Modo 23

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Capítulo 23:

La noche había llegado y en la oficina entre una montaña de papeles y colillas terminadas.

-No decías que odiabas el cigarrillo? – le quito dicho cigarrillo de los labios

-Es un consejo como doctor? Mukuro –

-Como tu hermano mayor – se llevó el cigarrillo a su boca – Kusanabe está preocupado también, has ido a casa a dormir? Si no vas no habrá un gato muerto? –

-Cada mañana un servicio de gatos va a alimentarlo – contesto secamente mirando ahora su ordenador

-Y una llamada? Todavía no te ha llamado? – dijo Mukuro cogiendo uno de los fólderes sobre el escritorio – ha pasado dos semanas desde que Tsunayoshi-kun se fue, el nombre "Hibari" lo hace irse y no creo escuches sobre esto pero... en este momento, no estas siendo muy pasivo? No te moverás si tu oponente es "Vongola"? –

-No, eso no tiene nada que ver – Hibari encendió otro cigarrillo – pero la evidencia de ser atacado en larga será vista –

Ciertamente, ilegalidades, transiciones, sobornos, ventas en el mercado negro, todo había sido investigado, si estos estuvieran en los medio, el apellido Hibari tendría lo que se merecía. Los dos hermanos lo comprendían muy bien pero Mukuro se preguntaba porque su hermano menor no hacía nada, ese no era el Kyoya que él conocía. Aunque el verdadero comodín estaba en las manos de los Vongola.

El príncipe estaba capturado.

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En la mansión de los Vongola.

-Tsuna! – gritaba Lambo apareciendo entre los arbustos – cuando no estabas en tu cuarto estabas todavía buscando esa llave?! –

-Lambo – el Cataño volteo a verlo

-No te dije que me esperaras?! –

-Más que eso, esta mañana me dijiste algo, acaso no lo hiciste? Qué hora crees que es? –

El pequeño se tensó.

-Esta mañana tu dijiste "porque hoy es sábado estaré en casa más temprano, espérame antes del almuerzo" – cruzo sus brazos – que hora crees que es? –

-2.50 pm... - contesto ruborizado

-Cuando haces algo malo que dices? –

-L-lo sien-to... -

Tsuna dejo soltar un suspiro dándose la vuelta para caminar.

-Vamos estoy hambriento –

-T-tú de verdad me esperaste?! – Lambo no podía creérselo

-Te lo prometí, no? – volteo a mirarlo – todavía no has comido, no? –

-N-NO! porque sería triste que Tsuna comiera solo –

-Sí, si –

Ahora estaban en el comedor comiendo su almuerzo juntos.

-Come todo lo que te dan – Tsuna noto como Lambo apartaba los vegetales

-Ehhh odio los vegetales, no los comeré –

-Niño –

Desde que cayeron en ese viejo poso Lambo comenzó a hablarle más seguido a Tsuna, era un niño muy consentido y mimado pero por lo menos le estaba haciendo caso cuando lo corregía.

Terminaron de almorzar y Lambo se adelantó.

-Él se ha apegado mucho a usted Tsunayoshi-sama – le comento la sirvienta – al comienzo no sabía cómo irían las cosas pero por lo visto van muy bien – sonrió

Un Modo de AmarWhere stories live. Discover now