- Mamá... - Empecé a excusarme pero algo en su cara me detuvo.

- Dylan. - Soltó un suspiro. Era difícil ignorar como sus ojos se comenzaban a cristalizar por las lagrimas contenidas. Estaba claramente recordando los golpes que mi padre me había dejado en mi piel cuando era niño. - ¿Sabes que hay gente que sigue buscando a Emily?

Trague fuertemente. Recordé lo que el mensaje que Mia me había enviando durante la cena decía. Ella estuvo escuchando una reunión que su padre, el Sheriff, había tenido con alguno de los cadetes en su casa para hablar sobre el caso de Emily.

- Lo se... Pero má, he escuchado que quieren descartar el caso. No hay nada, es como si Emily se hubiera ido de la tierra - Le dije.

Su postura cambió rotundamente. El estado de miedo y debilidad fue remplazada por una mas firme.

-¿De dónde has sacado eso? - Preguntó ella frunciendo el ceño y cruzando sus brazos.

- De unos patrulleros al pasar. - Mentí. No iba a meter a mi rubia amiga en esta discusión, era consciente de que si le decía la verda da mi madre, iría corriendo a su casa a golpear a Jeff.

Me examino lentamente.

-¿Entonces piensas que tú la encontraras?¿En una noche? - Interrogó. Esta era una táctica que usaba para sacar locas ideas de mi cabeza. Intentaba hacerlo parecer como algo sin sentido así me retractaba. Pero nunca había conseguido hacerlo, y esta no sera la excepción.

- Quizás. - Respondí fríamente. - A diferencia de ti, no la doy por muerta.

-¡Dylan! - Exclamó asombrada. Sabía que mi comentario le había dolido, pero no me importaba. Ya estaba cansado de que insistiera deque esperara, ella creía en que los investigadores encontraran algo.Todavía tenía esperanza. Y yo igual, pero no me quedaría de brazos cruzados, esta situación era mi culpa, si no hubiera propuesto a jugar a las escondidas nada de esto habría pasado. ¿A quién demonios se le ocurre jugar a las escondidas en medio de el bosque ala noche? Vaya niño estúpido.

- Lydia, ¿sucede algo? - Phoenix entro interrumpiendo a la cocina observando la escena frente a ella detenidamente. En el ambiente se sentía un sofocante aire que hacía mas que obvio que nos encontrábamos discutiendo.

Observe a la castaña intrusa ¡Que intenso momento ha interrumpido! Esperaba que se diera cuenta de que no eramos tan perfectos como pretendíamos serlo.

-No ha pasado nada... - Contestó mi madre apartando su mirada de mi persona. Había vuelto a su actitud de "millonaria perfecta" y puras sonrisas. Alisando su falda, miró a Phoenix con seguridad para luego palidecer al observar sobre el hombro de la misma.

-¿Qué sucede aquí?- Mí padre habló demandante detrás de Phoenix. Fingía serenidad, pero estaba mas que claro que algo había pasado aquí y eso lo hacía enojar. Era una persona la cual necesitaba tener control, su vida era constantemente ser jefe y al igual que sus empleados, nosotros también eramos parte de su empresa llamada vida.

¡Diablos!Si el supiera a donde estaba a punto de ir no serian buenas noticias para mi madre y para mi. Él no dudaría ni dos minutos en partirme la cara, pero por mas que no le tuviera miedo, era cansador disfrazar sus golpes con mentiras de peleas callejeras. Una de las cosas por las que las personas me tenían como un chico malo, era por los golpes que muy pocas veces decoraban mi piel. Me las había arreglado para que todos creyeran que eran producidos por peleas callejeras o por controversias en juegos de apuestas, logrando darme la fama de todo un luchador. Aunque muchas veces eran ciertas, muchas otras habían sido escusas baratas para ocultar los arranques de furia de mi padre hacia mi persona. ¿Por qué no decía la verdad?La imagen familiar era importante para nosotros, imponíamos respeto por nuestra gran cantidad de dinero y empresa. Y digamos que ser el hijo de millonarios, traía cosas buenas, como el que nadie se metiera contigo.

-Pues... - Hable nerviosamente. Me sentía como un niño pequeño, lo último que esperaba de esta noche era que la mierda fuera sacada de mi cuerpo. Mi lista de mentiras se borró de mi mente dejándome en blanco. Una parte de mí temía que alguna mi padre golpeara a mi madre, era consciente de que había una pequeña posibilidad de que fuera así, por lo tanto nunca me enfrentaba al él cuando se enojaba, ya que era consciente de que mi madre era mi debilidad y que él se las viera con ella.

-Dylan iba a mostrarme un poco el pueblo. - Dijo Phoenix provocando que tanto mis padres como yo la miráramos sorprendidos.

Esta chica ni me conocía y me salvó de una grande. El cuerpo de mi madre se calmó rápidamente, se encontraba aliviada igual que yo y seguramente ya estaba pensando una manera de agradecerle a Phoenix.

Mí padre llevó su penetrante mirada a mi. Era confuso para él el que le hayan dicho que me ofrecí a tal cosa. Él sabía con que tipo de chicas me ligaría, y sabía lo suficiente de mí para notar que Phoenix no era una de ellas. Además de que era un acto generoso, y que de generoso no tengo nada. Todo lo que hago y que no tenga que ver con mis dos únicos amigos, era por puto interés.

-¿Eso es cierto, hijo? - Me preguntó con un pequeño tono amenazante detrás de su voz el cual, claramente logre captar únicamente yo, ya que mi madre no dejaba de observar a Phoenix como si fuera un ángel.

Llevé mi mirada por Phoenix, para asegurarme de que quiere ir conmigo adonde sea que vaya a pesar del frió que hacía afuera, ella asintió levemente con la cabeza levemente.

-Si, padre. - Respondí, llevando mi atención hacia el. Hace tiempo ya que había perdido mi amor hacía su persona, por lo cual ya no le decía papá ni Tom el cual era su nombre, sino padre.

Su postura se relajo y me entrego una sonrisa la cual parecía sincera.

-Pues me parece bien. - Dijo. - Phoenix, ponte tu abrigo, la temperatura baja a la noche en este pueblo. - Le dio una leve palmada en el hombro para luego marcharse seguido por mi madre la cual me otorgó una mirada de advertencia antes de retirarse.

- Entonces... - La muchacha de ojos azules habló curiosa quitando mi atención de la puerta por la cual mis padres se habían ido. - ¿Adónde iremos?

The Wolves (WESTERWOOD #1)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon