Capítulo 27

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Se investigó un poco más del tema, se logró saber donde es la ubicación exacta de esa institución, también un poco más acerca de quien es Lian, al parecer es un científico de origen chino.

El lugar es como un aeropuerto, pero más allá de los helicópteros y aviones estacionados, hay una gran estructura con kilómetros cuadrados.
–Vuelo desconocido, identifíquese– dijo alguien a través de la radio de satélite desde la torre de control de este lugar.

–Aquí vuelo desconocido, somos científicos, nos pidieron ayuda para un nuevo proyecto– respondió Victor, él maneja, yo soy su copiloto.

–Nunca me notificaron esa información, debo preguntar.

–No es necesario, si lo hace solo causará que nos vayamos, y eso hará enojar al señor Lian– respondí.

–Los dejaremos aterrizar pero deben identificarse ante los guardias.

–Bien.

Aterrizamos. El plan ya estaba formulado, sólo habría que llevarlo a cabo.

Todos los soldados y fuerzas comunes visten con una bata larga y blanca, están con el atuendo de un científico.

Salieron y la primera persona que les preguntó algo, uno de las fuerzas comunes se acercó y le dio una descarga eléctrica, nadie lo notó porque se acercó como si le fuera a susurrar algo.

Todos entramos a la estructura de kilómetros cuadrados, es muy grande, preguntamos por el proyecto del misil, y como si fuese algo normal para ellos, nos contestaban con facilidad y sin hacer pregunta alguna.

Al entrar en el lugar que nos dijeron, lo vimos...

Es un gran misil con científicos revisándolo a su alrededor mientras otros están sentados frente a computadoras.

–Atención todo el mundo– gritó uno de las fuerzas comunes –Salgan de aquí, rápido, tenemos el permiso autorizado. Sólo quiero que se queden los científicos que planearon e iniciaron el proyecto.

Todos salieron excepto 6 personas, dentro de ellas Lian.

–¿Qué se les ofrece?– preguntó Lian enojado.

–Sólo queremos hablar– contestó uno de los oficiales.

–No queremos platica ahora, estamos trabajando y si no se van... –paró de hablar y sacó una pistola –Tendremos que obligarlos.

Los 6 científicos sacaron armas de sus bolsillos de la bata, y nos apuntaron.

No son los únicos con armas, nosotros igual tenemos.

-No queremos problemas, no tienen porque hacer esto. Destruyan ese misil y no habrá problema alguno aquí.

–¿Por qué vamos a destruirlo? El señor Bruce no querría eso.

–Pero el presidente o señor Bruce ya no está aquí.

–Si, lo sé. El fue quien nos animó para hacer esta maravilla– dice mientras voltea a ver al misil, todos los científicos han bajado el arma al igual que nosotros y Lian está con las manos atrás –Lastima que no vive- dijo por último volteando a ver hacia nosotros.

–Y es por ello necesitan destruir el misil, Bruce quería esto, no ustedes.

–A decir verdad, si queremos esto, nuestro plan era y es enviar el misil contra Estados Unidos, el misil al tocar tierra expulsaría una nube tóxica llena de dióxido de carbono la cual mataría a todos en cuestión de segundos. Nosotros nos quedaríamos todo lo que les pertenecía y amenazaríamos a los demás países para tener el control.

–Me temo que no puedan hacerlo.

–Claro que podemos, sólo tenemos que eliminar a quienes traten de evitarlo... Como un virus que se interpone en el programa....

Al decir esto los científicos nos empiezan a disparar, como nosotros estamos cerca de la puerta, algunos salimos y otros se esconden detrás de mesas o escritorios de ahí mismo.

Los disparos siguen, ya van 2 heridos y 1 científico muerto, en nuestro equipo ya van 3 muertos y ningún herido.

Todo termina cuando Lian recibe una bala en la pierna, todos paran pero sin pensarlo dos veces, un hombre de las fuerzas comunes dispara a todos los científicos.

Todos muertos excepto Lian, quien está tirado en el suelo y el arma a un lado, un poco retirado de el. Un científico de la base, se acerca a una de las computadoras y observa fijamente la pantalla mientras maneja los botones y controles.

–No saben lo que hicieron– dice él mientras voltea a ver a Lian, luego vuelve la mirada a la pantalla de la computadora -El misil contiene demasiado dióxido de carbono, aunque se haya lanzado a una ubicación exacta, la nube tóxica hubiera crecido y aumentado de tamaño, esparciéndose por el mundo, eliminado a cada ser vivo del planeta... No saben ni lo que crearon.

Lian tomó el arma y con mucho esfuerzo apuntó hacia el científico y le disparó en la pierna derecha. Sin embargo, lo maté.

–Ya no vale la pena de dejarlo vivir, fue capaz de construir esto, imagínense de lo que será capaz si sigue vivo.

–Hay que exterminar esta institución, no sólo Lian es un científico malvado, también los que contribuyen a esto– habló un soldado.

–¿Pero cómo lo hacemos?– intervino uno de las fuerzas comunes.

–Con ayuda exterior– digo –Podemos comunicarnos con la base o el presidente y pedirle que más soldados y oficiales puedan venir para amenazarlos o destruirlos.

–No es mala idea.

–En el avión, por el asiento del copiloto, hay una guantera que tiene una radio de satélite. Podemos comunicarnos con eso.

–Yo iré.

–Yo igual- exclamaron casi todos.

–Sólo pueden ir 2 o 3, pero algunos tienen que quedarse.

Victor y una persona de las fuerzas comunes fueron a contactar a la base, mientras ellos lo hacen, los demás cuidamos la habitación del misil.

Pero al poco tiempo los guardias o policías de este lugar llegaron armados, son mas que nosotros.

Un Final Para La Humanidad #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora