O6. queen and princess.

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WINE OF TEARS, OF A GODDESS.
seis: reina y princesa.

 seis: reina y princesa

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  —¿Protegerte...?

  —Exacto.

  Ambas permanecían frente a frente. Una, con una sonrisita llena de calidez, y la otra, con una expresión de confusión pura. Idénticas pero tan distintas al mismo tiempo. Una más joven que la otra. Una hija y su madre. Una reina y una princesa. Una diosa y su creación.

  —Este reino necesita de dos protectoras. No te pido asumir el rol de una diosa, sino de un fiel soldado que protege a su reina hasta el final de los tiempos. Aunque "soldado" suena feo, "princesa de las aguas y los ríos" suena más adecuado. —Especificó, aunque la expresión de la más joven no reveló cambio alguno. —Mi tierra sabrá que tú eres igual a mí, pero tan diferente al mismo tiempo. Mi otro yo, mi siguiente linaje, la que cargará el deber divino de guiar a la justicia. Aunque claro, toda princesa merece tener un nombre glorioso, ¿no crees?

  Y la diosa sonrió de costado.

  Marella no se contuvo en absoluto. Una patada fue lo que mandó a volar al mecánico, haciendo que su espalda se golpeara contra la arena. Su expresión no tenía descripción. Una mezcla de furia combinada con la sorpresa, la incredulidad y la melancolía en una mueca qué su rostro no intentaba deformar con todas sus fuerzas. Y le dio igual terminar con el puño enrojecido o recibiendo la mirada llena de diversión de Escher.

  En esos momentos, todo le daba igual.

  Excepto eso.

  Esa frase.

  —Ese título lo dejé atrás hace tiempo. No vuelva a mencionarlo jamás.

  —¿Por qué? ¿Acaso en su corazón sigue con dolor por ese día a tal punto que no eres capaz de escuchar ese noble título?

  Marella, luego de tantos años reprimiendo sus emociones y sin tener la necesidad de usar sus mañas, frunció el ceño, pero esta vez con la furia desbordante. Las palabras de Escher no se escucharon más, ni siquiera el hecho de que ahora estaba perdiendo el control de sus emociones; el mar, antes calmo, ahora se agitaba con fiereza tras sus espaldas, dejando así salir un torrente que agarró al varón por el cuello. Lo levantó, lo estrelló en una piedra, para así volverlo a llevar hacia ella, dejándolo unos cuantos centímetros sobre el suelo, en el aire.

  —V-vaya.... Para ser una princesa, usted es realmente violenta.

  La verdadera naturaleza, el origen de aquella muchacha, había sido descubierto por aquel mecánico que tanto detestaba.

  ¿Cómo no iba a actuar con violencia?

  —Me da igual si quiere buscar una manera de indagar más de mí. No lo logrará. —Advirtió la muchacha, con los puños cerrados con fuerza. —Pero algo que le pide es que jamás vuelva a mencionar sobre mi pasado a sus anchas, ¿entiende? Estoy segura que es lo suficiente inteligente como para saber que conmigo no se juega de este modo, porque acabará perdiendo. Además... ¿debería importarle lo que yo haya hecho en el pasado, lo que hago en el presente o lo que haga en el futuro? Lo dudo mucho.

MORAL OF THE STORY // scaramouche. Where stories live. Discover now