Capítulo 52

3.4K 168 106
                                    

Fiscal Ricardo Pino.

Nelson cerró con fuerza la puerta de mi oficina, entiendo su molestia al no querer juntarse con los ejecutivos y con Richard Sackler para intentar llegar a un acuerdo, pero no podemos hacer nada más que escuchar lo que nos quiere decir. Aprieto con fuerza mi bolígrafo porque la reunión con el fiscal general de Madrid fue una advertencia de que a la farmacéutica no le está gustando nuestro caso.

—¡No puedo creer que tengamos que escuchar a esos putos narcotraficantes! —Exclamó con odio Nelson—. Lo están haciendo, están tirando este puto caso bajo la alfombra.

Javier levantó las manos al aire como pidiéndole que se tranquilizara.

—Solo iremos a escuchar que nos tiene que decir los hombres de trajes y ya—asegura Javier.

—Ojalá fuera tan sencillo, pero los Sackler tienen comprados a muchos políticos que son diputados y senadores—respondo y tiró varios documentos donde se puede ver que las campañas políticas fueron financiadas por esta compañía—. Y tendremos que escuchar lo que nos ofrece.

Nelson tomó los documentos y comenzó a hojearlos con una velocidad que me sorprendió. Ojalá fuéramos directo al juicio y no a una negociación, pero no me echaré para atrás sobre lo que estamos pidiendo.

—Escuchen, no nos echaremos para atrás sobre lo que estamos pidiendo que son 600 millones de euros y que la retiren del mercado por un etiquetado falso. Ahora iremos a ver AEMPS que por fin se dignaron a vernos y le preguntaremos cómo fue posible que aprobaran una graficas que están manipuladas —les informo a mis compañeros y Nelson deja con odio los documentos en mi mesa—. Seguiremos trabajando para tener un caso tan sólido que ellos no podrán ganar ni con todo el dinero del mundo.

Javier me dio una sonrisa.

—Eso me gusta, vamos a ver que tiene que decir nuestros amigos del gobierno, ya es hora de escuchar su versión sobre cómo dieron luz a esta droga mágica, ¿Quieres levantar un caso contra ellos después, jefe? —Preguntó Javier con una ceja alzada.

Me pasó un dedo por mi boca porque me encantaría, pero no nos dejaría el gobierno porque se cuestionaría a ellos mismo, pero sí me gustaría abrir un caso en contra de Curtis Wrigth solo que está difícil porque la farmacéutica lo protege demasiado, pero lo voy a hacer.

—Ustedes saben que no nos van a dejar abrir un caso en contra de AEMPS, pero si quiero hacerlo en contra Cursti Wrigth—digo dando toques con mi bolígrafo—, pero la farmacéutica lo va a proteger.

—Podemos intentarlo, quiero decir que tenemos evidencias contra él sobre cómo ayudó a su aprobación—dijo Javier con una mueca—. Además, que seamos sinceros AEMPS jamás va admitir su error porque eso quiere decir que el gobierno falló y ellos no se equivocan.

—¡Putos políticos de mierda! —insulta Nelson con molestia—. Los odio de verdad solo les importa el puto dinero. Gente que se vuelve rica al costo de dolor y daño de la gente que trabaja de forma honesta, me jode.

Una sonrisa apareció en mis labios porque Nelson tenía un gran odio por los políticos que me encantaba y me hacía admirarlo aún más por su trabajo porque es un fiscal que no se compra con dinero.

—Bueno, tenemos una linda cita con nuestros amigos, vamos caballeros—dijo Javier levantándose de la silla y lo imito—. Y Nelson solo te pido que no seas tan agresivo con ellos, le gusta que sean amables.

Nelson rodó los ojos con fastidio.

—¡Amable mi culo! —respondió enojado que nos hizo reír a Javier y a mí.

*****

Entramos en la oficina de Julio Núñez encargo del departamento de gráficas científicas y estrechamos su mano donde nos pide que nos sentemos. Nos quedamos unos segundos en silencio y le doy un pequeño golpe a Javier para que hable ya que siempre es más amable.

Insuperable EfímeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora