Capitulo 3

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MARY

Seis meses habían pasado desde que Jake y yo decidimos enfrentar al mundo juntos. Aunque la prensa había bajado un poco la intensidad, aún había comentarios y miradas curiosas cuando salíamos. Pero lo que realmente importaba era que estábamos bien, felices en nuestra pequeña burbuja de libros, música y risas compartidas.

Esa tarde, estaba en su departamento. Jake había salido un momento a comprar café, y yo, sintiéndome cómoda en su espacio, comencé a tararear una canción que tenía días rondando en mi cabeza. No me di cuenta cuando mi tarareo se convirtió en palabras y mi voz llenó la habitación.

"So I'ma love you every night like it's the last night

Like it's the last night

If the world was ending, I'd wanna be next to you

If the party was over and our time on Earth was through

I'd wanna hold you just for a while and die with a smile

If the world was ending, I'd wanna be next to you"

Me dejé llevar. Cerré los ojos y dejé que la melodía fluyera. La canción Die with a Smile de Lady Gaga y Bruno Mars tenía algo tan crudo y hermoso que me erizaba la piel cada vez que la escuchaba.

Cuando terminé el estribillo y abrí los ojos, me encontré con Jake en la puerta, sosteniendo una bolsa de café y mirándome como si acabara de ver un milagro.

—No tenía idea de que podías cantar así.

Sentí cómo mi cara ardía. —¡Jake! Me asustaste.

Él dejó las cosas en la mesa y se acercó. —Mary, eso fue increíble. ¿Por qué nunca me dijiste que cantabas así?

Me encogí de hombros, incómoda. —Porque nunca pensé que fuera algo importante. No soy una cantante. Solo... me gusta cantar.

Él se río con incredulidad. —No, Mary. No es solo que te guste. Tienes una voz preciosa. No sé cómo lograste ocultarlo tanto tiempo.

Me senté en el sofá, todavía procesando su reacción. No pensé que fuera la gran cosa. Cantar siempre había sido algo privado para mí, algo que hacía cuando estaba sola o con mi familia. Pero para Jake, la música era su mundo.

—Escucha... —se sentó a mi lado, tomándome de la mano— ¿Te gustaría cantar conmigo? Una colaboración. Solo nosotros dos. Imagínalo, Mary. Tu voz y la mía. Sería mágico.

Mis ojos se abrieron con sorpresa. —¿Estás hablando en serio?

—Más que nunca.

Mi corazón latía a mil por hora. Cantar con Jake. La idea me emocionaba, pero al mismo tiempo, el miedo se instaló en mi pecho.

—Me encantaría, pero... —bajé la mirada— me preocupa lo que puedan pensar tus fans. Sabes cómo son algunos. No quiero que esto se convierta en otra excusa para atacarme o hacerte quedar mal.

Jake frunció el ceño. —No me importa lo que piensen. Lo que importa es lo que tú quieres. Si te sientes cómoda, si te hace feliz, eso es lo único que me interesa.

Suspiré. —Lo voy a pensar. ¿Está bien?

Él sonrió y me besó la frente. —Está bien. Pero prométeme que no dejarás que el miedo decida por ti.

Asentí, aunque aún sentía un nudo en el estómago.

Jake seguía mirándome como si acabara de descubrir algo mágico en mí. Su emoción era evidente, pero yo solo sentía el peso de los recuerdos que se arremolinaban en mi pecho.

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