Cómo las chicas antipáticas descubren su sexualidad y las personas lo arruinan

128 9 0
                                    

Lo admito, me gustan los títulos largos... Hay algo sobre ellos que me encanta, quizá es que no dejan mucho a la imaginación, apenas leerlos te dan una idea muy completa de lo que estás a punto de procesar, ¿Qué les dice eso sobre mi? Que no me gustan las sorpresas; no quiero ser mal entendida, me gusta cuando entro a una habitación en mi cumpleaños y hay un pastel y amigos con comida para mi... Bendita comida, pero odio de verdad toparme con algo que me rompa el corazón de repente. Entonces, todos odiamos las sorpresas.
No sé si soy la única persona a la que le pasa esto, pero al mirar atrás en mi vida, me avergüenzo de tantas cosas sobre mi: De la forma en que solía ser, y de la forma en que dejaba que las personas me trataran, también aborrezco aquellas oportunidades que no tomé, las decisiones estúpidas que hice, y más las acciones impulsivas que no pude reprimir; me veo el día de hoy y soy una persona del todo diferente... ¿Tenían que pasar 18 años de mi vida para sentir que era yo misma? Sí. Tenían que pasar 18 años y un par de cosas que enlistaré a continuación:
• Aquella vez que me pusieron a decir el Juramento a la bandera en una ceremonia cívica de la escuela. (Y esto qué tiene que ver?) Por supuesto que me lo sabía, llevaba 6 años de mi vida repitiéndolo todos los lunes por la mañana, pero ahora que sería yo quien caminaría hacia el centro con tanta rectitud y con el brazo derecho apuntando a mi símbolo nacional, se me había borrado por completo, así que lo estudié como jamás he estudiado nada en mi vida, lo aprendí como una religión, y terminó siendo tan literal que aún hoy en día me pinta la cara de rojo.
Bandera.
(Padre nuestro)
Bandera de México.
(Que estás en el cielo)
Símbolo de la unidad de nuestros padres y de nuestros hermanos.
(Santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino)
Te prometemos ser siempre fieles.
(Hágase su voluntad así en la tierra como en el cielo)
A los principios de libertad y de justicia
Que hacen de nuestra patria
(Danos hoy nuestro pan de cada día)
La nación independiente
(Y perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden)
Humana y generosa
(No nos dejes caer en tentación)
A la que entregamos nuestra existencia
(Y líbranos del mal)
AMÉN (firmes, ¡ya!)
Para ahorrarnos el tiempo que toma procesar mi (absurdo) intento de comparación de métrica, sí... Dije "Amén" al final en vez de dar la orden de firmeza. (Ja) y ahí aprendí que cuando cometes un error, la gente se encarga de que todos se enteren.
Por supuesto que en ese entonces no existía para mi más amor que el que sentía por mi familia, y las incontables veces que mis compañeros de clase me gritaban "hija de dios" no se sintieron tan mal como otras cosas, y eso me lleva al punto dos de la lista.
• Aquella vez que Cynthia estaba llorando como bebé porque Jacob la había golpeado con la pelota, y yo corrí a ella con los brazos abiertos, me paré justo frente a ella y su reacción fue darse la vuelta y abrazar a Alejandra. Hubiera estado bien si Alejandra fuese su mejor amiga, pero no lo era, yo lo era... Y el tercer hecho irrefutable es que la amistad siempre es relativa.
¿Por qué no me abrazó? Ese mismo día había escuchado que la mañana siguiente despedirían a nuestro profesor, y corrí a contarle a Alejandra: ¡Tengo algo que decirte, y es muy malo! Ella me miró unos segundos con su cara de 13 años, mayor a la mía, y me preguntó: ¿Qué, te gustan las mujeres?
Admito que esa pregunta me dejó pensando por varios años...

Hablando de Paula, mi gran amor.Where stories live. Discover now