Sonríe

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Mi respiración se detuvo, y la sonrisa que traía fue cayendo poco a poco y no porque no este feliz de verlo, sino porque era mucho para mí. Una parte de mí quería salir corriendo pero la parte orgullosa le ganaba, como siempre... Bueno, casi siempre.

-Hola -me atreví a decir, ya que no era de una persona normal quedarse parada y muda.

Hice otro pequeño esfuerzo para sonreír, como si nada de esto me afectara.

Muy bien _____, sólo es un ex más...

Aclaré mi mente.

Guille se me quedó mirando y bajé la cabeza incomoda.

-Veo que no eres la pizza -no supe qué más decir.

-¡No!, sí, ahora soy repartidor -rió. Pudo haber sido un típico momento donde lo golpearía por tonto pero creo que ya no tenía esos privilegios.

-No, en serio, ¿qué haces aquí?

Qué buena pregunta _____.

-No sé, tal vez... ¿Vivo aquí? -respondió, aún con esa media sonrisa en rostro.

¿No era algo obvio?

Y es que no hacía nada mas que quedar como tonta.

-¿Bueno me vas a dejar entrar a mi casa o...?

Reí y me moví a un lado. Mi interior estaba ansioso, y no paraba de cosquillearme todo por dentro. Tonto Guillermo ¿Por qué me haces esto?

-¿Has invitado al repartidor a jugar o qué? -preguntó William frunciendo el ceño y su mirada inmediatamente bajó hacia mis manos -¿Y la pizza?

-A ver, no es repartidor, es mi compañero -respondió Samuel mientras me miraba como buscando alguna expresión en mi rostro.

-Wow, 2x1 eh -dijo Amalia alzando las cejas al verme con Guille y Daniel le dio un golpe con el codo, tenia los ojos abiertos como platos y no lo culpaba, estaba muerto y él lo sabía perfectamente.

-¡Oye! Que se ven bien juntos ¿o no? -agregó, y yo sólo quería desaparecer.

-Sí, sí, se ven muy bien -la apoyó William. Toda la noche se la pasaron discutiendo y justo en ese puto momento deciden estar de acuerdo.

Obviamente ni Amalia ni William tenían idea de a quien tenía al costado, y de lo que me estaban haciendo pasar, pero de igual manera quería asesinarlos.

Pude ver a Samuel reír en lo bajo, quizás de mi cara que ya la sentía roja como un tomate. Daniel soltó un fuerte suspiro.

-¿Y qué hacen? -dijo Guillermo, rompiendo con el silencio que se había formado, pero no se pudo deshacer de la tensión.

-Jugar uno, ¿es que estas ciego? - respondí, algo ruda, pero era inevitable. Simplemente me nacía.

-Bueno, bueno, con esos ojitos no esperes que mire mucho eh -comentó una vez más Amalia.

Volví a mi asiento como si nada, no sin antes sacar la carta que guardaba en mi bolsillo y dejar el dinero de la pizza a un lado.

-¿En qué estábamos? -preguntó Daniel. Noté que Guille se le quedó mirando fijamente, de la misma manera de la que lo miraba hace un tiempo atrás, cuando las cosas eran diferentes. Se notaba algo de rencor en sus ojos.

-En que... -saqué mi carta y la puse -Gané -sonreí victoriosa. William rodo los ojos.

-Qué hija de... -respondió Ami, pero la callé antes de que la completara.

Te quiero a mi lado (Willyrex y tú) (Segunda Temporada de Estás en mi camino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora