Capitulo 7

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Maraton 1/3

Sentia como iba recobrando el reconocimiento poco a poco, podia sentir el peso de mis parpados al quererlos abrir inmediatamente, pero no eran nada comparado al dolor que sentia en mi cuerpo, era como si hubiese cargado mas de media tonelada de algo muy pesado, abri los ojos de a poco mientras me adaptaba a la luz que atravieza las ventanas que habia en la habitacion.

Miro a mi alrededor, esta definitivamente no es mi habitacion, esta mas decorada y con mas muebles, la mia es mucho mas simple. Debo saber en donde estoy. No recuerdo nada de lo que paso, lo ultimo que se es que estaba en la habitacion con sumire, comenze a sentirme mal, sali por un poco de aire y.... nada, esa parte esta en blanco.

Me levanto de la cama rapido para salir de alli, pero una vez levantada, me siento diferente, me veo ¿Y mi ropa? ¿donde estan mis muñequeras? me palpo la parte baja de mi espalda, no traigo mi sinturon por lo tanto... ¿y mi navaja?, ¡¿Porque no tengo mis cosas?!. Traigo puesto un vestido para dormir...rosa, camino hacia un espejo, estoy un poco palida, casi ni se nota y mi cabello esta suelto pareciese triste y sin vida, esto definitivamente no es mio.

¡¿Donde estan todas mis cosas?!

Doy otra mirada al rededor del lugar en busca de lo mio, pero no hay nada, hasta que veo algo en una comoda grande, es mi navaja que alivio, pero algo mas es lo que en realidad llama mucho mas mi atencion, al lado de un jaron con flores, es una pequeña fotografia, la tomo para verla mejor.

Son los chicos, todos ellos, parecen felices...

Entonces si traigo este vestido y a juzgar por la habitacion y esta fotografia, con temor a equivocarme diria que estoy en el cuarto de felicita.

Intento reprimir la risa pero me es imposible, ¿ese es nova? se ve mucho mas pequeño de a como es ahora, casi es del mismo tamaño que felicita, y todos los demas, se ven diferentes ahora pero no tanto como para decir que esta fotografia es de hace años, a lo mucho uno o dos.

-Ya desperto- pego un brinco del susto.

Tomo lo primero que esta a mi alcance, volteando a ver a quien podria ser mi posible agresor.

-Quien eres?- es una sirvienta -Donde estan mis cosas?- digo rapido apuntandola con mi navaja.

Apenas ella piensa contestarme llegan otras dos sirvientas mas grandes que ella, empiezan a preguntarle porque tanto escandalo, pero ellas mismas se contestan al verme sorprendidas, comienzan a hacercarse despacio a mi, vuelvo a hacerles la misma pregunta, pero no lo consigo, comienzo a sentir un dolor en mi cabeza tan fuerte que suelto mi navaja llevandome ambas manos a mi pecho tratando de sostenerme de pie.

¿Que esta pasandome?

No me puedo sostener mas, mis piernas comienzan a fallarme, pero antes de caer al suelo siento como me sostienen un par de brazos, son ellas.

Las miro e intento decirles que no necesito su ayuda, pero estoy tan cansada que no dicuto cuando me llevan devuelta a la cama. Una vez me dejan en paz con tantas preguntas de como me siento o si necesito algo mas se van al fin.

Deverias dejar de ser tan grosera.

Volteo a ver a todos lados en busca de aquella voz, estoy segura de que la oi, se de quien es incluso, busco desesperada pero no la veo.

Templanza... eres tu?-digo con cutela en voz baja para que nadie me escuche.

Cuando aprenderas a tratar a la gente, dime.

Donde estas?- digo ignorando su comentario anterior.

En tu mente pequeña.

La storia della arcana famigliaWhere stories live. Discover now