—¿Qué estás haciendo, por cierto? —pregunté, rompiendo el silencio.
—Unas tareas de la universidad
—¿No sueles poner música o algo? —inquirí, curiosidad ganándome.
— A veces —dijo, mientras escuchaba como tecleaba—, pero siento que no me concentro tan bien como me gustaría.
— Si pones tu playlist, te prometo no hablar —dije, volteando a verlo con una sonrisa traviesa.
Él me miró fijamente, y por un momento, me pareció que la esquina de su boca se curvaba en una pequeña sonrisa antes de que, sin decir nada, comenzara a sonar música.
— Qué cruel —murmuré, bromeando mientras me acomodaba en el sofá, con la música llenando el espacio entre nosotros.
Seguí comiendo, disfrutando de la música que sonaba. La mayoría eran canciones de pop, y aunque no eran totalmente mi estilo, algo en el ambiente me hacía sentir más relajado. El sonido de las teclas de la laptop de Shadow seguía, constante y rítmico, como una especie de complemento a la música. Algunas de las canciones las reconocí; las había escuchado en algún lugar, en la radio o aquella noche cuando se quedo aquí.
Recibí un mensaje de Tails, diciéndome que no llegaría otra vez. Al principio, me invadió una sensación extraña, como si fuera una coincidencia recurrente. Pero, para ser honesto, no me molestaba en absoluto. Algo dentro de mí se sentía tranquilo, como si estuviera bien con la idea de estar solo, o más bien, con Shadow.
* * *
A la mañana siguiente, aunque aún me sentía un poco débil, le pedí a Shadow que se fuera, asegurándole que ya me encontraba mejor que el día anterior. Él no dijo mucho, pero antes de irse, sacó su celular y, sin mirarme, me pasó su número.
— Si regresa la fiebre, mándame un mensaje — dijo, de una manera tan práctica y directa que no pude evitar sonreír. A su manera, seguía preocupado por mí.
Me despedí de él con una sonrisa, tratando de ocultar lo que realmente sentía. Sin embargo, algo en su postura me decía que no quería irse. Tal vez solo era mi imaginación.
Las horas pasaron lentamente. A veces me quedaba dormido, otras me levantaba a revisar la computadora. De vez en cuando, me sorprendía pensando si hoy Shadow también regresaría. Era extraño, pero empezaba a acostumbrarme a su presencia en el departamento.
Escuché el sonido de mi celular. Un mensaje nuevo. Al desbloquearlo, vi que era de Shadow.
Mensaje pendiente:
Te dejé en tu refrigerador una sopa de verduras con arroz, para que no comas cosas raras, que no te benefician en nada.
02:50 p.m.
Me quedé mirando el mensaje por un rato, sin saber bien qué pensar. No pude evitar sonreír un poco, aunque me desconcertaba el hecho de que algo tan simple como eso me afectara tanto. ¿Por qué me hacía sentir de esta manera?
Me levanté y me dirigí a la cocina. Al abrir el refrigerador, allí estaba: una pequeña cazuela con sopa de verduras que Shadow había dejado. La saqué con cuidado, como si estuviera sosteniendo algo más valioso de lo que realmente era. Mientras la calentaba, no pude evitar preguntarme en qué momento había tenido tiempo de hacer esto.
La simple idea de que se hubiera preocupado lo suficiente como para cocinar para mí me dejó pensativo. Una sensación extraña de felicidad se apoderó de mí, algo que no podía explicar del todo.
«¿Será algo que solo hace por mí?»
Mi corazón comenzó a latir más rápido, y no sabía si era por la fiebre o por lo que estaba sintiendo. Algo dentro de mí se movía, algo que no podía identificar del todo.
Cuando la sopa terminó de calentar, me senté en el comedor para probarlo. Olía bastante bien y al primer bocado me sorprendí. Tenía un buen sabor, más de lo que esperaba. Me hizo sonreír al darme cuenta de que acababa de descubrir algo nuevo sobre él: Shadow era un buen cocinero.
Le mandé un mensaje a Shadow, agradeciéndole por la comida. No esperaba una respuesta, pero para mi sorpresa, lo hizo casi de inmediato. "No tienes que agradecer", escribió, seguido de un emoji que nunca hubiera imaginado ver de él. Antes de darme cuenta, la tarde se deslizó entre mensajes que iban y venían, cada uno más relajado que el anterior, como si estuviéramos cayendo en una rutina que ni yo sabía que quería.
En medio de los mensajes con Shadow, el sonido de mi celular me sacó de mi concentración. Al mirar la pantalla, vi que era Jet, preguntándome si no iba a ir hoy. Un suspiro escapó de mis labios y, con una leve mueca. No tenía ganas de lidiar con él ahora.
Rápidamente le respondí que seguía enfermo desde ayer y que no iba a ser diferente hoy. No tenía intención de alargar la conversación. En ese momento, todo lo que quería era seguir leyendo los mensajes de Shadow, disfrutando de una conversación que, de alguna manera, me hacian sentir bien.
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Invisible string
Romance...¿Hubo pistas que no vi? o simplemente ¿Todo el tiempo hubo alguna cuerda invisible que te ataba a mí?... Sinopsis: El amor no siempre se comprende de inmediato, especialmente por quienes, de alguna manera, lo rechazan, tal vez porque no lo recon...
Capitulo 5
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