Capítulo 39

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—Viene por ti, mi diosa—susurra sobre mis labios y mi vista baja por unos segundos a sus labios—. Quiero que vengas a mi estudio, pase esta noche conmigo, ¿aceptas?

Siento como una mano se posa en mi muñeca y me tira hacia atrás todo lo que puedo ver, ahora es la espalda de Rafael e intento soltarme de su agarre porque me está apretando demasiado la muñeca.

—¡Oye amigo, ella está conmigo! —Exclama enojado Rafael e intento soltarme, pero no me deja—. Vete a buscar a otra chica.

Los ojos de Asher echan chispa y fija su vista en el agarre que doy un tiro donde por fin me suelta. Me alejo porque no quiero dramas. Yo sabía que Rafael seguía siendo un imbécil manipulador, ni siquiera creo que me siga amando, simplemente no es capaz de aceptar que estoy enamorada de otra persona por su orgullo de macho.

Salgo de la discoteca para tomar un poco de aire fresco y me apoyo en la pared porque este era motivo por el cual no quería venir en un principio y ya no tengo ánimo de entrar y fingir que estoy bien. Lo único que quiero es comer chocolate y ver películas de romance donde al final los protagonistas siempre quedan juntos.

Le escribo un mensaje a Emilio y Rebeca de que me regreso al departamento. Cuando alzo la mirada veo que Asher me está mirando entre molesto y preocupado y noto que tiene su labio un poco hinchado.

—¿Te peleaste con Rafael?

Él suelta una risa irónica y se pasa una mano por su pelo, sus nudillos están raspados y sangrando un poco. Tomó su mano para examinarla, pero la quita con brusquedad y dejó escapar un suspiro ¿Qué hago aquí con él? ¿Por qué me sigo acercando a él? —Pregunto a mí misma.

—No vas a contestar a mi pregunta—digo enojada y él niega con la cabeza—. Bien, entonces vete con tu novia y a mí dejas en paz que estoy cansada de tanta mierda.

Realmente estoy cansada de tanta mierda, por una parte, la madre de Asher que no deja de llamarme, mandarme mensajes y aparecer en mi apartamento y tener que lidiar ahora con Asher y Rafael me está superando. Pienso lo genial que sería tener un poco de LSD en mi boca en estos segundos para olvidar todo por un par de horas, pero lo descarto rápidamente.

— Quiero que vengas a mi estudio, pase esta noche conmigo—repite sus palabras marcando cada una con su acento ruso. Pestañeo varias veces porque acaso no me escucha o simplemente no quiere responder mis preguntas—. ¿Aceptas? Tienes unos minutos para pensarlo.

Suelto una risa sarcástica y niego con la cabeza.

—¿Por qué yo aceptaría ir contigo? —Pregunto con un tono desafiante en mi voz.

—Porque me amas, mi diosa—responde con una sonrisa presuntuosa—. Y soy el hombre que te vuelve loca con solo tocarte.

—Te recuerdo que tienes novia.

—Yo no la amo y solo la uso para poder liberarte de mi madre, ya te lo expliqué—rebate con un tono de diversión y sus ojos me dan un breve, pero intenso chequeo—. Te ves ardiente, por cierto, mi diosa.

Dejó escapar un suspiro y cuanto del uno a diez en mi mente porque para Asher es fácil decirme que pase con él la noche, pero para mí podría ser lo peor porque no sé si su madre lo está espiando y si nos ve juntos ella podría sacar a la luz esas fotos que nos haría mucho daño como familia.

—No, lo siento, no puedo, Asher, escogí a mi familia y siempre serán ellos—susurro con la voz rota—. Te quiero, pero ellos son lo más importante que tengo en mi vida y no puedo ser egoísta de nuevo.

Él pestañeó varias y la nuez de su garganta sube y baja porque le duelen mis palabras, pero es que es cierto, siempre voy a escoger a mi madre y mi abuelo por encima de un hombre después de todo lo que ellos han hecho por mí, no podría darle la espalda. El bufete muy importante para mi abuelo es su herencia de su familia.

Insuperable EfímeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora