.

—y es por eso que no te lo compro.— se encogió de hombros.

—ay, solo jugaba… Que malhumorado —susurro lo ultimo y el se da cuenta.

Meto mis manos en los jeans que llevo puestos, ya que hacia frío debido al aire acondicionado del súper.

—no somos millonarios como para comprarte un auto, sobre todo uno tan caro. No tienes edad y no sabes manejar —dice con un tono bastante molesto a mi parecer.

—¿a los cuantos años tuviste uno tú?

Nos dirijiamos al pasillo de pastas, mi hermano llevaba el carrito y yo iba a su lado.

Soy real, no perfecta.Where stories live. Discover now