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Y así... Pasaron las semanas, son casi dos meses y medio que cada viernes, Dan asistía al hospital para las sesiones de quimioterapia, iba mostrando una mejoría lenta, paulatina y sorprendente.

Ahora Changmin, Daehyun y Yoongu comenzaron a tomar turnos cada semana para acompañar a Dan en su quimioterapia. Hablaron con el entrenador Park respecto a esto, y comprendiendo la situación de los futuros combates de Changmin y Daehyun, y próximamente Yoongu que haría su tan ansiado debut en la liga de peso pluma.

Un día , específicamente un lunes, Dan se encontraba solo en casa, preparándose para ir al gimnasio, mirándose en el espejo, y al pasar sus dedos por el cabello, notó que algo estaba cambiando. Al acomodarse el buzo rojo que Changmin le regaló, miró su reflejo en el espejo,

— ¿Qué es esto? — dijo Dan, mirándose las manos. Manos que tenían algo.

Eran mechones de su cabello castaño claro. Su cabello se estaba desvaneciendo debido a las consecuencias de la quimioterapia.

Aunque estaba mentalmente preparado para este momento, la experiencia física de perder el pelo era más impactante de lo que había anticipado.

— Entonces... Este es un efecto secundario... Ya lo veía venir — dijo Dan, bastante triste.

Con determinación, Dan decidió enfrentar el mundo exterior tal como era. Aunque se sentía vulnerable, sabía que la fortaleza residía en la aceptación y la valentía. 

Terminando de desayunar algo ligero, y tomar sus cosas, el castaño cerró la puerta de su hogar, listo para enfrentar el día y desafiante ante la adversidad. Con cada paso, llevaba consigo la certeza de que, aunque su aspecto exterior cambiara, su determinación y espíritu inquebrantable seguían siendo la esencia misma de quien era.

Mientras se dirigía al gimnasio, Dan notó una tienda de ropa en su camino. Su mirada se posó en una variedad de gorros expuestos, y decidió entrar. Con la intención de abordar su nueva realidad con un toque de color, algo ya no tan lúgubre, eligió un llamativo gorro rojo.

El acto de comprar ese gorro se convirtió en más que una simple adquisición. Era una declaración de su determinación para enfrentar la leucemia con valentía y confianza. Al ponerse el gorro rojo, Dan, mirándose en el espejo de la tienda, sentía el gorro como una especie de armadura simbólica, recordándose a sí mismo que a pesar de los desafíos físicos que esto estaba conllevando, seguía siendo fuerte y decidido. Pelearía hasta el final sin importar el desenlace que pueda presentar.

Así, con un nuevo atículo en su guardarropa, Dan continuó su camino hacia el gimnasio, llevando consigo no solo un gorro rojo, sino también un recordatorio tangible de su resiliencia y determinación ante la adversidad.

Caminando por las concurridas calles de la ciudad, el fisioterapeuta iba con un paso decidido y la mirada fija en el horizonte. A pesar de la aparente normalidad de la escena urbana, hay algo singular en su manera de andar, como si sus pasos estuviera cargado de determinación. Dan mantenía una expresión serena, pero sus ojos revelaban la lucha interna que enfrenta.

La gente pasa a su alrededor, ajena a la batalla personal que libra. El viento tocaba delicadamente su rostro, y el sol de la tarde ilumina la ciudad, pero en su caminar se percibe una sombra de introspección.

El gorro, más que un simple accesorio, se volvió un escudo que protegía su intimidad y oculta la evidencia visible de su tratamiento.

A medida que se acerca al gimnasio, su paso se vuelve más firme, como si el destino estuviera marcado por la rutina diaria que lo espera en ese lugar, donde la normalidad y la familiaridad le brindan un refugio momentáneo de sus preocupaciones.

El sonido amortiguado de los equipos de entrenamiento, golpes, barras de metal y el inconfundible olor a sudor y hierro impregnan el aire. Al mirar a su alrededor, mil y un recuerdos se reporducían como una especie de película, muchos eran momentos compartidos con sus amigos cercanos: Yoongu, Daehyun y Changmin.

Yoongu, el confidente y alma brutalmente honesta del grupo, siempre dispuesto a escuchar y brindar apoyo, a pesar de ser el más joven de todos. Daehyun, el bromista que encuentra la manera de hacer reír incluso en los momentos más difíciles, aportando ligereza a las situaciones tensas. Changmin, el amigo leal que ha estado a su lado desde el principio, ofreciendo fuerza y compañía inquebrantable.

Su amistad se había fortalecido a lo largo del tiempo, resistiendo pruebas y desafíos, maormente puestos por la posesividad de Jaekyung con Dan. 

En gimnasio era un espacio donde pueden compartir risas, sueños y el impulso constante de superarse a sí mismos. La conexión entre estos iba más allá de las paredes del gimnasio; es un vínculo indestructible que los une en cada paso de sus vidas.

A medida que Dan avanza por el pasillo, siente el calor de la camaradería y la seguridad que proviene de contar con amigos verdaderos. Abrió la puerta del gimnasio, revelando un espacio lleno de energía y determinación ante futuros peleadores, donde la amistad se mezcla con la pasión por el entrenamiento.

Dan se dió cuenta que realmente vale como una persona, ya no solo un mero objeto y herramienta. 

Él era importante.

[Fanfic/AU] Espero no sea tarde (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora