Capitulo 3

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El lugar si que es inmenso, no fue mucho problema saber donde viven estas perosonas, basicamente lo unico que hice fue seguir a un pequeño grupo de gente que iba vestidos iguales, sin que se dieran cuenta pude llegar hasta aqui.

No sera ningun problema entrar, solo hay dos guardias y el muro de la entrada es enorme, pero podre con eso.

Estoy escondida en la copa de un arbol, la verdad no estoy muy segura de lo que estoy a punto de hacer, pero ya no hay vuelta atras. Me pongo la capuca de mi chaleco negro ocultando perfectamente mi rostro, ajusto mis muñequeras y el cinturon con lo que podria necesitar si surge algo imprevisto.

Los guardias estan distraidos, asi que es mi oportunidad, utilizo a la ermita para volverme invisible y salto del arbol logrando colgarme del muro y atravezarlo, me vuelvo a esconder al escuchar pasos hacia mi, eran solo un par de guardias iguales.

Una vez los pierdo de vista salgo de mi escondite y al no encontrar a nadie mas me apresuro a correr a donde creo es la entrada de la gran mancion que tengo enfrente. No me pasa desapercibido que en medio del lugar hay una gran fuente con la escultura de una chica con dos coletas largas.

Al parecer es la chica de los amantes y la rueda de la fortuna.

No me distraigo mas y entro al lugar, no hay nadie asi que desido dejar de usar mis poderes, paseo poco a poco por la entrada, este lugar es inmenso. ¿Como podre encontrarlos?, ¿Como los convencere de que me ayuden?.

-Quien eres?- suena una voz femenina detras de mi alertandome rapidamente.

Me giro para poder verla mejor, es la chica de antes. me mira de ariba a abajo, mientras saca de su espalda un par de cuchillos tomando posicion de ataque, esto esta mal, no puedo perder el tiempo peliando con ella. Hago lo mismo y me posiciono en forma de ataque.

-Te pregunte ¿quien eres?- dice seria

-Necesito hablar con Mondo- digo. Acto seguido ella me mira curiosa avanzando lentamente hacia mi.

Doy unos cuantos pasos hacia atras, hasta que el silencio que teniamos entre nosotras dos se ve interrumpido por la conversacion de alguien, mira detras de mi pero no deja su postura, siento quienes son. Son exactamente todos ellos, se puede sentir la tencion en el aire pero ninguno se hacerca, se que me an reconocido porque se an ido corriendo a resguardar a la peliroja.

Todos han sacado sus armas, rio sin ganas y solo los observo, dejo mi posicion y me encamino a las escaleras dandoles la espalda.

-Detente- La muerte.

Me giro y todos estan algo desconcertados pero no dejan de verme, suspiro pesadamente y los encaro.

-Esto no tiene que ver con ustedes. Estoy buscando a Mondo y Sumise, no estorben- digo y los vuelvo a dejar, pero ellos no me dejan.

-Que quieres de "papa" y "mama"?- dice la muerte de nuevo.

-Son viejos asuntos sin resolver- digo seca -No se metan en mi camino, le pondre fin a esto.

Comienzo a cominar denuevo a las escaleras, escucho como me llaman pero los ignoro.

Liberta es el primero en querer atacarme con su espada, no lo resisto mas, coloco mis muñequeras delante de el haciendo que de estas salgan dos cuchillas de ellas impactando contra la espada de este.

-Les dije que no estorben- Susurro.

Uso mi propia fuerza dandole una patada separandolo de mi, lo vuelvo a hacer y cae de bruces al suelo. Pero no termina ahi, cada uno comienza a atacarme mientras yo los esquivo, no se en que momento uno logro hacer que perdiera el equilibrio y impactara contra el suelo, eso fue lo que mas me molesto, me levanto rapidamente y desido ponerle fin a esto, pero en eso llega mas gente de la arcana rodeandome junto a las escaleras.

La storia della arcana famigliaWhere stories live. Discover now