Alma Lunatti es la hija de Cayetano Lunatti, un importante juez de Argentina. Por lo que siempre anda rodeada de guardias y lleva una vida bastante complicada desde que su mamá falleció.
Su padre desde ese entonces, la presiona con él colegio queri...
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Miró hacia sus lados, pero no había nadie, ignoro por completo los gritos del colombiano, y echo a correr como pudo. Mientras que detrás de ella sentía las pisadas fuertes del colombiano.
Sus piernas apenas respondían por estar acostada, o sentada tanto tiempo. Mientras corría con desespero, se encontró envuelta en una carcel vacía, abandonada.
Barrotes rotos, rejas en el piso, mucho pasto, un olor horrendo, pero también sintió voces a lo lejos de varias personas.
En un momento se dió la vuelta, pero James ya no estaba detrás de ella, así que se metió entre los tantos pasillos sin saber que tanto se alejo, y se apoyo en la pared para tomar aire.
Tenía que salir por ella misma, no sentía que su papá la iba a ayudar, si el mismo fue el que se alejo de ella.
El colombiano, sin querer hizo ruido con una reja que estaba a solo metros de ella, por lo que se dió vuelta para ver, y ahí estaba.
Alma comenzó a correr de nuevo, sintiendo las pisadas más fuertes, hasta que fue levantada por el aire por los brazos de James, y cuando quiso gritar, el le tapó la boca.
La rubia pataleaba sin parar, gritando sabiendo que no iba a poder ser escuchada, y Colombia solo pedía que se calme, y que dejara de moverse.
Entraron de nuevo a la pieza, Alma a ese punto ya estaba derramando lágrimas por la impotencia, y por el sensible tema que tenía por su papá, quien se estaba demorando en ayudarla.
James tuvo que dejar de taparle su boca para cerrar está vez la puerta bien, y Alma comenzó a gritar por ayuda, como si alguien la escuchará.
---- ¡Ayuda, Ayuda!.
---- ¡A ver pues, cállese!.
Cómo no podía controlarla por todo los movimientos que hacía, decidió llevarla hasta la cama y tirarla hacia allí, para agarrar sus brazos y no se moviera más con su cuerpo encima.
---- ¡Cállese pues! ---- le gritó, y Alma dejo de gritar, pero lo miró con odio. ---- ¿¡Por qué se escapa así, ah!?
---- ¿¡Y por qué crees!?. ---- respondió mirándolo desde abajo. ---- ¡No quiero estar acá!.
---- ¡Pero no sé puede escapar así morochita! ---- levanto la voz. ---- ¿¡Quiere que nos metan un pepaso a los dos juntos!?. ¿¡Eso quiere!?.
---- ¡Si! ---- respondió firme.
James nego con la cabeza, frunciendo su ceño, y con la respiración pesada. Todavía firme al agarre de los brazos de Alma para que no se moviera.
---- Soltame. ---- pidió retorciéndose en la cama. Pero el colombiano era más pesado. ---- Soltame por qué grito.
---- ¡No!. ---- respondió firme, acercándose a su rostro. ---- No la voy a soltar, y tampoco voy a dejar que le metan un pepaso por su culpa. ---- la señaló con el mentón. Los dos tenían la respiración agitada por correr, por lo que sus pechos subían y bajan. ---- Pase un año pensando que estaba muerta, y ahora que la tengo. ¿Usted piensa que voy a dejar que me la maten?.