Día #2: "Mendigar amor mata como el cáncer: Lento, doloroso... en silencio."

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El problema de querer a alguien es haber perdido la oportunidad de haber podido estar con esa persona. Creo que me comprendes, yo sé que sí. Suelo decir que no me arrepiento de las cosas que hago, y es la verdad, no me arrepiento... de la mayoría.

Hay tal vez tan solo una, que pareciera insignificante, pero que me la he venido reprochando desde hace mucho: pensar demasiado.

¿Lo recuerdas?

-Me gustas-así comenzó todo.

Así comenzaste todo.

No tienes la culpa.

-Gracias-respondí, y fue con una sonrisa.

No supe qué hacer. Las cosas nuevas suelen aterrarme.

Y así eché todo a la basura.

Yo tengo la culpa.

Y después de eso, solo me detuve a pensar. He ahí mi primer y más grande error. Detenerme a pensar, detenerme a analizar y a sopesar situaciones. ¿Qué sucedería si al menos lo intentaba? ¿Qué sucedería si me daba el espacio para quererte? ¿Qué pasaría si me esforzaba por estar contigo?

Cuando quise responder las preguntas ya era tarde.

Si de algo estoy seguro es que en algún momento de nuestra vida vamos a querer algo que no podemos tener. Fuiste la primera persona que inconscientemente me movió a hacerlo. Querer estar contigo era todo lo que quería, y como cualquier persona que quiere luchar por lo que realmente le importa, comencé a luchar por ti.

La primera pelea fue dentro de mí, y la gané. Dar el primer paso y decirte lo que sentía fue casi como tocar la luna. Tal vez el sol.

La segunda fue no arrepentirme de haberlo hecho un tiempo después; mírame ahora, sigo aquí, queriendo estar contigo. Creo que la he ganado.

La tercera fuiste tú; y comprendí que ya estaba ganada... también comprendí que la había perdido. Tú ya tenías a alguien.

Es entonces, cuando sabes que pierdes a quien quieres, es que comienzas a darte cuenta cuan patético eres. ¿Sabes por qué? Porque comienzas a mendigar el amor de alguien que ya no estará contigo, porque comienzas a llorar su ausencia cuando pudiste haberle tenido presente cada segundo de tu vida... porque comienzas a morir lentamente por dentro.

Y así pasarás por un largo tiempo... así pasé muchos días.

Que fiasco ¿no crees?

Pero es lo que sucede cuando ya es muy tarde.

Tus pensamientos comienzan a hacer metástasis entre tus neuronas y se diseminan por cada centímetro de tu cuerpo. Llegan a tu corazón y lo hacen detenerse hasta provocarle necrosis. Invaden tus ojos hasta volverlos inexpresivos. Carcomen tu voz hasta que vomitas mentiras y te pudren la boca para que te comas con dolor y a fuerza las verdades. Tu cuerpo comienza a apagarse de a poco y el mundo se vuelve gris...

Los siento, estoy llorando. Dame unos segundos...

Estaré bien.

Ahora solo me queda conformarme con lo poco que puedo tener de ti. Como los mendigos que piden una moneda al transeúnte, como los cachorros que gimen por un hueso o como quien se enamora y sabe que es muy tarde.

Como yo.

Perdón.

Valium (Un ensayo)Where stories live. Discover now