M.I.A - Alastor [Hazbin Hotel][+21]

M.I.A [47]

En el gran balcón de la suite, se encontraban dos Ángeles observándose entre el miedo y la ira.

—Recuerdo con detalle haberte amenazado de manera directa para entender con quien no meterte —dijo mientras sus ojos brillaban de un intenso amatista los cuales no sanaron completamente.

—Si, claro que lo recuerdo, no hace falta traerlo nuevamente. Pero entienda, es algo que no podía decir con tanta confianza.

—¿A Charlie? ¿No que es tu pareja? Es una relación a fin de cuentas, se supone de debes darle tu confianza para que sea más agradable la convivencia.

—Lo se, pero es-...

—Excusas, no soy alguien paciente, debes recibir un castigo por eso —sus ojos se volvieron negros e hicieron aparición aquellos cuernos retráctiles que salen cuando se apodera de ella ese lado siniestro haciendo temblar a la peligris. Esta vez, sin moverse de su puesto, dio una gran bocanada de aire y luego se dejó lista para lo que viniera.

—Si así es como debo enfrentar mi pecado, entonces me mantendré firme para enfrentar lo que sea por Charlie y su cariño.

Sacó su lanza celestial y se abalanzó hacia el Ángel quien esquivó el ataque siendo devuelto con una patada en las costillas derechas. Sin pensar mucho, atacó de frente haciendo retroceder a la pelinegra quien esquivaba sin mucho trabajo los golpes. Cuando iba atacar, Vaggie esquivó estirando la lanza cortando la mejilla izquierda de Astarté quien se sorprendió por eso.

Ella sintió la sangre dorada salir lo cual hizo soltar una sonrisa por su parte. Vaggie cegada por salir de una vez de ese círculo vicioso de temor hacia el Ángel frente suyo, se preparó para atacar nuevamente, pero su cuerpo se paralizó de alguna forma.

—¿Pero que mierda? —no sentía la mitad de su cuerpo.

—Bien querida, fue entretenido, pero no hay tiempo para pequeñeces —se acercó quedando frente a frente, Vaggie a pesar de haberla enfrentado, sentía esa incomodidad latente en su ser—. Espero que esta vez, muestres esa actitud cuando se trate de tu vida y la de mi sobrina ante cualquier peligro existente.

—¿Qué? ¿Qué significa eso?

—Significa que aceptaré tu patética existencia delante de mi niña, pero te lo advierto, no quiero ver una sola lágrima en ella por tu culpa ¿Entendido?

—¿Es enserio? —dijo viendo a la mujer de espaldas mientras su cuerpo volvía a sentir movimiento— ¿No es broma, verdad?

—No tengo tiempo para bromas ahora, solo cuídala —dejó su mano en el hombro izquierdo mostrando una sonrisa diminuta para luego desaparecer de la escena.

—Creo que me equivoqué con esa mujer, es más idéntica de lo que parece —dijo para dar por concluida esa terrible amenaza que no la dejaba pensar en paz-. Hora de ir a preparar todo.