62

4.9K 415 24
                                    

CONNOR


Estar encerrado con un hombre de tu edad en una habitación de la chica que te gusta sencillamente no es algo cómodo de presenciar, sobre todo si ese hombre es a quien le quieres partir la cara por tratarte de mentiroso a tus espaldas... frente a la chica que te gusta.

Los minutos pasaban como si cada uno de ellos fuera una hora eterna, demasiado prolongada e insufrible.

No obstante, fue Woody quien decidió romper el hielo a los diez minutos:

—Estabas escuchándolo todo.

—No me digas —el sarcasmo fue demasiado evidente hasta para un niño de dos años.

—¿Por qué? Allie te dijo claramente que...

—Sí, claro, pues deberías saber que la paciencia no es mi fuerte.

Aunque, por supuesto, esa frase iría en mi contra en el momento en que el inepto de Willow la analizara.

Cosa que hizo, se le vio en la mirada.

—Cómo no —gruñó—. Estás jugando con ella.

—No, Wade.

—Como me cambies el nombre una vez más, te patearé el culo hasta que vueles por la ventana de esta maldita habitación. No me importa si Allison me odia luego, tú y tu culo saldrán volando. Estás advertido.

Resoplé, evitando responder a eso porque sabía que lo llamaría por otro nombre que no era el suyo. Y entonces se le agotarían los suministros de la poca paciencia y tolerancia que estaba teniendo conmigo para demostrarle el no sé qué a All, y yo me quedaría sin pasar la noche con ella otra vez.

—Dijo que serían unos pocos minutos; y aquí estoy yo, planeando mil formas en hacerte volar a ti —se rio de su propia broma; supongo que para pasar el rato.

—No te creas, yo estoy razonando qué posibilidades hay de deshacerme de ti de una sutil manera en que All no se entere —murmuré.

—El porcentaje es de cero por ciento; Allison se daría cuenta muy rápido. Y te odiaría de por vida... más de lo que ya hace.

—No puedes decir lo que ella siente o no por mí, W —decidí llamarlo así para no generar más conflictos; y para proteger mi amado culo de su pie—. Para eso está ella.

—Conocerla me basta para saber cómo se siente respecto a ti.

—Y, ¿cuál es tu brillante teoría sobre eso? —No evadí el sarcasmo— Mira, para tener una teoría y provocar una conclusión, previamente tienes que examinar los dos lados de la cuestión.

Si Allison estuviera en este cuarto, saltaría con una estupidez que desviaría el tema hacia los poemas y sus rimas.

Lo sé, estoy completamente seguro de que haría eso; e imaginármelo me causó una sonrisa boba en el rostro.

Pero decidí proseguir con la seriedad, aunque, obviamente, Wes —asegurándome de que el nombre no se me escapaba de los labios sin quererlo— me interrumpió con una pregunta.

—¿Qué significa eso?

—Que por mucho que estés empeñado en tirarme mierda frente a Allison sabiendo que a mí me gusta, y no específicamente de la manera sexual en que crees, no conoces lo que siento yo por ella para llegar a este punto de alejarme de ella.

—No puedo creerte —comentó—, lo siento, pero no puedo. Allison a veces puede ser ingenua y no darse cuenta, pero yo soy más mayor que ella y también soy hombre. Además, Adams, te conozco.

Yo no fuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora