𝐌 | La historia de los doppelgänger ha sido un punto crucial en el mundo, Amara y Silas fueron él ancla para que éstos fueran creados y aparecieran cada 500 años.
Pero, ¿qué pasaría si la historia no fue como la contaron?, Remota la verdad 1000 año...
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CAPÍTULO I ━━━━━━━━━━━ "New home"
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Un estruendo realmente agitador me despertó, me levanté de mi cama y me asomé por mi ventana. Estaba lloviznando, lo cual me parecía sumamente irónico, ya que hoy es el día en el que me largo de aquí y al parecer, el clima me recordaba mi trágico destino al decidir dejar Atlanta, obviamente no siendo una decisión mía, este día no puede ser peor. El hecho de irme de este lugar en cierto modo me agradaba. Mis padres nunca estaban aquí, siempre existía una excusa para evitarme en toda costa, creo les caía mal mi carácter o el simple hecho de que soy un estorbo para que puedan realizar todo lo que yo les impedía hacer.
Abrí mi clóset y saque mis pantalones de mezclilla negros, mi blusa de rayas azules con blanco y mi chaqueta de cuero negra, me vestí rápidamente ya que tenía que estar en el aeropuerto a las 11:30 am y eran las 10:50 am. Me puse mis converse y me mire rápidamente en el espejo, acomode mis rizos castaños y salí de mi habitación con mi maleta a la mano.
Baje las escaleras y me dirigí hacía la cocina. Como siempre almorzaba sola, mis padres se la mataban trabajando, y nunca tenían tiempo para estar conmigo, incluso en el día en el que su hija abandona su hogar para irse a vivir a ese pueblo con nombre de restaurante: Mystics Falls. Recordaba un poco el haber visitado ese lugar al menos dos veces cuando era pequeña, no recordaba demasiado, pero estaba segura de una cosa: odiaba ese lugar. No había absolutamente nada que hacer, era demasiado pequeño, aunque debía admitir que me encantaba la vibra que daba el bosque y la gente.
Terminé mi desayuno, solo bastaba un simple tazón de cereal con leche para aguantar las horas de viaje que me esperaban. Me levanté y me dirigí a la puerta, volteé para dar una última mirada al lugar en el que vivi por veintiún años, suspiré ante la melancolía. Años de mi vida habían pasado aquí, solo quedaba el hecho de que, probablemente, jamás regresaría aquí nuevamente. Era doloroso, pero, era mi mejor opción, al final de cuentas, no existía ni un solo recuerdo feliz en este hogar.
—Espero nunca regresar a este infierno— dije para mi misma mientras azotaba la puerta y salía de mi casa.
