CAPITULO 21: DAY 3

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– ¡Es lo más lindo que he visto nunca!–grito en susurro.

–Cállate por el amor de dios, le tomaré una foto. –se escuchó el flash de la cámara.

–Maldita sea el flash.

Rubén se retorció entre sabanas y abrió los ojos, topándose con la escena de Allison y Willy en su puerta, Willy con el teléfono en dirección donde estaba acostado. Allison estaba tan emocionada detrás de Willy, con una sonrisa tonta con tan solo verlos.

– ¿Qué se supone que hacéis?–pregunto con su voz más grave y ronca de lo normal.

–Nosotros solo pasábamos por aquí. –Respondió Allison. –El desayuno está listo. –sonrió victoriosa.

–Y la foto también. –se la mostro a Allison.

Rubén noto como aún seguía en la misma posición en la que se acostó. Mangel aun lo tenía entre sus brazos, con el mínimo detalle de que sus piernas estaban entrelazadas. Rápidamente se alejó y se sentó en una de las esquinas de la cama. Mangel se despertó alarmado.

– ¡Dame el móvil, gilipollas!–le grito levantándose de allí.

Willy salió corriendo riéndose a carcajadas mientras Rubén lo persiguió hasta la sala. Parecían un par de niños pequeños peleándose por un juguete.

–Exijo que me muestres la foto.

–Quedo mona.

–Exijo verla.

–La vas a borrar.

–No la voy a borrar.

–No te la voy a dar igual.

– ¡Que me des el puto móvil, joder!

– ¿Qué está pasando aquí?–se acercó Samuel restregando sus ojos, aun con sueño en la cara.

– ¡Dile a tu novio que me dé el móvil! –grito. Willy soltó una gran carcajada.

– ¿Willy?

– ¡Va a borrar la foto, no lo permitiré!

–Solo quiero verla. –resoplo.

– ¿Qué foto?

Willy se escondió detrás de Samuel y le mostro la foto con miedo. Samuel la vio y soltó un pequeño 'ow' de sus labios. Guardo el móvil en el bolsillo trasero de su pantalón.

–Nadie más verá la foto, entonces.

– ¡Samuel!–protesto Rubén. Samuel simplemente todo la mano de Willy y se adentró a la cocina. No tuvo más remedio que dejar la foto en paz.

Mangel después de un largo rato en la cama, se levantó por su desayuno. Pero antes de que saliera, Rubén lo traía en la mano. Mangel lo miro extrañado pero aun así le regalo una de sus lindas sonrisas.

–Aquí está su desayuno, joven.

Mangel agradeció con un leve asentimiento. Ambos se sentaron de nuevo en aquella cama.

–Dentro de un rato iremos al arroyo otra vez. –sonrió. – ¿La estas pasando bien?–pregunto para iniciar tema. Mangel asintió con un último de pedazo de tortilla en su boca, lo hizo a un lado. A Rubén le causo gracia. –Yo igual, a pesar de qué siempre me la paso en fiestas.

Mangel saco su móvil y abrió el block de notas, escribiéndole a Rubén en ella: Es bueno despejar tu mente de vez en cuando de esas cosas.

– ¿A cuántas fiestas has ido?–pregunto de repente.

Mangel señalo su dedo, tratando de decirle que solo había asistido a una. De hecho, fue la de Rubén.

More Than Words. (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora