Capítulo 27

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Asher

Me saco el casco de mi moto y miré el enorme edificio de mis padres. Me paso la mano por mi pelo despeinado aún más, no quiero estar aquí, pero las amenazas de mi madre van en aumento en estos tres días y sé que es muy capaz de enviar sus matones a buscarme, no sería la primera vez que hace eso.

Presiono el botón del ascensor y una joven de cabello rubio entra conmigo. Ella me mira de reojo y yo me apoyo contra la pared para que deje de mirarme, no es que la chica no sea guapa, pero no tengo ojos para alguien más que no sea Kaira. Me arremango más mi camisa en mis brazos y escucho un pequeño suspiro.

—Hola, ¿Trabajas aquí? —Pregunta una dulce voz.

Levantó la vista y me topo con sus enormes ojos cafés que me miran con mucha curiosidad como si fuera un experimento o algo así. Alzó una ceja y niego con la cabeza.

—No—contestó de forma fría, contestando un mensaje de Kaira donde me decía que hoy no podría verme porque estaba en la casa de su abuelo.

Ella se aclaró la garganta y se puso un mechón de pelo detrás de la oreja. Le di una sutil mirada de arriba y abajo y tengo que decir que tiene bonito físico, pero repito mis ojos son solo para Kaira. Si estuviera soltero quizás le daría mi número, pero ahora tenía una diosa de novia.

—Y necesita que te ayude a encontrar la oficina porque el edificio es grande y te puedo ayudar si quieres—se ofreció amablemente.

Me quedé varios segundo mirándola fijamente y pude notar como sus mejillas se sonrojaron y movía sus pies de adelante hacia atrás. Curvó mis labios y chaqué la lengua.

—No. Tengo novia, pero gracias por tu ofrecimiento—conteste con cierta ironía y ella se sonrojó aún más. Miré el número, vi que me faltaba tres pisos para llegar al último piso del edificio.

—¿Pero tu novia no está aquí?

Solté una risa por sus palabras porque la chica tenía agallas, pero no me interesaba en absoluto. No dije nada y me concentré en mirar mi teléfono esperando una respuesta de Kaira a mi mensaje, pero no llegaba y me sentía incómoda con las miraditas que me mandaba la chica, por fin el ascensor abrió sus puertas.

Salí rápidamente del ascensor, pero podía sentir como la chica me seguía. Puse los ojos en blanco y caminé directamente al despacho de mi madre, ni siquiera toque la puerta cuando entre. Mi madre levantó la cabeza y me dio una pequeña, pero fría sonrisa que hizo que se me pusieran los pelos de punta.

—¿Qué hace ella aquí? —preguntó con un tono frío y apuntó a la chica detrás de mí. La miro de reojo y ella se fue rápidamente—. Te estabas acostando con ella o le metiste manos en el ascensor de camino a mi oficina. Nunca vas a cambiar, Asher—dijo con un tono de voz de asco.

—Tengo novia—conteste de forma seria y cerrando la puerta con más fuerza de la necesaria—. ¿Qué mierda quieres, madre?

Ella se levantó de la silla y se alisó su vestido verde esmeralda que marcaba su perfecta figura. Se colocó el pelo hacia atrás y se acercó a mí dónde di varios pasos hacia atrás, pero ella aun así me dio un beso en la mejilla.

—Quería verte hijo, te extraño y sabes que te amo—respondió con una sonrisa y acariciando mi mejilla.

Puse los ojos en blanco y mostré una sonrisa irónica que hizo caer la mano de mi madre.

—Pues tienes una manera muy rara de quererme, madre—comente con un tono de burla y ella dio varios pasos hacia atrás—. No creo que otras madres amenacen a sus hijos con sus matones. Acaso me ibas a secuestrar si no venía hoy como otras veces, ¿verdad? Le ibas a pedir a tus dos matones que me noquearon para llevarme a tu casa en contra de mi voluntad.

Insuperable EfímeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora