POLOS OPUESTOS

2. "Definitivamente, este es el peor día de mi vida"

-¿Qué pasa? Emily, responde de una vez.

La verdad es que, aunque me lo esperaba, estuve en silencio mirando la foto y pensando en el encuentro de antes durante bastante tiempo. Al final hablo y le cuento a Julia lo que había pasado. Ella escucha boquiabierta.

-¡NO PUEDE SER!- Grita en cuanto termino.- ¿Y quién sería la chica esa...? Posiblemente Camyl Martin, porque últimamente se les ha visto mucho juntos y se rumorea que vuelven a tener algo, aunque también podría ser...

-¡Julia! Sinceramente no me importa, es un imbécil.

-Tendría un mal día.- Sé que Julia intentaría defender a su cantante favorito hasta la muerte pero no me lo trago.

-Sí, será eso.- Río con ironía y ella me pone mala cara.

-Sigo sin creer lo que te ha pasado, que suerte tienes...

-Si llego a saber que te ibas a poner tan pesada no te digo nada.- Y le fulmino con la mirada a la vez que cruzamos el marco de la puerta del aula que nos toca.

-Vale, vale. Ya me callo.- Dice resignada, ya está acostumbrada a mi usual tono de mal humor.

-¡Buenos días! Espero que hayan disfrutado de su último fin de semana rascándose el ombligo antes de terminar el curso, porque como bien saben ahora tienen que ponerse las pilas, ya que comienzan las duras semanas de exámenes finales y tras eso, vuestra selectividad. Ya sabéis que ese exa... –Este hombre siempre se enrolla como una persiana, suelo desconectar cuando habla (sobre todo si son las 8:50 de la mañana).- Vamos chicos, es su último año y sólo les quedan 3 meses, así que ya saben, a salir de este instituto a lo grande.- Dice un hombre regordete y calvo al que llevo viendo durante tres años y el cual tiene siempre esa actitud de positividad con la que imagino que intenta animarnos aunque conmigo nunca ha funcionado, hasta ahora. Como él ha dicho, nos quedan tres meses para acabar por fin, sólo tres meses más. Sólo tres malditos meses más en este estúpido instituto, con estas estúpidas personas, en esta estúpida ciudad.

El hombre había seguido hablando de algo de lo que no estaba prestando atención cuando la directora del colegio, una mujer alta y delgaducha con el pelo corto y oscuro, entra por la puerta acompañada de...

No puede ser.

-Ahhhhh, ese es...

-¡Andrew Collins!

-¿Es él?

Se escuchan murmullos por toda la clase, mientras que yo maldigo mentalmente.

-Sé que es un poco precipitado, pero Andrew acaba de llegar de Los Ángeles y está decidido a acabar sus estudios así que se incorporará a esta clase estos últimos tres meses. -Explica la directora.

Los murmullos, sobre todo por parte femenina, aumentan más y más, tanto que el profesor tiene que pedir silencio.

Yo sigo mirándolo, incrédula, y deseando levantarme y empezar a gritarle cuando él se fija por primera vez en mí y, sorprendentemente, sus ojos se abren como platos. Supongo que su reacción habrá sido como la mía.

Veo como la directora se acerca al profesor y le dice en voz baja:

-En su antiguo colegio sacaba matrícula en todo y su expediente es excelente, no creo que tenga ningún problema. –Continúan hablando pero eso es lo único que consigo escuchar ya que me siento en última fila y los murmullos de las chicas con las hormonas revolucionadas han vuelto a subir.

La directora se despide y sale de la clase.

-Bien Andrew, siéntate ahí. –Veo que el profesor señala el pupitre vacío al lado mío que, por lo visto, es el único libre de la clase y yo me acabo de dar cuenta. ¿Qué más puede pasar hoy? Maldigo de nuevo este día.

-Bueno, continuemos. Como os estaba diciendo, voy a pasaros una prueba para ver cómo vais en trigonometría.

¿¿EN SERIO?? Definitivamente este es el peor día de vida.

Dejo el examen en blanco y salgo de la clase ignorando la cara de enfado mezclado con preocupación que me lanza el profesor.

Me voy hacia mi taquilla y cojo los libros para la siguiente clase. Recuerdo que en esa voy a ver a Jake y estoy intrigada por lo que me tiene que contar, tiene que ser importante para que no me lo dijera directamente por mensaje. Hago tiempo yendo al baño y pasados unos diez minutos vuelvo al pasillo de antes y me siento en el banco de al lado de la puerta esperando que la clase termine. La puerta se abre y espero que la persona que salga sea Julia, pero por desgracia no lo es, es Andrew. Estupendo.