Capitulo 4

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Quiero dedicarle este capitulo a Cherry19Bomb05, ¡gracias por leer!  

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El amor destinado es como una profecía que no puede ser cambiada


Shadow me dejó en la entrada del departamento, y aunque ya eran las diez de la noche, el día había pasado tan rápido que parecía haberse desvanecido en un parpadeo. Todo lo que habíamos hecho, cada momento compartido, había sido tan distinto a mi rutina que recién ahora entendía cuánto lo había disfrutado. Era una sensación extraña y agradable.

—Nos vemos luego, Shads. Ya después me devuelves la ropa —dije con un intento de desenfado, apoyándome contra la puerta. Pero en el fondo, algo en mí se resistía a que todo terminara tan pronto.

Shadow me miró con esa calma que siempre parecía envolverlo. La serenidad que irradiaba contrastaba con la inquietud en mi pecho, pero no me incomodaba; al contrario, me hacía sentir seguro, de una forma que no podía explicar.

— Nos vemos.

Encendió su motocicleta y lo vi partir, el brillo de las luces traseras desapareciendo lentamente en la distancia. Permanecí en la entrada por un instante más, mirando la calle vacía y preguntándome por qué sentía que algo se había ido con él.

Al llegar a mi departamento, cerré la puerta detrás de mí, y el silencio cayó como un peso inesperado. Oscuridad y quietud. Todo estaba igual que siempre, pero había algo diferente, algo que no lograba identificar. Como si, tras una sola noche, hubiera empezado a acostumbrarme a que él estuviera aquí, llenando este espacio con su presencia reservada, pero innegable.

Me quedé un momento apoyado contra la puerta, dejando que el vacío del lugar me envolviera. Era extraño; no solía darme cuenta de estas cosas. Pero ahora, cada rincón parecía más amplio, cada sombra más profunda.

Mis pasos sonaron más fuertes de lo habitual mientras cruzaba la sala. No había nada fuera de lugar, y, sin embargo, todo se sentía... distinto. La noche anterior, con él aquí, había sido única. Había algo en su forma de estar que parecía llenar el aire, darle peso. Ahora, en su ausencia, ese peso se había convertido en un vacío casi palpable.

—Qué sensación más extraña —murmuré, rascándome la cabeza mientras intentaba descifrar lo que me inquietaba.

La verdad era que no necesitaba pensarlo demasiado. Shadow había dejado algo tras de sí, aunque no sabía si era su recuerdo o algo más. 

Caminé hacia el sofá y me dejé caer de espaldas, extendiendo los brazos como si intentara abarcar el vacío del lugar. El suave zumbido de la ciudad entraba a través de las ventanas abiertas, mezclándose con el eco de mis pensamientos.

No podía evitarlo: seguían regresando a él. A su forma tranquila de ser, esa calma casi imperturbable que parecía envolverlo. Y, sin embargo, había algo más. Algo en la manera en que me miraba, en cómo simplemente estaba ahí, conmigo, que me hacía sentir cosas que no terminaba de comprender. No era solo la diversión del día, ni siquiera su compañía. Había algo en Shadow que removía algo dentro de mí.

—¿Por qué estoy pensando tanto en esto? —pregunté en voz alta, como si el silencio pudiera responderme.

Giré la cabeza hacia la ventana. Las luces de la ciudad titilaban a lo lejos, difuminadas como estrellas perdidas en el horizonte urbano. El sonido de los autos, normalmente reconfortante, ahora parecía lejano, casi ajeno, como si estuviera viviendo en un espacio aparte del mundo. Una burbuja donde solo existía el eco de lo que había sido hoy.

Invisible stringWhere stories live. Discover now