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Es domingo y estoy con el Tío Noah almorzando

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Es domingo y estoy con el Tío Noah almorzando. Stiles no ha aparecido en toda la mañana y no me importa demasiado.

—¿Tío Noah, puedo preguntarte algo? —digo, observando cómo corta su filete con sumo cuidado.

—Claro. —responde, con sorpresa en sus ojos.— ¿De qué se trata?

—¿Extrañas a mi mamá? —pregunto, y evidentemente lo tomo desprevenido. Casi nunca hablamos de mi difunta madre.— Es decir, seguramente la extrañas, pero... ¿hay algo que extrañes más de ella?

El Tío Noah deja el cuchillo y tenedor sobre el plato, mirándome con una mezcla de tristeza y nostalgia en sus ojos.

—Sí, claro que la extraño. Era una persona increíble. Pero, sabes, lo que más extraño son sus historias. Siempre tenía una anécdota para cada situación. Su imaginación era inagotable. A veces, siento que todavía puedo escuchar su risa, o verla contándonos una de sus historias mientras cocinaba la cena.

Sonrío ante el recuerdo. Me quedo pensando en sus palabras, tratando de imaginar a mi mamá contando una de esas historias que tanto le gustaba inventar. Me pregunto si alguna vez seré capaz de llenar ese vacío que dejó su partida.

—A veces intento hablar con Fran sobre Mamá, el vivio más tiempo con ella. Pero el parece incómodo cuando menciono el tema.—digo removiendo el pure de patatas sobre mi plato.

El Tío Noah deja su tenedor y me mira.

—Todos tenemos formas diferentes de lidiar con el dolor, Lexi.— posa su manos sobre la mia.— Quizás Fran aún no está listo para hablar de eso, o tal vez le resulte difícil revivir esos recuerdos. No podemos forzar a nadie a hablar sobre algo que les causa dolor. Pero eso no significa que no puedas recordar a tu madre y compartir tus sentimientos conmigo. Estoy aquí para ti, siempre.

Asiento, sintiendo un peso más ligero en mi corazón al saber que ahora cuento con su apoyo

—Gracias, Tío Noah. Significa mucho para mí.

La puerta se abre bruscamente y Stiles entra hecho una furia. Me mira furioso.

—¿Se puede saber por qué no respondes mis llamadas? —dice, mirándome totalmente enojado.—si llamo ¡contestas!

—Stiles, cálmate, no son formas de hablarle a tu prima. —le reprende el Tío Noah.

Aunque ahora entiendo la preocupacion de Stiles un poco más, debo decir que no fue gracias a él, sino porque Brett decidió revelarme la existencia de hombres lobo en Beacon Hills. Sé que algunos de estos... seres, acechan los bosques, el pueblo y demás, pero maldita sea, me habría gustado que Stiles fuera quien me lo hubiera contado. Puedo cuidarme sola, y no lo digo en el sentido de enfrentarme a un hombre lobo, obviamente no tendría oportunidad contra una criatura así. Sin embargo, ahora que conozco el peligro, puedo evitarlo. Pero Stiles no sabe que lo sé, y eso me hace entender un poco, solo un poco su frustración. Aunque repito, eso no justifica su actitud tan obsesiva.

ADICTIVO | Derek HaleWhere stories live. Discover now