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Luffy poco a poco fue abriendo sus ojos negros, fastidiandose con la molesta luz de sol chocando de golpe con su pobre vista. Giró su cabeza en contra de la luz, y sus pupilas se agrandaron de gran manera al ver una silueta que él denominó como un ángel frente a él.
-¡Luffy!-Llamó aquél rubio de ensueño acercándose con una bella sonrisa a él-. ¡Law, finalmente se despertó!-
En eso un ojeroso con bata blanca llegó junto a ellos. Luffy se sentó con cuidado y jadeó al sentir un punzante dolor en su cabeza. Examinó el lugar en el que se encontraba y se exaltó levemente cuando un grupo de adultos jóvenes entró escandalosamente a la habitación.
-¡Luffy!-Exclamó alegre un peli negro narizón.
-Pedazo de idiota, estás bien-La sonrisa aliviada de la mujer de pelo naranja hacía contraste con su anterior insulto.
Todo el grupo recién ingresado lo rodeo y bombardeó de preguntas, insultos y otras cosas que confundían aún más al Monkey, pero él prefirió no darles atención, pues el ángel rubio que por alguna razón tomaba su mano se veía más interesante.
Aquel hombre captó su total atención con sus bonitas cejas onduladas y ojos azules cual océano. Ese joven sin duda era un ángel, que muy probablemente venía a llevarlo junto a él al cielo. Luffy más que encantado iría hasta al infierno si ese bonito rubio lo acompañaba.
-Oye tonto, te estamos hablando-Un chico peli verde lo sacó de su burbuja tirándole la oreja.
El moreno se quejó y lo miró mal ¿Quién se creía que era?
-¿Qué te pasa? ¿Quién eres? ¿Dónde estoy? ¿Tienen comida? Muero de hambre-Un silencio y miradas raras fueron las respuestas que recibió el joven.
-Mugiwara-ya ¿De casualidad recuerdas lo qué te pasó?-Preguntó el que aparentemente era el doctor con pintas de tener adicción a las sustancias ilícitas.
Luffy simplemente negó, volviendo a centrar su mirada en el rubio con atrayente aroma a comida.
-Quedaste atrapado en medio del incendio, lograste sacar a todos los niños atrapados pero tú quedaste entre los escombros. Tus compañeros pudieron sacarte a tiempo-El lindo oji azul le explicó con el ceño fruncido. Luffy pensó que se veía bien incluso enojado.
-Oh, que bien. ¿Cómo te llamas?-El peli negro no le tomó importancia a aquella información.
Todos se vieron con confusión nuevamente. Algo andaba mal.
-¿Recuerdas tu nombre?-El doctor volvió a hablar.
Luffy solo podía pensar en lo molestos que eran todos, excepto el rubio sexy. Su presencia no le molestaba en absoluto.
-Ehh, me llamo ¿Luccy?-En ese momento comenzó a interesarle su confusión.
¿Cuál era su nombre? ¿De qué incendio hablaba el bonito chico?