Prólogo.

1.1K 45 4
                                    

Un día más tuve que apagar la maldita alarma, un día más y sería fin de semana para descansar.
Salí de mi relajante y cómoda cama y fui directamente a darme una ducha, esta no es la típica escena en donde dice "Me despoje de mi ropa y abrí el grifo" ¡No! ¿A quien rayos le importa el como te bañas o vistes? Supongo que a nadie, pero son escenas que en ninguna historia faltan en fin.

Mi vida era un poco alocada, digamos que al no tener novio o esposo me era más fácil vivir. No tenía que estarme preocupando por engaños, regalos y dulces y cursis palabras.
Obviamente yo fui hecha con mucho amor, mis padres se tenian un amor incondicional y de ese amor nació esta hermosa criatura que no cree ni creerá en el amor.

Me divertía, iba a bares, fiestas y lo genial de esto era que podía beber y beber y jamás me limitaría nadie, no tendría que preocuparme al pensar en dejar una buena imagen. Esa era yo una chica diferente a las demás, que no creía en los cuentos de hadas ni en el amor.

PérdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora