Al día siguiente, no fui a la universidad. Había amanecido con una fiebre horrible, probablemente por el frío de la noche anterior, cuando me quedé esperando el camión.
—Maldita fiebre, sigue alta... —murmuré mientras miraba el termómetro, que aún marcaba 39.3 grados—. Ojalá Tails regrese pronto...
Me sentía pequeño, vulnerable. Como si necesitará a alguien cerca solo para estar bien. Decidí volver a dormir, aunque no estaba seguro si el cansancio era real o el efecto del medicamento que Tails había dejado junto a mí.
Me desperté sudando, con el calor de la fiebre apoderándose de mi cuerpo. Intenté levantarme para ir a la cocina a buscar agua, pero el mundo parecía girar alrededor de mí. Cada paso que daba me hacía tambalear, y sentí que la realidad se desvanecía, como si todo fuera un sueño.
—¿Tails? —mi voz apenas salió, débil y quebrada. Pensé que había escuchado la puerta abrirse, pero mis rodillas no resistieron y caí al suelo.
—¡Sonic, estás ardiendo! —la voz era grave, con un tono bastante preocupado.
¿Era de Shadow? No podía ser. Estaba delirando sin duda
—Eso pasa cuando tienes fiebre —dije con una sonrisa débil, tratando de restarle importancia.
—Es increíble que sigas bromeando en un estado como este —respondió, acercándose rápidamente.
Sentí que me levantaban en brazos, llevándome de nuevo a mi habitación. La fiebre nublaba mi mente, pero algo logró atravesar esa niebla.
«Huele a lavanda.»
— Qué olor tan reconfortante — susurré, antes de dejarme llevar nuevamente al sueño.
Cuando desperté de nuevo, sentí mi cabeza húmeda. Con esfuerzo, llevé una mano a mi frente y noté una toalla mojada sobre ella. «Tails debía haber llegado mientras dormía» pensé.
Pero cuando la puerta de mi habitación se abrió, lo que esperaba era ver a Tails... y, sin embargo, me quedé sin palabras.
Ahí estaba Shadow, parado en el umbral.
—¿Qué haces aquí? —mi voz sonó confusa, y mi mente apenas podía procesarlo.
—Vine a cuidarte. Tails me dijo que estabas mal, con fiebre alta, y que tenía que irse rápido a su turno. Me pidió el favor de quedarme un rato contigo —dijo Shadow, su tono serio y directo.
— Perdón si esto te causó problemas — murmuré.
Pude escuchar los pasos de Shadow acercándose. Cuando estaba cerca de mi sentí el frío de sus manos en mi rostro. Un escalofrío recorrió mi cuerpo ante el contacto, pero, curiosamente, no me resultó incómodo. Era casi reconfortante.
— ¿Todavía te sientes muy mal? — Su voz sonaba más suave de lo que esperaba, incluso con un toque de preocupación que no había oído en él. Era como tierno.
— No, bueno, sí. Estoy bien — respondí rápidamente, evitando su mirada, intentando sonar más convincente de lo que realmente estaba.
Su mano permaneció en mi rostro un momento más, y por un segundo, el tiempo pareció detenerse.
— ¿Quieres que te traiga algo de comer? — Su voz tenia una ligera suavidad.
— La verdad, no tengo hambre
— Sonic.
La suavidad de su voz, esa mezcla extraña de gravedad y ternura, me dejó sin defensas. Fue como si algo dentro de mí se sintiera tan diferente.
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Invisible string
Romance...¿Hubo pistas que no vi? o simplemente ¿Todo el tiempo hubo alguna cuerda invisible que te ataba a mí?... Sinopsis: El amor no siempre se comprende de inmediato, especialmente por quienes, de alguna manera, lo rechazan, tal vez porque no lo recon...
