ADICTIVO | Derek Hale

Prólogo

Conocía esa expresión en el rostro de Fran, se muy bien que está apunto de decir algo que puede que no me agrade.

—Alexandra, ¿recuerdas esta nueva propuesta que me salió?.— me pregunta mi hermano jugueteando con sus dedos.

Francisco Stilinski es un chico alto y de cabello castaño, tiene 26 años y digamos que es un poco famoso en su área de trabajo. ¿En qué trabaja? es jugador de Hockey, y muy bueno a decir verdad.

Hace meses que su equipo llevaba incontables victorias, gracias a él y sus compañeros. Después de tantos triunfos lograron irse de gira, para tener partidos internacionales, en dos semanas deben irse.

—estuve pensando...

—vaya novedad.— Recibo una mirada fulminante que me hace sonreír.

—Adoro la idea de que vengas a esta gira conmigo, realmente me encanta tenerte conmigo.— siento que viene un "pero" en este momento.— pero no sé si sea lo más conveniente.

—¿de qué hablas?

—este es tu último año de escuela, Lexi

—lo se

—no se si sea una gran idea que lo pases de hotel en hotel con clases virtuales, necesitas estabilidad después de todos estos años de... caos.

oh si, mi hermano se refiere a estos últimos cinco años. Papá era un alcohólico que mataron hace cinco años en una taberna, debía plata a unos tipos peligrosos y bueno... las consecuencias existen papá.

Agradeceré toda la vida que mi mamá nos haya dado su apellido y no el de ese hombre.

La vida no me cambió mucho cuando papá murió, el problema vino dos años después. Mi mamá era una mujer fuerte, astuta, divertida y tierna. Todo el paquete, pero dos años después de la muerte de papá, cuando yo tenía 15 años a mamá le detectaron cáncer. Ese fue el peor año de mi vida, puesto que repetí un año por poner toda mi atención en mi mamá y lo peor de eso fue que Mamá no lo logró, falleció a finales de ese mismo año.

Quedé a la tutoría de mi hermano, así hasta hace unos meses que cumplí los 18. Ahora vivo con él por mero gusto, adoro vivir con él y hasta el momento para él no es una molestia tenerme cerca... hasta ahora.

—¿y tu idea es que me quede aquí a cuidar la casa?

—dios claro que no.— me mira con los ojos abiertisimos.— mi idea es que te vayas con el tío Noah

—¿ah?

—piensalo, beacon Hills es un pueblo lejano a la ciudad, tienen una buena escuela, compartirias tiempo con Stiles, es perfecto

—pero tu no estarias alli

—ya se... pero lo que pasa Lexi es que probablemente aunque te vengas conmigo ni siquiera nos veríamos. Los entrenamientos que nos darán ahora serán el triple, volveré al hotel a dormir solamente, me levantaré antes de que despiertes y volveré al hotel cuando ya estés dormida. ¿te parece conveniente?

lo pienso y la verdad es que por mucho que me gustaría ir con él, Fran tiene razón.

—La escuela empezó hoy en beacon hills.— sigue hablando.— pero estoy mas que seguro que el tío Noah podría arreglarte un espacio en esa escuela, sin mencionar que estarías en el mismo grado que Stiles.

Lo miro aceptando mi realidad, no hay otra opción viable.

—oye yo también te voy a extrañar, chiquita.— se para de su silla y se pone de rodillas frente a mi.— pero yo podría arreglar mi horario y tratar de irte a ver por un dia o dos.

—prometelo.— lo miro desde mi silla. el me sonría

—¿Eso es un si?

—tengo una condicion.— el me mira curioso.— invierte uno de tus tantos millones en arreglar el viejo auto de mamá

—¿esa chatarra?

—tengo mi licencia y si voy a ir a ese aburrido lugar a la mierda de california, entonces quiero hacerlo manejando.

—¿sabes que puedo comprarte un auto, no?

—Yo quiero el viejo Volkswagen escarabajo que está empolvado en el garaje.—exigo y el se pone de pie

—insisto en que puedo comprarte algo mas nuevo que ese peligroso vejestorio

—ese vejestorio es una reliquia, arreglalo para que no sea peligroso y yo misma llamaré al tío Noah para que me deje quedarme en su casa.

—Hecho.— estrecha la mano esperando mi reacción.

Me pongo de pie y uno mi mano con la de él cerrando el trato. Me mudaré a Beacon Hills.