Uno

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-¡_____! -Escuché a Ami gritar pero no volteé, no podía, estaba congelada en su mirada-Necesito ir al baño -añadió, ya estando en frente de la puerta y fue cuando reaccioné.

-¿Qué? -pregunté perdida apartando la mirada y rogando que el tiempo que pasé viéndolo no haya sido tan largo como lo sentí.

-Qué necesito ir al baño -dijo la pelirosa alzando una ceja -¿Estás bien? Te veo nerviosa.

-Sí, sí, perfecta -respondí con la voz algo temblorosa.

-Parece como si hubieras visto un fantasma -dijo y volteó a ver a sus espaldas -Y no, no hay fantasmas.

Desapareció ¿En qué momento?

Intenté reír para opacar la situación, aunque no resultó mucho.

-Bueno, ya, hazme pasar que si no me hago aquí mismo.

-Sí -reí nerviosa -Claro, pasa -William dio unos pasos atrás para dejar pasar a Amalia, que fue dejando un rastro de perfume frutal en su camino.

-Muy bonita la casa pero ahora ¿Dónde está el baño? -preguntó inclinando su cabeza ligeramente a la derecha.

-Allá -dije señalando una puerta blanca en medio del pasillo.

Ami fue dando brinquitos hasta que se encerró en el baño. Solté un suspiro, intentaba calmarme y asimilar lo que vi. No podía creerlo.

-Ahmm, ¿y tu amiga se llama Guille o qué? -William rompió con el silencio y con el se fueron mis pensamientos.

-¿Qué? -respondí cruda.

-Te oí susurrarlo allá afuera y me pareció extraño...

-¡No digas tonterías! -dije casi gritando.

-Wow, wow, que está pasando aquí -se metió Daniel, que apareció de la absolutamente nada.

-Que tu amigo dice tonterías -bufé.

-Yo solo te hice una pregunta.

-No... -intenté pensar en algo pero no se me ocurrió nada con qué responder -¡No! -repetí.

-_____ tranquilízate.

-¡Estoy tranquila! ¡Estoy perfecta! ¡Estaba feliz! Hasta que tu amigo vino y me malogro el día.

-¿Estás loca mujer?

-¿Qué le dijiste? -preguntó Daniel.

-¡Nada! Sólo le pregunté si su amiga se llamaba Guille.

-¿De dónde sacaste eso?

-¡Lo susurró! Yo no hice nada malo, está loca.

-¿_____? -Daniel preguntó esta vez volteando hacia mí.

-Cr-creo qu-e mejor voy a ordenar mi habitación -moví mis piernas como señal a William para que me baje de su espalda y comencé el escape.

-¡_____!

-Se sanó milagrosamente eh -comentó William respecto a mi pierna.

Caminé lo más rápido que pude hacia la que sería mi nueva habitación, esperando que no me siguiera, no quería preguntas, sabía que las haría, pero no sabría responderle, porque ni yo misma podía respondérmelas. Estaba confundida. Daniel detuvo la puerta antes de que pudiera cerrarla. Maldecí en mi cabeza.

-¿Qué pasó allá?

-Nada -dije casi susurrando, sin el valor de mirarlo a los ojos ya que de alguna manera él siempre podía leerme a través de ellos.

Te quiero a mi lado (Willyrex y tú) (Segunda Temporada de Estás en mi camino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora