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Domingo, el reloj marcaba las 3:00 pm y apenas me despertaba, había tenido un día pesado, comencé a meditar de nuevo en lo que ocurrió con el profesor y me di cuenta de algo, nuestros labios nunca se tocaron. Yo mismo me espantaba, había estado al borde de tener relaciones sexuales con un hombre y ese hombre era mi profesor. No me lo permitiría más, debía cambiar eso, yo no podía enamorarme de un hombre, él estaba loco, intentaba seducirme para aprovecharse de mí, se atrevió a darme de nalgadas, algo que ni mí propio padre había hecho, eso me dolió justo en el orgullo, solo me faltaban tres, tres estúpidos meses para largarme de aquí, él estaba tocando ese punto en mí. Sus cambios de humor me estresaban, me molestaba y me daba miedo lo que estaba causando. Me levante y me di un largo baño, me vestí y comí algo, tenía ganas de salir, de huir de lo que me ocurría, baje las escaleras en dirección a la gran puerta hasta que su voz me detuvo.

-KyungSoo- ya no me llamaba joven, yo estaba realmente irritado conmigo mismo

-KyungSoo, espera por favor- dijo él al ver que lo ignore y me seguí de largo

-No tengo nada que hablar con usted- dije en tonó seco tomando la perilla de la puerta, más que enojo, yo sentía miedo.

-KyungSoo necesitamos hablar- fue lo último que escuche antes de cerrar de un golpe la puerta

Camine al centro de la ciudad, y busque la dirección que unos chicos habían menciona en clases, era de un bar muy famoso en la ciudad, las mejores fiestas eran dadas ahí. Pregunte por él y no fue difícil llegar, todo el mundo lo conocía. Camine hacía el letrero de la gran puerta que decía "Benn's Bear Bar" pero me detuvo el tipo de seguridad, quien era realmente grande. 

-Identificación- dijo cruzado de brazos

-Vamos, tengo 18 ya –dije sacando mi identificación

-Lo siento pero aquí solo permitimos personas de veinte años en adelante, princesita- dijo burlonamente el tipo.

-No me digas así- bufe- ¿acaso no te gustaría ganar más dinero?- dije mostrando unos cuantos billetes de los grandes, haciendo que el tipo abriera los ojos

-Bueno, bueno puedo hacer una excepción contigo muchacho- tomo el dinero y me dejo pasar

-Gracias- dije victorioso, adentrándome al lugar – Es bueno ser hijo de un millonario- sonreí para mis adentros.

Me adentre al dichoso lugar y era verdad, el ambiente era de los mejores, la barra estaba llena y sinceramente no soy de aquellos que les guste tomar mucho que digamos, gire mi vista y pude notar un letrero que indicaba la dirección de la sala de juegos, para ser exactos, el salón de billar, camine y cerré la puerta a mis espaldas, comencé a toser debido a la cantidad de humo de cigarro acumulado en el pequeño salón. Había un grupo  de personas  centrado en una mesa, al parecer el mejor juego estaba ahí, me hice lugar entre el público y me situé al frente, eran dos chicos, uno era de una estatura de 1,78cm, tez blanca nariz respingada y cabello negro, no era coreano, sé que era chino debido a su pronunciación. El segundo chico era un poco más pequeño con una estatura de unos 1,73cm, con una sonrisa amplia y ojos demasiado rasgados.

-Estás haciendo trampa estúpido- dijo señalando el chico de cabellera negra a su contrario

- No es mi culpa que seas un perdedor Yi Xing- continuo ahora el chico de ojos más rasgados en un tono burlón, en una imitación de su madre.

-¡¿Quién te crees para hablarme así?! - aventó el palo de billar y en cuestión de minutos tenia tomado el cuello de la camisa del chico- Si te crees hombrecito repítelo XiuMin, ¡REPITE LO QUE HAS DICHO!- grito frenéticamente

-Cállate, yo te llamo como quiera, es más eres tan tonto que te aseguro que ese chico podría ganarte en una partida- dijo señalándome

-Tú, te reto a una partida, ahora- me jaló y me dio un palo y una bola

-Vamos Lay, no podemos jugar solo así, debemos apostar algo- XiuMin había tomado mi lugar

-Bha! ¿Para qué si solo va a ser una demostración?- Lay lo había quitado de nuevo

-Oh! La nenita no quiere porque va a perder- XiuMin comenzó a mover los brazos como una gallina

- ¡Está bien!- dijo frustrado Lay

Comenzamos a jugar y para mi buena o mala suerte gané el juego.

-Eres un perdedor- XiuMin le grito- ahora, lárgate de aquí, no quiero volverte a ver.

Lay me fulmino con la mirada, sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, algo no estaba bien con ese chico, paso enfurecido, no sin antes golpearme con su hombro, haciendo que me cayera. Sabía que esto no terminaría bien.

POV KAI:

No podía sacar de mi mente el beso de Young Mi, fui un tonto, ella tenía razón, no lo podía creer, espere tanto, tanto tiempo de tortura para que yo se tan tonto y la deje ir de nuevo, la princesa había rencarnado, en ese chico, en KyungSoo, sus labios, su piel, sus ojos, todo él, todo me hacía desearlo pero ahora él se estaba alejando de mí, tenía que protegerlo. Al besarlo Young Mi deseaba matarlo, yo sé que ella me ayudo pero solo con el objetivo de matar, sé que quiere a la princesa muerta, no dejara solo a  KyungSoo hasta conseguir su meta. No lo permitiré, así tenga que dar mi propia vida por ello.

Me había dejado con la palabra en la boca, lo había tenido tan cerca como nunca antes, ahora él estaba tan molesto conmigo que ni me dirigía la mirada, no lo entendía pero no lo iba a permitir. Lo seguí hasta un bar, tarde un buen rato hasta que me decidí entrar y enfrentarlo, debía de ser cuidadoso pues era un lugar en el que muchos de los estudiantes del campus vienen a pasar la fiesta y no podían ver a un profesor pelearse con un estudiante, ya tenía bastantes problemas por el momento.Me escabullí de mi lugar que era entre los botes de basura cuando vi salir a la peor persona que me pude imaginar, lo sabía, Young Me no se había quedado de brazos cruzados.

Piel contra Piel. [KAISOO]Where stories live. Discover now