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Mientras manejaba por la carretera rumbo a la fiesta de la amiga de mi primo, los pensamientos me invadian

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Mientras manejaba por la carretera rumbo a la fiesta de la amiga de mi primo, los pensamientos me invadian. La música del radio se mezcla con el zumbido constante de los neumáticos sobre el asfalto.

¿Qué estoy haciendo aquí exactamente? en realidad no sé, quizá quiero darle una oportunidad a stiles o a sus amigos, independiente la razón, aquí estoy, con Charlie, Brett y Lori en el auto, rumbo a una noche que promete ser todo menos aburrida. ¿Podré disfrutar de la noche olvidando todo lo que sucedió en la semana? Ojalá. Quizás, entre las risas y las conversaciones, encuentre un momento de emoción que me haga olvidar por qué dudé en venir en primer lugar.

Brett mencionó en sus mensajes que Lori amaneció decaída después de la fiesta de anoche. Al principio iba a sugerir que podría tener resaca, pero luego recordé que los hombres lobo no pueden embriagarse, por lo que descarté esa posibilidad. Charlie propuso la idea de que tal vez Lori tuvo alguna mala experiencia con el sujeto de anoche, aquel individuo con capucha que se la llevó por unos minutos.

Así que el plan de esta noche es convivir con los amigos de stiles y subirle el ánimo a Lori.

Simple.

—Las fiesta de Lydia.— empieza a hablar Brett.—siempre son geniales, casi nunca me invitan asi que no pienso desaprovechar esta oportunidad.

—y yo ahora me pregunto porque no te invitaran.— dice Charlie a mi lado, en el asiento del copiloto.— ¿eres de los que se desnudan sobre la mesa?

—Lo averiguaras esta noche, amiguita mia.

Esta noche no tendré que preocuparme de que me estén vigilando porque en realidad ya estarán todos ahí, será seguro porque estaré rodeada de seres sobrenaturales. solo me queda disfrutar.

Finalmente llegamos a nuestro destino. Con un suspiro de alivio, giro el volante para estacionar el auto en el amplio camino de entrada frente a la casa de Lydia. La música del radio se atenúa mientras apago el motor, y el silencio que sigue es casi ensordecedor.

Charlie, Brett, Lori y yo salimos del auto, con una mezcla de emoción y curiosidad palpable en el aire. La luz de la luna ilumina el paisaje, y el sonido distante de la música y las risas se filtra desde la casa, invitándonos a unirnos.

Cerramos las puertas del auto con un golpe y nos dirigimos hacia la entrada principal de la casa. La brisa nocturna agita suavemente las hojas de los árboles cercanos, creando un ambiente casi mágico mientras avanzamos por el camino iluminado por farolas.

Al llegar a la puerta principal, puedo ver la luz cálida que emana del interior de la casa, y los murmullos... o gritos, se vuelven más audible a medida que nos acercamos. Brett nos guía porque  aparentemente no es su primera vez aqui. Lori parece un poco más animada ahora que estamos aquí.

Con un gesto de determinación, Charlie empuja la puerta principal abierta y nos adentramos en la bulliciosa casa de Lydia. El sonido de la música envuelve nuestros sentidos mientras nuestros pies cruzan el umbral, y nos sumergimos en la fiesta .

ADICTIVO | Derek HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora