08

18 4 0
                                    

     Taehyung miraba alrededor a la misma vez que ingresaba al pequeño apartamento. Podría decir que a Jimin le tomó un largo periodo de tiempo asegurar que ya era posible llegar.

Honestamente, el pelirrojo no entendía la razón y tampoco se daría mala vida con eso.

—Disculpa el desorden —mencionaba el de menor estatura y dejaba una bolsa con ingredientes de cocina en el mesón.

—No te preocupes —dijo Taehyung, sacó su abrigo y se sentó en el pequeño sofá, el cual era, al parecer, el pequeño espacio de la sala.

—¿Te encuentras mejor? —Preguntó Jimin y empezó a sacar las cosas de la bolsa— No tienes que contestar nada privado si te incomoda. No te preocupes.

Taehyung lo pensó por un rato y asintió, mostrando algo de comodidad en ese gesto.

—Estoy mejor gracias a ti —aseguró, se colocó de pie y se acercó a la cocina—. ¿Cómo puedo ayudarte? —Preguntó y dobló las mangas de su camisa con el fin de colocarse a disposición del pequeño castaño.

—Báñate, primero —pidió el mencionado.

—¿Tan sucio me veo? —Preguntó con sorpresa el menor.

—Simplemente… se nota que no has logrado relajarte en todo el día —soltó el comentario y mostró una pequeña sonrisa—. Tengo ropa que podría quedarte.

Taehyung lo observó por un rato, hizo media sonrisa al sentir cálido su pecho y después asintió. Mucho antes, no hubiese creído que alguien a excepción de cierta persona, se preocupara por él de esa forma.

¿Podía considerar, justo en ese momento, que el pelirrojo había conseguido un amigo?, ¿uno de verdad?

—¿Dónde está el baño? —Decidió no nadar más en su cabeza.

—Al final del único pasillo que veas —respondió el castaño, a la misma vez que lavaba sus manos.

—Gracias. —No dijo más y tomó la dirección dada.

Jimin soltó un suspiro profundo al saber que el hombre de su padre no estaba por los alrededores. Desde que había regresado, le impresionaba cómo Park Seung intentaba acercarse y reparar una relación que, si era honesto ese castaño, nunca existió.

¿Cuál era su fin? No lo sabía. Y es que Jimin prefería no indagar más en el tema y concentrarse en lo que estaba preparando.

[…]

     Un día pasó muy rápido y Jungkook se mantenía frente a un apartamento que ya conocía a la perfección. No esperó para tocar el timbre, dejar pasar unos segundos y sorprenderse con la imagen que tuvo que presenciar.

—Vaya —habló Taehyung—, al final sí voy a creer que son novios.

—¿En dónde está Jimin? —Preguntó sin más, importándole muy poco las palabras que escuchó con anterioridad.

—Tuvo que irse porque tenía un trabajo en grupo o algo así —respondió con simpleza—. ¿Le digo que estuviste por aquí?

—No, yo lo llamo —iba a irse.

—¿Te gusta? —Preguntó, simplemente por molestar.

Taehyung, a ese punto, había encontrado cierto agrado en fastidiar a esa persona.

—¿Celoso? —Enarcó una de sus cejas.

—Muchísimo, demasiado —respondió con sarcasmo, mientras se cruzaba de brazos.

Jungkook soltó un suspiro, le sonrió con algo de desagrado y al final asintió.

—Para estar en un lugar como este, el lío en el que te metiste, estuvo fuerte, ¿no?

—No te importa, corazón. —Sonrió.

—Aplica esa frase para ti, "corazón" —imitó su forma de hablar, se mantuvo unos segundos observando el moretón de la mejilla del contrario y al final dijo—: Compra una pomada con base de heparina sódica; te servirá para que rescates lo único bueno que tienes. —No dijo más y decidió irse, dejando en completo silencio al pelirrojo.

Taehyung soltó un suspiro y pensó en lo último que dijo aquél grosero pelinegro.

“Lo único bueno que tienes.”

Sí, podría decir que sí.

En completo silencio, el aludido decidió cerrar la puerta, sentarse en el pequeño sofá y dirigir sus ojos hacia el techo.

¿Podría decir que se encontraba en una posición karmica? Él no tiende a creer en esas cosas, pero sí que la estaba pasando muy mal. Literalmente, estaba en uno de esos lugares llenos de moho y que solo te hacen recordar lo malditamente desgraciado que eres.

—Eres muy desgraciado, Taehyung —murmuró para él y cerró sus ojos por unos segundos—. Pero bueno, de peores has salido.

Se palmeó las mejillas en un intento de reaccionar, obviando que una de ellas dolía y decidió colocarse de pie.

Bien dicen que los perdedores no son aquellos que nacen en la mierda. Los perdedores son aquellos que deciden quedarse en ella, sin la intención absoluta de moverse.

[…]


—¿Se ha estado rodeando de personas? —Preguntó Seung, mientras miraba algunos papeles— Eso es bueno, ¿no?

Doyun se mantuvo en silencio por unos segundos, soltó un suspiro y simplemente extendió un sobre al contrario. Dentro de él, se encontraban algunas fotos. Seung frunció su ceño ante esa reacción, decidió tomar el objeto mencionado y sacar lo que allí se encontraba.

Existen muy pocas veces en donde un hombre cómo él se queda sin palabras y sin saber qué hacer ante lo que estaba viendo.

¿Cuáles eran las probabilidades?

¿Era la vida haciéndole entender que no tenía el control de todo?

¿Por qué razón estaba viendo una foto en donde Kim Taehyung se encontraba conviviendo con su hijo?

Inhaló profundo y decidió soltar lentamente el aire de sus pulmones. Esto en un intento de mantenerse centrado y pensar con claridad. Al final, decidió tomar su celular y marcar el número del nombrado.

No tuvo que esperar más de dos tonos, para escucharlo.

—¿A qué se debe la sorpresa? —Preguntó el pelirrojo.

—Necesito verte ahora mismo. Lugar de siempre. No me hagas esperar de forma innecesaria —no dijo más y decidió colgar.

Posó sus manos en su rostro y lo talló con suavidad.

—Si lo piensa bien, puede resultar siendo una ventaja, señor —comentó Doyun, haciendo al contrario dirigir su atención a éste.

—Te escucho.

///

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.

///

Y fuah, desaparezco.

-Gab

Dostali jste se na konec publikovaných kapitol.

⏰ Poslední aktualizace: May 11 ⏰

Přidej si tento příběh do své knihovny, abys byl/a informován/a o nových kapitolách!

I Don't Need A Boyfriend [KOOKV] Kde žijí příběhy. Začni objevovat