♡•P͜͡e͜͡q͜͡u͜͡e͜͡ñ͜͡o͜͡s͜͡ M͜͡o͜͡m͜͡e͜͡n͜͡t͜͡o͜͡s͜͡ D͜͡e͜͡ A͜͡m͜͡o͜͡r͜͡•♡

𝗫:𝗚𝗼𝗼𝗱 𝗟𝘂𝗰𝗸, 𝗕𝗮𝗯𝗲

Una nueva canción comenzó a sonar en el bar. Sin dudarlo más se atrevió con su determinación de siempre, se levantó de su asiento y tomó a la de largos cabellos rubios para comenzar a bailar, ella desconcertada, pero de cierta forma también animada le siguió la corriente.

Meneaban y juntaban sus cuerpos de una manera en la que cualquier persona con dos dedos de frente notaría la tensión que ambas tenían.
La azabache abrazaba su cadera en ese baile, mirando hipnotizada la sonrisa de la más alta que se movía de manera alegre y sensual.

Su ojos se encontraron y Sanji, dudosa, fue acortando la distancia entre ellas, pero deteniéndose antes de que sus labios se unieran, continuando el baile con menos química, y esquivandole la mirada.

Monkey bufó impotente, empujando con fuerza las caderas ajenas para unirse en un abrazo deteniendo todo el movimiento de sus cuerpos, para dejar caer su cabeza sobre el hombro blanquecino.

-No quiero que esto termine, pero tú no quieres llamarlo amor-Habló sintiendo los dedos de la contraria acariciar su corto cabello negro con delicadeza-. Solo quieres ser aquella a quién llame "cariño"-Levantó la cabeza, mirandola con dolor en los ojos.

Pudo ver el mismo dolor en los ojos azules. Luffy sabía leer a las personas, sabía que Sanji se estaba aguantando las ganas de corresponderle su amor.

-Lu...tan solo piensa en qué dirían los demás, yo...yo no puedo-Fue interrumpida.

-¿No puedes? Poder y querer son cosas muy distintas, Sanji-La rubia bajó la mirada ante sus palabras-. Está bien, no hay problema. Puedes decir que no somos nada como en el baño, pero sabes muy bien la verdad-Deshizo el abrazo volviendo a su lugar.

Mientras ella se quedó allí parada viéndola irse.

Se sentó y ahora el peli verde no estaba. Miró a su amiga y esta señaló dónde estaba Roronoa besándose con pasión con el hombre que había estado mirando. Suspiró y dejó caer su cabeza contra la mesa.

-El amor es una mierda eh-Escuchó a la mayor y la observó para asentir.

Nami era atenta, siempre estaba despierta y observaba todo.

-La primera vez que estuve con una chica tuve el mismo problema que tú-Confesó mirando perdida su vaso de cerveza casi vacío antes de agregarle más bebida-. Las mujeres son complicadas Luffy, cuando se trata de amar a otra a muchas no les gusta aceptarlo-

La menor la escuchaba mirando fijamente la mesa, su corazón le dolía y sabía que su amiga tenía razón.
Incapaz de dejar de ver a la rubia que tanto amaba levantó la vista y la vió besándose con un tipo ojeroso, horroroso a su parecer.

Sintió sus ojos humedecerse y picar, quería llorar tanto. La contraria le sobó la espalda y le recostó la cabeza en su pecho, comprendiendo su dolor.

-No es justo-Murmuró entre sollosos. Otra vez se torturó a ella misma y observó a la chica besando a un rubio, más tarde bailando con un peli negro que se veía mucho mayor que tenía todo el cabello hacía atrás, y poco después la vió siendo manoseada por un alto hombre de cabello granate.

Y así siguió por horas viendo con lágrimas en los ojos como la chica que le gustaba bailaba y se besaba con casi todos los hombres del bar.

Sin soportarlo más salió del lugar. Necesitaba un poco de aire, y también un poco de amor. Un poco de amor de Sanji.

Quería terminar todo aquello, ya no podía más con el dolor de su corazón.
Salió a la calle y soltó todo el aire que no sabía que estaba reteniendo, dejando caer sus lagrimas que brotaron de a montones.

De repente escuchó que la puerta detrás de ella se abría nuevamente, al voltear se encontró con la dueña de sus sueños y sus tormentos.

-Luffy...-Susurró acercándose con intención de abrazarla pero la menor se alejó.