Los latidos del corazón del ojimarrón, al contemplar aquellos ojos centelleantes, parecían acelerar su ritmo, como si cada parpadeo de Dan fuera una melodía que le hiciera perder el compás. 

Dan sintió que lo observaban, girándose en la dirección de donde provenía esa mirada, encontrandose con la mirada del campeón, sus ojos marrones, normalemente profundos, ahora estaban teñidos con tonos ámbar oscuro, reflejando el brillo del ocaso.

En ese momento, el mundo parecía detenerse, y solo existían ellos dos, perdidos en el brillo mutuo de sus miradas.

— ¿Pasa algo Min?

— Claro, es que estoy admirando la vista que tengo — dijo Changmin, provocando un sonrojo en Dan, dibujando en los rostros de ambos una sonrisa. 

El aire alrededor de ellos se cargó de electricidad, y por un instante, el silencio entre ellos parecía palpable. Era como si sus miradas estuvieran hablando un lenguaje propio, transmitiendo emociones que las palabras no podían expresar. 

Dan, finalmente, toma una respiración profunda, reuniendo coraje, y por fin... habla.

— Min, hay algo que necesito decirte — empezó a hablar Dan, captando la atención de Changmin, quien notó nervios en el más bajo de estatura, tomando la mano de este.

— Tranquilo Danny... Respira hondo... Ahora sí... ¿Qué quieres contarme?

— Es sobre lo que pasó hace rato — dijo Dan, quien posó su su mano con la intravenosa, sobre la del peleador — Me gusta alguien... Bueno... Yo... Yo estoy enamorado de alguien... Y ese alguien resulta que es... tú.

Junto con la sorpresa, el corazón del más joven se llenaba de emoción al escuchar las palabras de Dan. Sus ojos no mentían, había una genuina sinceridad en estos, al igual que un brillo cálido que lo hacía sonreír todavía más intenso.

— Al principio... No te mentiré... estaba más que confundido —continuó Dan, su voz sonaba con demasiada vulnerabilidad — Sentía que solo era una... Una especie de agradecimiento por ser una increíble persona conmigo después de pasar por tanto... Pero ahora... estoy más que seguro de que quiero estar contigo... Kim Changmin, me gustas mucho.

El corazón de Min latía como el de un colibrí, mucha rapidez, y sentía que golpeaba con fuerza su pecho, implorando una salida.

Changmin sentía que el momento era perfecto, a pesar de no ser como lo había planeado. La dulce brisa del atardecer acaricia su rostro mientras se sumerge en la mirada de Dan, llena de sinceridad y ternura.

— Bien... Kim Dan, yo... no esperaba que las cosas sucedieran así — empezó a hablar el ojimarrón, su voz a pesar de ser grave, sonaba suave y llena de emoción — Yo... tenía planeado hacerlo de una manera diferente, en un lugar especial como una feria, en una noria... o en una playa al atardecer... 

La sonrisa de Dan ilumina su rostro mientras escucha las palabras de Min, su corazón lleno de emoción y gratitud. Ha aprendido a amar la simpleza y la autenticidad que Min irradia, y en este momento, se siente más cerca de él que nunca.

— Kim Dan... Desde que te nuestra relación evolucionó de doctor-paciente a amigos, y ahora, algo más que eso, mi vida ha cambiado de maneras que nunca imaginé... Al principio, no estaba seguro de lo que sentía — continuó, su voz temblaba ligeramente por la emoción — Pero gracias a ti, he aprendido a encontrar belleza en la simpleza y la genuinidad. Y en todos estos meses, me he dado cuenta de algo muy importante...

Dan lo miró con curiosidad, una ligera sonrisa jugando en sus labios mientras escuchaba atentamente las palabras de Min.

Changmin tomó aire profundamente, reuniendo todo su coraje para lo que iba a decir a continuación.

Kim Dan, yo estoy enamorado de tí... Me gustas como no tienes idea... — confesó, sus palabras resonaban en el tranquilo jardín.

Dan sonríe, con una mezcla de asombro y ternura en sus ojos.

— Sabes, Min, desde el momento en que te escuché confesarte mientras yo estaba dormido, el día que... esos delincuentes me golpearon y cuando pasó lo de la recaída, sabía que esto que tenemos, es... mágico, intimo... Suena muy cursi pero así lo siento — admitió Dan, con una risa suave — Pero debo decir que esperaba ansiosamente el día en que me lo dijeras despierto.

Min se sorprende por un momento, luego sonríe con complicidad y vergúenza, recordando ese día.

— ¿En serio? ¿Te acuerdas de eso?.

Dan asiente con una sonrisa cálida

— Lo recuerdo claramente. Fue como un sueño, pero tus palabras resonaron en mi corazón incluso en mi sueño.

Y entonces, Dan apretó la mano de Changmin tres veces, tal como lo hizo el día que estuvo inconsciente.

Ambos se miran con una mezcla de alegría y amor, reconociendo la profundidad de sus sentimientos el uno por el otro. En ese momento, en medio del atardecer y rodeados por la belleza del jardín del hospital, se sienten más conectados que nunca. Es un momento de pura felicidad y complicidad compartida entre dos personas que se han encontrado el uno al otro en medio de la adversidad y han encontrado el amor más genuino y verdadero.

[Fanfic/AU] Espero no sea tarde (Jinx)Where stories live. Discover now