- , , " ⲏ ₒ т т ₒ 𝑔 ₒ ! " ~ Ｒ ᴏ ᴅ ɴ ʏ x Ｌ ᴇ ɢ ᴏ ʟ ᴀ ᴢ . ˚ ༘

Dolor y amor.

No boludo, me siento re valorado con ustedes, muchas gracias. Cada comentario, voto, puteo que me coma se los voy a re agradecer, me siento feliz la verdad. :"v

Gracias loco, son los mejores, lo juro por mi alma. ;"vvv

En esa semana no pasó nada fuera de lo común, Legolaz no estaba del todo bien, pero se sentía mucho mejor a comparación del primer día. Ya se veía a sí mismo apto de volver a la universidad y dar la cara de una vez por todas. Pero Stronbol a pesar de acompañar a su amigo tenía que seguir los estudios por lo que cuando lo vio mejor se despidió y volvió a su casa.

Cuando llegó el lunes, Legolaz, entró al salón, y era como la primera vez que se conocieron, el de dorado estaba en su asiento dibujando, pero ahora con una cara algo ansiosa y el pelimorado con una cara apagada. No era igual, solo sus acciones eran parecidas.

Se sentó a su lado sin decir nada, no había que hablar para saber que ambos se sentían mal. El primero que dijo algo fue Rodrigo, después, Fernando.

- Perdón por lo que pasó cuando terminó la fiesta. Me ha quedado esa repugnante frase que te dije en la cabeza todos estos días e incluso me enteré que faltaste a clases por lo mal que te había sentado. Espero que aceptes mis sinceras disculpas, comprendo que si no quieres hacerlo está bien. Porque te hice daño y lo sé. – Tras decir esto miró a la cara del contrario. – Me siento como una puta mierda, Legolaz. De verdad lo siento.

- Rodny... - Dijo en voz baja. – Te perdono, pero aun me duele. Y no sabes lo que he llorado, sufrí por vos. Y yo no sé siquiera si de verdad te perdono o lo estoy haciendo por un sentimiento de obligación o por la dependencia que tengo hacía vos.

El silencio invadió la habitación otra vez, era tan pesado e incómodo que Legolaz estuvo apunto de irse si no fuese por la mano de su compañero que evitó esa acción.

- Lamento mucho todo lo que hice. – Al acabar de hablar le dio un suave beso como despedida. Porque reconocía que todo se había terminado ahí.

El de abrigo no respondió y se alejó.

El día pasó dolorosamente lento, fue como si el universo quisiera hacer sufrir a ambos de las peores maneras, porque cada que se podía los cruzaba y debían de verse la cara rememorando lo que pasaba. Se extrañaban, les costaba separarse, pero debían de tomarse un tiempo para entenderse el uno al otro.

Stronbol veía esos cambios, pero realmente no se iba a meter para solucionar las cosas, son sus problemas y si quieren arreglarlos ellos se tendrían que esforzar. Una relación funciona si las dos partes se esmeran por ser buenos con su compañero/a, y no se debe de socorrer siempre a alguien para que te de la respuesta a todo, de vez en cuando TÚ eres quien necesita encontrarla por tu cuenta.

- Cómo andas, además de caminando.

- Stronbol, debo de hacerte una pregunta. ¿Cómo puedo disculparme con alguien? – Cuestionó el de dorado sin mirarlo a los ojos.

- Siendo sincero con lo que sientes. – No pensaba ayudar mucho a su amigo, él debía madurar.

- ¿Y cómo sé que siento? Es complicado.

- Lleva tiempo comprenderse a uno mismo, y si quieres que te perdone deberías pensar en tus acciones, sentimientos y en ti.

Lo dejó en una duda muy grande pero antes de que haga su siguiente pregunta el de rojo ya se había ido. Miró para todos lados, pero era tarde.

Fernando miraba el techo de su habitación con desconsuelo. Se sentía fatal, quería regresar con Rodny otra vez, abrazarlo, estar en sus brazos, sentirlo. Quiso deshacerse de su recuerdo, pero le era imposible, no podía parar de pensar en ese chico, aun si le hacía daño no paraba de amarlo.

Escuchó como tocaban la puerta, por lo que se paró para abrirla. Al hacerlo encontró una nota, la tomó ansioso y buscó algún nombre, pero era anónima.

"Quizá el problema en ustedes dos no es su conexión sino su comprensión. Cada uno ve las cosas diferentes y, a veces, les cuesta aceptar la perspectiva del otro."

No sabía qué pensar, pero estaría un tiempo releyéndola y buscando varias respuestas a quien se la había enviado. Suspiró pesadamente cerrando la puerta y recostándose en su cama. Varias personas cruzaban por su mente y como siempre, él estaba ahí.

Se sentía desesperado y por un momento estuvo apunto de llamarlo. Pero se negó. No quería caer entre tentaciones del momento. Miró su celular una segunda vez y sintió otra vez esa mierda de necesidad.

- L.

"Sé que está mal, pero DIOS. Quiero verlo. Una vez más. Solo una."

El de dorado se había acostado en el sofá viendo una película con un rostro triste hasta que escucho su celular sonar y sí, era Legolaz. Su expresión ahora era una bastante sorprendida, porque después de lo sucedido no se esperaba volverlo a ver. Dudo unos segundos en atender la llamada, pero al final contestó.

- ¿Hola?..

Le costó asociar que esa voz le estaba hablando, pensó que solo era un sueño, pero no. No lo era.

- ¡HOLA! Uh.. ¡Hola!

- Necesito verte. Ya sabes en donde es mi habitación, no creo que necesite repetírtelo. Espero que llegues pronto, Rodny.

La llamada se cortó y él no tardó en ir a bañarse para salir tan pronto pudiera. No quería dejarlo esperándolo porque quizá era la única oportunidad que tendría para arreglar las cosas antes de que empeoren.

Su corazón latía rápido y se sentía un poco feliz. Era una sensación rara. No podía describirla bien en palabras porque solo él se entendía a sí mismo. O al menos eso pensaba. Porque realmente es algo complejo entenderse, y lleva tiempo.

Mientras escribía esto el anillo que tengo me hizo re mal el dedo y onda que la re sufrí.

Che cualquiera, tienen más problemas que amores estos dos, ahre que yo escribo.