M.I.A - Alastor [Hazbin Hotel][+21]

M.I.A [38]

—Te enteraste de la noticia.

—¿Qué noticia es ahora Azrael? ¿La cantidad de muertes contadas en tu lista o ya sé, tu increíble atuendo recién lavado?

—Esta vez no es sobre mí, sino sobre nuestra bella hermanita menor.

—¿Qué ocurrió con ella?

—Dicen que esta aquí por un día para una reunión con los cabecillas del cielo.

—¿Por qué tendría una reunión con esos ancianos detestables?

—Viene como escolta de la preciosa hija de Morningstar.

—¿Desde cuando hace esas cosas?

—No lo sé, solo sé que esta con tu adorado amorcito, Michael.

—Demonios, es la primera cosa que deberías haber dicho —salió corriendo en busca de su hermana, aunque estuviera en una relación con el Arcángel, se notaba su increíble desagrado mutuo—. Maldita sea, espero que no pasé nada en lo que llego.

Corrió hacia el edificio para abrir la puerta que se encontraba al lado de una ya vacía oficina.

—¿¡Ash!? —estaba siendo estrangulada al punto de dejarla inconsciente—. No, para ya, sueltala Michael.

—Hermano... —su voz dejó de escucharse para caer inconciente.

—¿Leo? —el rubio vio como era separado bruscamente y dejado de lado por el pelinegro que sostenía a la mujer completamente desesperado por su falta de reacción—. Escucha yo n-...

—Hermanita, por favor despierta —era el proclamado Ángel de la vida, aunque era malo interferir en el destino, esto era diferente, no quería perder a la única mujer que amaba con todo su corazón—. Vamos, pequeña, despierta.

Poco a poco, el destello brillante desaparecia para que el Ángel abriera los ojos.

—Leo —sus ojos divisaron a su hermano recuperando su tranquilidad poco a poco—. Hermanito, estaba asustada, realmente creí que iba a morir.

—Jamás pasará eso en mi guardia —su mirada pacífica se endureció para observar a su pareja buscando una explicación—. ¿Qué intentabas hacer, Michael? ¿No te cansas de esto? Antes eran simplemente miradas e insultos tontos, pero tocarla... ¿Siquiera paso por tu cabeza el como tomaría esta situación?

—No yo... N-no quería lastimarla, te lo juro —estaba nervioso, no sabía como unir las palabras para explicar el ser desagradable que era su hermana.

—No lo parecía a mis ojos, apretaste su cuello con poder divino y eso realmente es peligroso, casi matas a alguien por un ataque de ira —Leo alzó a su hermana para sostenerla por su espalda y rodillas internas, ella abrazó su cuello apoyando su mentón en el hombro mientras temblaba por la situación traumática que fue casi morir.