Igneous【myg+pjm】

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Para sorpresa de ambos y para la tranquilidad del alfa, luego de haber sido mordido por Jimin este inexplicablemente consiguió sentirse más tranquilo en relación a su celo, pues las feromonas que liberaba antes de la mordida eran con claras intensiones de atraer al lobo de manera sexual, mientras que posterior a la mordida su aroma se volvio suave e incluso agradable, haciendo sentir a Yoongi cómodo y no con la necesidad de aprovecharse del zorro. Pues luego de lo que estaba seguro era una marca, su celo se había adelantado en toda regla, haciendolo sentir extremadamente caliente y sensible, pero a medida que el aroma del menor se atenuaba el suyo propio tambien lo hacía.

Ahora ambos se encontraban recostados en la amplia cama, a espera de la llegada del médico pues Yoongi no estaba dispuesto a esperar al termino del celo de ambos para ser revisados, no luego de levantarse al baño y vislumbrar en el espejo la marca de los dientes del menor en su cuello. La morida era tan rosada y brillante como la que Seokjin llevaba orgulloso en su nuca, lo cual le producía un escalofrio y no de mala manera.

Su contraparte lobuna parecía extasiado al llevar sobre el la marca de Jimin, haciendolo sentir avergonzado por lo bien que se sentía "pertenecer" a alguien, aun cuando detestaba a los alfas que veían a sus omegas como un objeto de su propiedad y no como personas, sentía que entre ellos era diferente. Ya que su deseo de llamar a Jimin "suyo" iba más allá de lo físico, él quería ser dueño no solo del cuerpo del zorro sino tambien de su corazón, de sus pensamientos y de su amor, por muy cursi que pudiera sonar.

Quería que el hermoso pelinaranja que se abrazaba a su costado fuese suyo en cuerpo y alma, tal cual él quería ser del menor. Y ese deseo había incrementado luego de enterarse como Jooheon había sido rechazado tan cruelmente por el joven que interponiendose  en su campo visual intentaba llamar su atención.

-Alfita, tengo hambre. -Soltando una suave risa se sentó en la cama arrastrando con él al zorro, demasiado encantado con el apodo que el menor le había dado.

-¿Quieres que pidamos servicio a la habitación? -Jimin solo asintió sin poder apartar la mirada del cuello y pecho del mayor, pues luego de la mordida este había tenido que quitarse su pijama pues con la sangre y otros fluidos en sus pantalones no podía continuar con esa ropa, quedando unicamente en ropa interior.- ¿Quieres verla? -Preguntó haciendo enfasis a la marca, recibiendo un pequeño y casi imperceptible asentimiento.

Girandose en la cama le dió la espalda al menor para que así tuviese una perfecta vista de su cuello, escuchando atento como un extraño chillido se comenzaba a formar en la garganta del zorro, llevándolo a hacer lo mismo comenzando a emitir un bajo gruñido por puro instinto. Ambos se estaban reconociendo de maneras que jamás habían imaginado, yendo todo más allá de lo físico o carnal, siendo todo instinto y torpeza que los hacía sentir como niños en su primer noviazgo, aunque para Jimin esto era así.

Con suavidad llevó una de sus pequeñas manos hasta el cuello del lobo dejando allí una pequeña caricia que mando corrientes electricas por la piel de ambos, sacandoles suspiros que no pudieron contener. La hipersensibilidad propia del celo los atacaba a ambos provocando cosquilleos en su piel y agradables sensaciones que jamás habían experimentado, aunque esto último solo uno de ellos lo sabía.

Desde el momento en que su relación había pasado a ser algo más que solo palabras y habían compartido los primero besos, por la mente de Jimin el pensamiento de no ser suficiente para el lobo era algo constante, tanto que poco a poco se había vuelto una inseguridad en especial al darse cuenta de lo experimentado que era Yoongi a la hora de besarlo o tocarlo. Y ahora que a pesar de ser un omega o una mezcla de este, en celo y completamente dispuesto a recibir al alfa, ver como este no parecía ni un poco interesado en estar con él, hacía crecer su inseguridad sin saber que el lobo se sentía de la misma forma, creyéndose incapaz de satisfacer al hermoso zorro con su nula experiencia en la intimidad.