cincuenta y seis.

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Se estaban besando y ninguno de los dos se lo creía. Además de que si hablamos que fue ella la que tomó la iniciativa.

Louis podía sentir aquellos labios que tanto estuvo deseando desde hace un largo tiempo. ¿Era posible sentirse tan feliz? Porque Louis lo estaba. Sueños que había tenido sobre su primer encuentro, sobre su primer beso con Julie, no superaban a lo que estaba viviendo justo ahora. Los labios de Julie eran tan cálidos y deliciosos, tan adictivos, que Louis tuve que enredar sus dedos en el pelo de ella para acercarla más y así hacer el beso más profundo. Era el paraíso poder estar besándola.

Mientras tanto, Julie saltaba de la emoción en su mente. Esperó una eternidad para disfrutar aquello y sentía que cada minuto que esperó ahora valía la pena. Las estrellas eran testigos del amor que se transmitían. Cada vez que se apartaban era para tomar aire, pero enseguida volvían a unir sus bocas para continuar con lo mismo. No querían que terminara.

Fue Louis quién se separó primero, abrió los ojos lentamente y la observó detenidamente. Ella tenía aún los ojos cerrados, saboreando el beso que sentía que se había quedado tatuado en sus labios. Lucía malditamente hermosa a la luz de la luna y Louis se sentía tan afortunado de tenerla justo enfrente. Se sentía tan afortunado de tan solo haberla conocido. Su cabellera castaña se movía al compás del viento, despeinándola lo suficiente para verse mucho más hermosa.

Con su mano, acarició la mejilla de la chica, en donde anteriormente había caído un par de lágrimas pero que ahora ya no había rastro de ellas. Ya había abierto los ojos y ahora se miraban uno al otro, admirando la belleza del contrario.

Julie sonrió por el tacto de Louis, disfrutaba cada gesto que él hacía hacia ella, era increíble que detrás de la fachada de chico malo que anteriormente él cargaba, ahora solo se haya convertido en ese chico tierno y cariñoso. El ambiente era callado, nadie hablaba y nadie emitía ningún sonido mas que sus respiraciones de ellos. Los sonidos se mezclaban con el aire fresco de la noche y hacían una bella melodía tranquilizadora para ambos.

Él se recargó en el poste del porche, en donde todo este tiempo estuvieron sentado, y con cuidado la hizo recostarse alado de él. Fue como si se comunicaran con la mirada, sin necesitar del habla porque, por experiencia, sabían que no eran buenos en eso así que todo se lo dejaban a sus pequeñas acciones de esa noche. Continuaron besándose, disfrutaron el tiempo en el que pudieron estar juntos, sin interrupciones.

Fue alrededor de la media noche cuando Julie se levantó seguida de Louis, sacudió su vestido y con una mirada apenada, se despidió.

—Debo entrar. Mis padres no están pero seguro mi hermana vendrá en cualquier momento para hacerme entrar —empezó a jugar de nuevo con la falda del vestido.

—Entiendo... —sonrió. La sonrisa se borró enseguida que vio en qué estado estaban las flores que le había llevado a Julie—. Lo siento —se disculpó, extendiéndole el ramo.

—Oh, no te preocupes —las tomó sin darle importancia de lo muertas que ya estaban. Para ella ya era un logro que Louis le haya llevado flores.

—Bueno, descansa, Julie —se acercó torpemente, no sabía qué hacer exactamente. ¿Debía besarla de nuevo o abrazarla? ¿Era mejor darle la mano o solo despedirse con un gesto de la cabeza?

Julie le ayudó un poco y se puso de puntillas para darle un pequeño beso en la mejilla.

—Gracias por esta linda noche, Louis... Creo que jamás me sentí tan feliz. —y entró a su casa.

Realmente no esperaba una respuesta de Louis, entendía que era nuevo en relaciones, al igual que ella, pero también entendía que a veces para chicos como él, se les podía hacer más difícil.

Louis sonrió como un idiota pero una luz muy brillante que se prendió y apagó, lo hizo ponerse alerta. Había sido como un flash de una cámara. Miró entre la oscuridad, sin embargo no alcanzó a ver a nadie. Un ruido se escuchó entre los arbustos y corrió hacia allá para atrapar a algún acosador infraganti. Lanzó una patada a los arbustos y un gemido de dolor se escuchó.

—¿Qué mierda te pasa, Tomlinson? —la voz de Harry se alzó ante el silencio de la noche.

—¿Harry? —preguntó sorprendido el bajo.

—Pues ni modos que Patch Cipriano —dijo con sarcasmo.

—¿Patch qué? —miró extrañado a su amigo.

—De Hush Hush —el ceño fruncido de su amigo le dio a entender que no sabía de qué hablaba—. ¿Novela romántica entre ángeles caídos y Nefilims? —Louis negó nuevamente—. ¿Nora Grey? —intentó de nuevo.

—¿Qué es lo que lees, Harry? —Miró raro a su amigo—. Hablaré con Ashley seriamente con que no te deje leer cosas de niñas —le golpeó levemente su hombro.

—Pero si no son...

—Sí son cosas de niñas, Harry —Niall salió entre los arbustos, asustando a Louis.

—¿Cómo...? ¿Qué hacen aquí? —preguntó fastidiado.

—¿Ya nos vamos? —la voz de Zayn a espaldas de Louis lo espantó nuevamente.

—¡Diablos, chicos! —Puso su mano en su corazón—. Me darán un infarto. ¿Qué mierda hacen aquí los tres? ¿Quién más esta? ¿A Batman? —preguntó también sarcástico.

—Claro que no, Louis, él está salvando Ciudad Gótica —dijo Niall como si fuera la cosa más obvia del mundo.

—¿Si sabes que es un personaje de un comic, no? —Harry miró a Niall serio.

—Sí, obvio.

—Y que no existe, ¿verdad?

—¡Cállate! ¡Batman sí existe! ¡Zayn, dile algo a Harry arruina infancias! —lloriqueó el rubio.

—Harry, deja al niño —fingió reñir a Harry.

Niall le enseñó la lengua al castaño en forma de burla. Él solo rodó los ojos.

—Ya, díganme qué hacían aquí y luego escondidos entre los arbustos —Louis cruzó los brazos en su pecho.

—Niall quería fotos de Lulie —Zayn habló cansado—. Íbamos a ir a jugar bolos pero él insistió en venir, luego hizo berrinche en la calle y tiró el helado que le compré... Niall, ¿estás seguro que Hannah no te la inventaste? —Niall rió a carcajadas.

—No, ella es mi novia. Una muy guapa, mejor que la de ustedes —sonrió triunfal—. Hablando del amor de mi vida, regresa en dos semanas —se puso colorado mientras sonreía—. Ya la extraño —fingió quitarse una lágrima.

—¿Y si nos vamos ya? —Propuso Louis—. Es tarde y no le avisé a nadie a qué hora llegaría —todos asintieron y caminaron al auto de Louis.

—¿Dónde dejaron su auto? —preguntó cuando esperaron a que él se subiera al suyo.

—Aquí a la vuelta. Nos vemos mañana en tu casa, descansa amigo, y felicidades —Zayn le guiñó el ojo.

Esa noche Louis, Julie y Niall durmieron sonriendo ya que por fin los tórtolos estaban juntos y Niall por fin tenía una foto de ellos besándose en su teléfono.

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aSDFGHJ ESTA VEZ ESTUVE UN POCO INSPIRADA ¬u¬ 

¡Preguntas!

¿Cómo les gustaría un beso con el Lucho? ¬u¬

¿Les gustaría que al final de la saga, haga un Pregunta y Respuesta con los protas?

PD: Estaré dando consejos de escritura y para elaboración de portadas en el libro de "Retos... y más" por si quieren pasarse :')



JuliePink » Louis T. (#4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora