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─ ¡JAAA! PAPÁ, te viste muy gracioso. ─ Vi que estaban los dos en la piscina, estaban hablando de algo algo que no alcancé a escuchar, así que solo me empecé a burlar de mi padre. ─Callate Kei. ─ No le hice caso y miré a Jungkook quien estaba mirando hacia otro lado, sabía que estaba jodido. ─ Y tú, animal de dos patas, tienes mucho qué explicar. ─ No dijo nada, solo se sumergió en el agua, pero joder, sí, estaba enojada. No me había hablado con seriedad y eso era algo que me enojaba tanto como nada. 

Lo mire una vez más y me lance a la piscina, me sumergí y lo tomé del cabello. 

─ Escucha, Jeon. ─ Dije, saliendo del agua. ─ Tienes mucho qué explicar y no veo que empieces a darme las explicaciones, dime, necesito escucharte. ─ Jeon se acercó y mi padre lo miró con esa mirada matadora. 

─ Kei, es que yo.. ─ Hablo, pero la presencia de mi papá le estaba incomodando, lo podía notar. ─ Luego tendrán tiempo, ahora salgamos de aquí. ─ Dijo mi padre, saliendo del agua. 

Le hice caso, salí y caminé hasta la casa, Jung salió detrás de mí, estaba diciendo algunas tonterías, pero yo solo subí y me sequé. 

Entró a mi habitación para pedirme una toalla, se la di pero ni siquiera le hable. ─ Amorcito, ven. ─ Dijo en forma de broma y yo sonreí. ─ Amirciti, me la pelas Jeon, mejor callate. ─ Estaba enojada, me sentía engañada y él se tomaba todo a la ligera. ─ No tengo mucho que explicar, solo le mentí a tú papá para poder acercarme a ti, solo fue eso. Se supone que nos cansaremos para hacer un drama y poder llamar la atención. Pero en realidad, ya sabes para que me acerqué. ─ Lo mire con los brazos cruzados y con la cara enojada. ─  Ya no estés enojada. 

Me tomó y me acerco a él, tomando mi cuerpo para abrazarme, se sentía bien pero a la vez aún estaba enojada. 

─ Bésame. ─ Ordenó, bueno, por el tono de su voz sonó como una orden. ─ No quiero. ─ Me negué.  

Jeon se acercó y rodeó mi cintura, se escondió entre mi cuello y me beso allí, no podía estar enojada con él, me hacía caer fácil. ─ Eres un idiota, no quiero que mientas más. ─ Me miró una vez más y me beso ahora si en los labios, le seguí el beso con gusto. ─ Jeon, te quiero. ─ Dije, sonriendo. 

Me sentía bien con él, me daba tranquilidad, paz y felicidad. Tenía ese cariño, ese amor que tanto pedí. Y Jeon no es una persona fácil, yo tampoco lo soy, sé que tendremos miles de peleas y demás, pero supongo que de esto se trata y estoy dispuesta. 

Jeon es él hombre que soñe, es totalmente mi tipo, cabello negro, alto, musculoso. Detallista, buenos sentimientos, con dinero y.. Hace el amor de una manera impresionante. 

Totalmente, lo que me gusta. 

─Yo también te quiero, mi amor. ─ Dijo y ahora quien beso, fui yo. Ahora sí puedo decir, estoy enamorada. Bueno, más de lo que solía estar. 

Es mi primer amor, eso que tanto dicen que duele y te deja mal de por vida, yo solo espero que esto que tengo con Jeon perdure por mucho. 

─ Kei, me gustas mucho. ─ El mayor suspiro y me acarició la mejilla. ─ Jeon, prometeme que no me dejaras así cómo así. ─ Dije, ignorando por completo sus palabras. ─ El día en que yo te deje, será porque esté bajo tierra. ─ Respondió, mirando mis ojos. 

─ Uhm, te quiero decir que.. ─ Hable, alejándome un poco. ─ Te quiero decir que no me quiero casar, Uhm. ─ Jeon me miró y cambió su expresión. 

─ No me interesa, además, aún no te pregunte oficialmente, así que cállate. 

Rodee los ojos y mire toda mi habitación para ignorar a Jeon.. Note que mi habitación era apagada, todo era de color neutro. Cada una de las cosas estaban perfectamente acomodadas y no había muchas cosas en la pared. 

Tenía una que otra luz y lámparas, pero todo opaco, no me gustaba mucho la luz. 

Era totalmente una habitación perfecta para mí, aburrida tal vez, pero perfecta lo es. 

Cuando me volteé para ignorar a Jeon, quien ya estaba sin camisa y pantalones por lo mojado que estaba, él me tomó de la cintura por detrás y su amiguito se posó en mi espalda. ─ Me gusta más cuando estás enojada. ─ Dijo y suspiro en mi cuello, parecía que me quería succionar todo.

─ Uhm, bien, mejor vete a tú casa. ─ Quite sus manos y me fui directo a mi clóset, saque una pijama de encaje rosada y corta, era de tirantes y muy linda para mi, era tipo vestido con un poco de perlas, me gustaba mucho. Y qué mejor momento que usarla ahora, quería provocarlo toda la noche y dejarlo con las ganas, esa sería mi venganza perfecta, claro. 

Eso sonaba perfecto en mi cabeza, pero en realidad me generaría un problema inmenso. 

Lo mire una vez más y entre al baño, me ducho y me cambio. 

Cuando salí del baño ya él no estaba, salí de mi habitación y bajé hasta la cocina y allí estaban, mi padre, madre y Jeon; Cenando. 

─ Eres un joven lindo, desde siempre te he querido como un hijo. ─  Hablo mi madre, comiendo de su plato. ─ Hola, ¿qué hay de comer? ─ Pregunté, recostandome en la mesa para poder alcanzar una manzana, pero, justamente y por ACCIDENTE me recoste del lado en donde Jeon estaba sentado, y literalmente, le puse mi culo en la cara. 

─ Kei, siéntate, hay un poco de arroz y carne. ─ Dijo mi madre de mala gana, siempre me trataba cómo una mierda, pero nunca entendí por qué. ─ Kei, Jeon se quedará a dormir, espero y no andén por ahí haciendo quién sabe qué. ─ Habló mi padre, señalando con el tenedor. ─ Ah, sí, papá. ─ Dije de mala gana y empecé a servir mi comida, se veía rica. ─ Bueno, me retiro. ─ Dijo mamá y salió de la mesa, parecía no querer estar cerca de mi nunca. 

Me senté al lado de Joen, que hacía rato estaba callado y comiendo. 

Empecé a comer, dejando caer un poco de carne en mis muslos, empecé a subir la pijama y deje a la vista todo, claramente Jeon me miró y sonrió por lo bajo. ─ Me iré también, buenas noches.. ─ Mi papá se levantó y dio media vuelta, pero, de la nada se devolvió. ─ Y no quiero escuchar nada esta noche, no quiero matarte, Jeon. ─ Dijo para finalmente, irse. 

Termine de comer rápido y tome agua, mire a Jeon y él me miró de vuelta, estábamos callados desde que llegué. ─ Que estés enojada no quiere decir que tengas que provocar. ─ Cuando escuché sus palabras lo ignoré y me levanté de la mesa, me aseguré de que no estuviera nadie por allí y me senté sobre la mesa, abriendo mis piernas. ─ Si vas a seguir, yo también lo haré, pero ni siquiera te avisaré. ─ Jeon se levantó con fuerza y empujó la mesa, yo me baje de esta y salí corriendo hacia mi habitación, con una sonrisa de oreja a oreja. 

Probablemente me iba a morir hoy, pero me divertí. 

Entré a mi habitación y me acosté en mi cama boca abajo con mi teléfono, tenía varias llamadas pérdidas de Jimin, no quería hablar con él ahora así que no le devolví las llamadas, al contrario, lo ignoré y me puse a jugar. 

Estaba esperando a que Jeon entrará a mi habitación, sabía que lo haría, no se quedaría con las ganas. 

Mire mi culo, ese pijama no me cubría nada, se veía todo. 

La puerta sonó, y yo deje el teléfono y fingí estar dormida, acomodé mi pierna a modo de que estar en una posición deseable, sexi. 

Jeon entró, apagó la luz y se acostó a mi lado, tomando mi cintura. Parecía estar obsesionado con esta. 

─ Niña, se que estas despierta, estabas conectada al chat hace un minutos. ─ Me apretó más, y sentí su respiración en mi cuello. ─ Pero si crees que todo eso me provocó, no lo creas. Te veías tierna. 

Me voltee y lo abrace, dándole un besito. ─ Uhm, ¿me perdonas? ─ Dije con una sonrisa, tratando de manipular. ─ No, no lo haré, mejor, vamos a dormir. ─ Me abrazó y tomó una de mis cobijas para arroparse, me empezó a acariciar mi cabello, sabía que amaba las, “cosquillitas” antes de dormir.. 

Cuando era pequeña, mi padre solía hacerme cariños suavemente en mi rostro o cabeza, y para mí, se sentían como cosquillas, así que para mí, eran cosquillitas. 

─ Que lindo, aun te acuerdas de las cosquillitas. Pero yo quería cosquillitas en otro lado. 









DETRÁS DE TI. ─ K I M Donde viven las historias. Descúbrelo ahora