‒ . . . ‶ Mi corazón late rápido cuando estas cerca, mi cara arde y mis nervios no tardan en hacerse presentes al ver tu rostro. Quizá te estoy amando más de lo que quiero . " . . .
Ꮢodny, usualmente conocido por su apodo " EL CHICO DORADO ", es un...
Legolaz imaginó que su compañero sabría algo de eso ya que lo había visto dibujar y vaya que se veían bien. Por lo que giró su mirada y antes de decir algo observó su cara un momento. Le parecía lindo, quizás estuvo mal tener ese sentimiento desde un principio porque todo lo bonito tiene un final dulce o amargo. El de dorado se percató de una mirada, ya sabía de quien se trataba, una sonrisa de forma espontánea se le formó en el rostro. Gustaba que ese muchacho lo viera por alguna razón.
Antes de comenzar a hablar, el chico morado suspiró levemente.
- Oye, Rodri. Quería preguntarte algo.
- Dime, ¿qué sucede?
- Ahora es turno de talleres y antes de que vayamos quería saber si podía tomar asiento a tu lado, he visto tus obras y en verdad quedé fascinado con lo que vi. Son totalmente maravillosas e incluso quisiera poder tener ese don tan ágil. Haces ver a esas materias tan fáciles que yo... a veces, me sorprendo con tu habilidad. – Él no era de dar halagos, pero Rodny merecía uno y si quería tener un poco de ayuda con la nota podría aprovechar este momento para ganar algo. Aunque utilizar a alguien estaba mal y lo sabía muy bien.
- ¡Oh!, Claro que puedes, ni lo dudes. Si necesitas algo de "ayuda" puedes preguntarme, no es por alardear, pero soy el mejor. – Comentó con orgullo, dudaba si lo hacía de verdad por fanatismo o si en realidad le urgía ayuda.
- No, no lo eres y deja de hacerte el coqueto con Legolaz, we. – Dijo Stronbol aun con la cara apoyada en el escritorio a espera de que sus dos mejores amigos se levantasen y se dirigieran al respectivo taller.
El de rojo no podía ir con los demás a causa de que le había prometido a Rodny sentarse junto a él, y nunca defraudaba a sus amigos, aunque el muchacho de dorado lo haya hecho sentándose con Legolaz en primer lugar. Ignorando eso, él sentía un fuerte dolor de cabeza que lo obligaba a soltar algún que otro quejido por el pesado malestar que se acumulaba más y más.
- ¡JAJA! No creo que lo este haciendo, mínimo no parece. O quizás ese es su mayor esfuerzo. – Reía mientras obtenía una mirada molesta del contrario, el cual a su vez soltó una pequeña risita dejándose a descubierto que su enojo era solo un simple engaño.
- Ja, ja. ¡Qué gracioso! – Contesto de manera burlesca al comentario antes dado de su compañero. – Bueno mejor vamos yendo, ya es tarde, seguramente estén por comenzar y no quiero que mi nota descienda por su culpa. Ya saben.
- Sí, ajá, nota comprada seguramente. Ni siquiera eres taaan bueno como dices que eres. – Levantó la mirada Stronbol quien habló de una forma desafiante. – O quieres comprobarlo haciendo un pequeño desafío. Quien haga la mejor escultura gana. Te reto.
- ¡VAS A PERDER, STRONBOL!, Ya me imagino con un gran premio y festejando mi dulce victoria. – Aclamó haciendo enojar al otro.
- Quisieras, sí, quisieras.
Legolaz ya había guardado las libretas y demás para dejar el sitio. Tras pasar unas 3 horas el taller terminó y quien salió ganador para sorpresa de pocos fue Rodny, aunque Stronbol aclaraba que fue pura suerte o que los votos estaban arreglados. Y sí, tenía razón, ya que Rodrigo había hecho publicidad y chantajeado a varios para poder ser el ganador.
- Yo sé que tú hiciste algo, lo presiento, incluso tu cara te delata. RODNY. – Reclamó enfadado queriendo obtener esa respuesta tan preciada que era "Sí, lo hice". – Pero, aun así, no creo que seas tan valiente de admitirlo. Porque si no hicieras eso, perderías. Como siempre.
- Sigue soñando, loser. – Dijo el de pelo rubio cerrando sus ojos y, obviamente sin faltar, esa sonrisa fanfarrona que lo acompañaba a donde fuere.
- Bueno, baaasta, ya me cansaron. Dejen de pelear. – Comentó aburrido luego de oír esa discusión varias veces en la misma mañana. - ¿Qué tal si compramos algo de comer?, Se me abrió el apetito.
- Me parece bien, por ahora. Pero creo queee... yo paso. – Rodny sentía un pesar en el estómago, quería dormir un rato para mejorarse, quizás descansar le haría sentir bien. – Iré a mi habitación por si me buscan. Chaito. – Antes de irse unas manos suaves lo detuvieron sosteniéndolo del hombro causándole un leve escalofrío que recorrió cada parte de este.
- Está bien... avísanos si necesitas algo. ¡OH!, Me olvidaba darte esto. – Dijo Legolaz ofreciéndole una pequeña carta con una leve sonrisa.
- ¿Qué es? – Preguntó algo curioso antes de abrirla. – O acaso es para alguien de aquí... - Comentó con una mirada coqueta insinuando que era para alguien de la institución.
- No, deja de imaginarte cosas, Rod. – Contestó quejumbroso mientras rodaba sus ojos con una risa suave detrás.
- ¡JAJA!, Solo bromeaba, es decir, no creo que seas tan cobarde para no entregarla tú mismo. – Revolvió el cabello de el de morado mientras a su vez se despedía de Stronbol que se encontraba distraído con su móvil.
Legolaz soltó una risa sabiendo que en el fondo si lo era, y que incluso un amor en el fondo comenzaba a generarse provocando un cierto miedo a eso mismo ya que incluso si fuera la primera vez que le sucedía se sentía inseguro por lo que podía llegar a pasar en un futuro, e incluso más al pensar que lograr arruinar las cosas era una opción que se encontraba entre el 90% ahora mismo. Por lo que suspiró hondo sin querer imaginar un mundo sin Rodny o... su mejor amigo, Stronbol.
Oops! Bu görüntü içerik kurallarımıza uymuyor. Yayımlamaya devam etmek için görüntüyü kaldırmayı ya da başka bir görüntü yüklemeyi deneyin.