Capítulo 2 Me Salvaste, Idiota

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Capítulo 2 Me Salvaste, Idiota

Mientras me mantenia en búsqueda y marcha el semáforo marcó luz roja, debía detenerme. Frené de momento y me volteé como por décima vez a verificar a la chica, podía escuchar su leve respiración ante el silencio que se presenciaba en el auto. Estaba a pocos minutos de llegar a un hospital que había encontrado gracias a mi GPS pero mi auto de la nada se detuvo. 

Mierda!  ¿Por qué ahora?

Me habia quedado sin gasolina. Me bajé del auto furioso y me paré frente a  él...me quedé mirándolo fijamente...

-Eres un tonto auto. –grité pateándolo.- Putito, imbecil!  ¿Tenía que ser en este preciso momento? –suspiré.- ¿Qué hago hablando con un artefacto fabricado? –bufé y me senté en la parte delantera del auto.- Y ¿Ahora qué hago?

Lo único que me queda es caminar. Piernas, piernas agotadas a trabajar.

Corrí hacia mi auto y cargué en mis brazos a la joven y comencé a caminar en medio de la calle. Me iba alejando de ese lugar dejando a mi auto allí. Luego analicé que mi casa estaba más cerca que el hospital, tal vez pueda llamar a un médico y que venga a mi casa. 

Sí, eso haré, era lo más conveniente. 

Luego me puse a inspeccionar ese raro rostro que estaba recostado de mi pecho. Mientras caminaba, me quité mi sudadera y la dejé encima de ella cubriéndola del frío de la noche. Pude observar que tiene unos lindos labios color rosados bien formados... 

Al llegar a la puerta de mi casa tuve un problema. Encontrar mis llaves...

Después de haber hecho un raro paso de baile para conseguir mis llaves logré abrir la puert. Subí deprisa las escaleras de la grande casa y dejé a la niña acostada en mi cama. Bajé rápido las escaleras y me acerqué a las empleadas de la casa.

-¿Será que puedes hacerme un favor? 

-Sí joven, dígame. –ella siempre con amabilidad, la queria-.

-Tengo a una joven chica que la encontré en un grave estado así que quisiera que llamara a un médico que la venga a ver en este momento. La chica está en mi habitación. Me haría un gran favor si le diera una buena ducha con una de esas fragancias de damas... -supliqué- Quiero que le de una pijama cómoda de las de mi hermana. 

-Esta bien, joven Im.

-Ah -la detuve.- Cualquier cosa que necesite, estaré en el cuarto de baño "relajándome" ¿Será?-ella asintió y me fui al baño-.

Al llegar pude darme un relajante baño con espumas en la tina. Luego de 20 minutos de tener los ojos cerrados escucho a la empleada de la casa llamarme. Tan pronto escuché, tome una toalla, me sequé y me vestí.

-Diablos! Estoy como viejo –susurré-.

  Estuve tanto rato en la tina que mi piel se puso algo arrugada.   

Fui a mi habitación encontrándome con una joven más hermosa que la de hace rato, con su rostro limpio, su cuerpo oloroso a ese aroma a flores. Me acerqué a ella mirándola, observando cada detalle de ella y sin darme cuenta acaricié su mejilla despacio. Me alejé percatándome de que tenía moretones en algunas partes de su rostro. Me quedé estupefacto. Miré sus labios y noté una diminuta herida, se había roto el labio. ¿Qué rayos le habrá sucedido? Salí de ese trance tan pronto alguien abre la puerta.

-Joven el médico llegó. –anunció la empleada-.

Después el médico se acercó a ella y comenzó a examinarla.

- ¿Qué le sucedió? -cuestionó el médico al verla-.

Lo mismo me pregunto señor.

-No lo sé, solo iba conduciendo hasta mi casa hasta que me topé con su cuerpo tirado en medio de la carretera y decidí ayudarla.

-¿Esta niña ha comido y dormido?

-¿Por qué la pregunta?

-Porque es posible que se haya desmayado por falta de energía en el cuerpo, además que creo que tampoco ha comido nada en un largo tiempo. Lo que hizo fue un poco peligroso.

-¿Qué hay sobre sus golpes?

-Eso no lo sé. Pero tiene una herida en el abdomen y la cerraré. Esa herida fue con un cuchillo y los golpes parecen ser de puños. Ahora si me permite, haré mi trabajo. –me sonrió-.

Puff tonto, a mi que me caen mal los médicos.

Salí de la habitación y caminé hacia la cocina en donde me serví un zumo de naranja esperando respuestas claras del médico. Me senté en el sofá y encendí la tv y miré las noticias.

-"Y en el día de hoy se ha encontrado el cadáver de un hombre. El mismo fue encontrado en un callejón solitario con unas heridas en sus piernas hechas con un cuchillo . También tiene chichones en la cabeza hechas con un bate, se pudo encontrar 8 balazos en el pecho del hombre. Aun no tenemos a los sospechosos de este crimen pero ha sido realmente horrible. –abrí los ojos alzando mis cejas.- Este hombre ha sido....-me aburrí y apagué la tv-.

Subí a mi habitación y toqué la puerta. El médico dijo que podía pasar, fue dándome unas instrucciones/indicaciones que debería seguir para hacer que mejore la inconsciente. 

-Importante que guarde reposo por algunos días, deberás hacer que coma y que descanse adecuadamente. No permitas que se levante mucho o haga fuerzas por la herida en su abdomen. Probablemente despierte en horas o en días, depende. 

-Gracias doctor –sonreí rodando los ojos.-

-No hagas cara del exorcista, se te arrugará la cara y ahora con su permiso me retiro. 

Me quedé con la boca abierta.

Ahora estoy peleando con la tentación...por San Siwon no me hagas esto. ¿Por qué hiciste que me encontrara a esta desconocida tan sexy? ¿Por qué? Siwon sabes que no puedo controlarme con nada, ten piedad de mi....por favor. 

No sé si dejar a la chica en el cuarto de huéspedes o dormir junto a ella. Caminaba de aquí para allá y de allá para acá. Que estúpido y ridículo soy de verdad. Opté por dejar a la chica en el cuarto de huéspedes y cuando la dejaba en la cama lo hacía con cuidado. Esos labios tan rosados me tienen en un paro...contrólate JaeBum...Tan cerca que la tengo, a solo centímetros y sin poder hacer nada...

Aquel Día (JB) Got7 18+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora