Si, la posición era comprometedora. Después de todo, tenía a Luffy metido entre sus piernas y con la cara enterrada en su pecho. Sanji entró en pánico.
Tomó los hombros del menor y lo alejó bruscamente, casi mandándolo al otro lado de la habitación. Tomó su toalla y salió agitado del agua. Cuando se estaba yendo se detuvo abruptamente al escuchar:
-Sanji-San, escuché que el edificio de al lado es un motel con muy buenas reseñas. Si quieres puedo decirle a Luffy-san que te lleve cuando salga-Maldito seas Brook.
Vergüenza. Excitación. Agitación. Nerviosismo. Toda una mezcla de emociones que iba a matar al cocinero.
...
El cocinero terminaba de realizar la lista de ingredientes que deberían comprar en la próxima isla, era tarde, y sus parpados comenzaban a pesarle.
Se había despertado a las cinco de la mañana como habitualmente hacía, con la diferencia de que se sentía más cansado de lo normal. Probablemente era porque casi no dormía al estar pensando y meditando sus sentimientos por su capitán.
Finalmente no pudo más con el cansancio, apoyando la cabeza en la mesa del comedor y cerrando sus azules ojos.
"Solo serán cinco minutos."
Cuando volvió a abrir sus ojos sintió una calides tierna en una mano, froto sus ojos y levantó la vista para encontrarse al Monkey D. besando con delicadeza el dorso de su mano.
Quedó paralizado.
-Luffy... tú...-Las palabras no podían salir de su boca, y nuevamente el calor al que ya se había acostumbrado atacó su rostro.
El contrario simplemente sonrió dulce como siempre.
-Lamento despertarte Sanji, te veías muy tranquilo, pero no creo que la cocina sea un lugar muy cómodo para dormir-Rió.
Sanji se quedó quieto, sin saber que hacer ni como reaccionar. Definitivamente Luffy lo iba a matar.
-No te voy a mentir, vine a robar comida-Mencionó poniendose de pie-. Pero eso puede esperar ¿No quieres ir a la cama?-
El sombrero de paja rodeo su cintura con un brazo y pasó el otro por debajo de sus rodillas para levantarlo al estilo nupcial.
Si, Luffy iba a matarlo.
Atinó a esconder su rostro entre sus manos para evitar que el menor viera su nervosismo, aunque con lo despistado que era, claramente no lo notó.
Esa noche, Luffy insistió en dormir con él porque olía a comida. Esa noche, Sanji no pudo dormir al tener a un Luffy abrazándolo con fuerza.
...
-Me gustas-Declaró mirándolo a los ojos, fingiendo que no estaba temblando.
El chico de cicatriz únicamente ladeo la cabeza con confusión.
-¿O sea cómo?-
Sanji suspiró ¿Cómo demonios le explicaba a Luffy para que lo entendiera claramente?. Encendió un cigarrillo y al aspirarlo se le prendió el foco.
Tomó la cara de Luffy entre sus manos y con todo el valor que pudo reunir, besó efimeramente sus labios. Cerrando sus ojos con fuerza al separarse.
-Me gustas como a ti te gusta la carne...-Declaró sin soltar su rostro.
Abrió los ojos con miedo de ver un posible rechazo. Más se sorprendió al ver al menor con las mejillas casi tan coloradas como las suyas y sus ojos bien abiertos con sorpresa.
Luffy tomó sus manos y las entrelazó con las propias, se acercó a su rostro y, siendo como es él, gritó.
-¿EN SERIO ME AMAS TANTO?-
Lo siguiente que supo el rubio, era que tenía al capitán devorando sus labios con una fiereza que nunca creyó ver en él.
-¡Sanji también me gusta como me gusta la carne!-Exclamó con alegría tomándolo de los muslos para levantarlo.
Maldito mono, Sanji lo amaba demasiado. . . . . .
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