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- Despertó la bella durmiente - dijo con humor Hugo - bueno, más Fiona diría yo - agregó entre risas por lo despeinada e hinchada que se encontraba Amor.
Dicha chica no pudo evitar soltar una risa por el comentario de su hermano menor. - Hoy más a la tardecita me voy a juntar con un amigo para despedirlo, pronto se va de Uruguay- comentó casualmente la joven mientras se paraba de su cómoda cama de dos plazas.
- Mirá - alargó la ultima letra - ¿Y tiene nombre tu amigo? - preguntó el menor
- Simón - contestó con simpleza la chica mientras mordía una manzana
- Que nombre más feo - Se burló Hugo, no por que le pareciera un mal nombre, si no por que su personalidad celosa no lo dejaba pensar en nada bueno de un chico con su hermana.
Conversarón anímicamente en la mesa del comedor, contando anecdotas y actualizándose de sus vidas.
Para ambos, no existe un amor tan fuerte como el de hermanos, sobre todo el de ellos dos.
Si Hugo lo necesitara, Amor sería capaz de arrancárse el corazón y dejarlo en sus manos las veces que el le pida. La confianza entre ambos es fundamental para ellos, una confidencialidad que no tienen con nadie más en todo el mundo. Después de todo, la unica persona que nadaría todos los océanos por ti es tu hermano.
Amor aveces quiere agarrarlo y ponerlo en una cajita de cristal para protegerlo de todo y de todos, ella es capáz de morir, vivir y matar con tal de mantener intacta su felicidad. Todos los días se culpa por que el al igual que ella el tuvo que trabajar desde muy temprana edad, como si hubiera sido responsable de acabar con su inocencia.
Siempre están ahí, el uno para el otro. Aún si pelean, si se gritan, si dicen odiarse, siempre son su luz en la oscuridad, y eso nada podrá cambiarlo.
Porque el amor de hermanos es algo que no se puede explicar con palabras, es algo mágico, algo anti natural, algo escencial para la felicidad. Pero claro, solo podrán entenderlo los que tienen la dicha de tenerlos.
El sonido del timbre apresuró a Amor a terminar de aplicarse perfume, lista para la salida casual que tendrá con su amigo.
- Holi - Saludó muy felizmente al ver a Simón parado frente a su departamento
- Hola- devolvió el saludo el moreno con un cálido abrazo.
Amor se despedia de su hermano semi desnudo y despeinado con un beso en la frente - cerrás bien cuando salgas - dijo antes de salir con Simón.
La chica no se dió cuenta, pero el menor si pudo percatarse de la mirada llena de desilusión del moreno al ver a Hugo sin camisa y despeinado, explicando solo con una mirada que sus intenciones con su hermana iban más allá de la amistad.
Caminaban por las calles de Montevideo, la suave brisa les brinda un aire acogedor y las charlas entre ambos fluyen sin mayor esfuerzo. Eso es lo que más les gusta del otro: si bien se conocen hace poco, siempre hubo un hilo invisible de confidencialidad entre ambos.
