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- iré por un café, ¿Quieres uno?
- no, estoy bien, gracias
Lía asintió y caminó por el pasillo hasta entrar en el ascensor para bajar. Zack salió al rato de la habitación y se paró frente a mí.
- ¿Lía ha salido?
- ha ido por un café
- ¿Quieres uno?
- no, descuida, ve con ella
Él asintió. Se fue y me quedé allí, sola, en el pasillo. Apoyé mi espalda sobre la pared y mirando al suelo solté un ligero suspiro.
- Isa...
Esa voz me hizo dar un pequeño salto, sorprendida. Verónica venía caminando hacia mí, con ese traje formal, sus tacones y con la mirada fija hacia adelante mientras acomodaba su cabello a un lado de su cuello... cada día pienso más sobre las posibilidades de que ella no sea realmente mi madre biológica, digo, somos demasiado diferentes en muchos aspectos, ¿O será porque a mí me han criado diferente al mundo que ella ha conocido y conoce? De lo que si estoy segura, es de que lo ha intentado mucho este tiempo, se ha esmerado demasiado en recuperar mi confianza.
- no debiste venir
- no iba a dejarte sola
Me dió un corto, aunque tierno, abrazo y luego me miró mientras que con una mano acariciaba mi cabeza delicadamente.
- ¿Cómo... se encuentra?
Hablaba intentando ver a Asher por la ventana de la habitación, hasta que María la divisó y salió enseguida con nosotras.
- hola
- María... ella es... umm... Verónica
No consigo decirle mamá aún, por más de que ella desee oírlo, por más de que lo sea biológicamente... por alguna razón aún no me siento lista para llamarla así, duele un poco cuando veo su rostro de frustración al oírme llamarla por su nombre, pero yo supongo que lo comprende, porque no me ha presionado en ningún momento, y eso lo agradezco.
- es un placer
- igualmente
Y se hizo silencio, incómodo debo decir, hasta que María lo rompió tras soltar un suspiro.
- ¿Puedes quedarte un momento?
- claro, haz lo que debas tranquila
- gracias
Colocó su mano sobre mi hombro, cariñosamente, mientras sonreía. Ella se fue y yo me acerqué a la puerta para ver a Asher, él estaba con su teléfono.
- ¿Quieres que te traiga algo de la cafetería?
- no, estoy bien
- Isa... sabes que estaré aquí, ¿Verdad?
- lo sé, y te agradezco por eso
- ya no me iré nunca más, nena
Sin que pudiera negarme estaba abrazándome de nuevo, pero esta vez de una forma más... maternal, debo decir. En cuanto me soltó noté que Asher tenía su mirada puesta en nosotras.
- te dejaré un momento, ve, yo le hablaré a Patrick para decirle que he llegado bien
Se apartó, sentándose en los asientos de la sala de espera, mientras buscaba su teléfono en el bolso. Solté un pequeño suspiro. Entré a la habitación y Asher clavó su mirada sobre la mía... esos ojos tan bonitos que me habían enamorado una y otra vez, que me han dejado sin palabras al verme tan de cerca ¡Uff! Cuanto extrañaba volver a verlos.
- ¿Cómo... te encuentras?
- bien, ¿Mi madre le ha dicho que viniera? ¿Cómo se conocen?
El nudo en mi garganta se hizo más grande que cuando despertó y no me reconoció. Tragué saliva. Presioné mis labios un momento y me acerqué.
- fuimos vecinas desde mi infancia
- oh...
- umm, ¿Necesitas algo?
- no, estoy bien, gracias
Y reinó el silencio. Me senté en la silla junto a su cama, colocando mis manos sobre el regazo tímidamente.
- si eras mi vecina, hemos tenido alguna que otra conversación, ¿Verdad?
- prácticamente... nos hemos criado juntos
- ¿Y por qué no te recuerdo?
- yo... no lo sé
Noté al instante que aquello lo dije en un susurro demasiado triste. Me enderecé soltando un suspiro y lo miré.
- ¿Qué tal si comenzamos desde cero?
Me miró en silencio, como si intentara comprender a lo que me refería. Yo extendí mi mano hacia él.
- hola, soy Isabella, es un placer conocerte
Entonces sucedió, él sonrió. Fue una sonrisa tímida, pero suficiente para alegrarme por completo en mi interior. Estrechó mi mano.
- un placer Isabella, soy Asher
Y así estuvimos un momento. Nuestras miradas se encontraron en silencio, con una tímida sonrisa de por medio, sin soltarnos las manos... entonces lo comprendí, si quiero permanecer junto a él, esta era la solución, al menos por el momento... quizás recuerde todo lo que hemos pasado, quizás recuerde lo que hemos sido y lo que sentimos el uno por el otro, quizás recuerde quien soy realmente y podamos retomar todo aquello donde lo hemos dejado hace tanto tiempo ya... o quizás no me recuerde, quizás no recuerde todo aquello en nuestras vidas... pero quizás pueda enamorarse nuevamente si hago las cosas bien esta vez. Lo prometo, Asher. Haré todo diferente esta vez, no te dejaré ya nunca más, estaré en cada momento que lo necesites. Haré lo posible para enamorarte de nuevo si es necesario.
- buenas tardes
El médico interrumpió aquel momento al entrar. Era hora del chequeo de Asher para saber si ya le daba el alta o seguía internado allí. Yo miré en silencio, parada junto a ellos.
- bueno, todo está perfectamente
- ¿Ya puedo irme?
- firmaré tu alta y puedes irte, si
- umm ¿Debe seguir con reposo?
Ambos me miraron enseguida apenas hablé.
- solo que haga su rutina con mucho cuidado por el momento, sin esforzarse de más
Asentí y miré hacia Asher enseguida.
- ¿Has entendido?
Él rodeó los ojos y bufó.
- bien
El médico se retiró y volví a acercarme a él.
- más vale que te cuides
- ya tengo suficiente con mi madre
- pues ahora también me tienes a mí, y supongo que Zack te dirá lo mismo, así que no te pondrás en rebeldía, ¿No es así?
- umm no, de acuerdo, si me cuidaré
- muy bien
Le sonreí victoriosa y él suspiró profundamente. María entró a los pocos minutos, le di la noticia del médico y me retiré para dejarla con Asher. Verónica se levantó apenas me vio salir de la habitación.
- me quedaré en mi apartamento por ahora

Querido tú: (Mini Serie)Where stories live. Discover now