Cap. 9 - Inquebrantable

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"Entre sus brazos se llevó su miedo a ser rechazado por lo que era y ella se sintió segura en el lugar más peligroso"

—Eres.. eres t

—Lower, el ve...—Interrumpió Gregorio al entrar dándonos un buen susto que nos hizo palidecer—. Disculpen no sabía que ella...

—Descuida —dijo Lower pareciendo disfrutar lo gracioso que fue el salto que di—. Dime que sucede.

—El veterinario lo necesita en los establos, esta revisado a Akaila.

—Maday tengo..

—Vamos —asegure.

Así los seguí en silencio hasta los establos, donde un joven examinaba con una pantalla en un estilo de ultrasonido a Akaila mientras yo acariciaba calmando a Dantea que lucía inquieta.

Según Emiliano el veterinario, el potrillo de Akaila ya venía en camino y talvez solo faltaban unas horas para que naciera pero necesitaria ayuda en el parto.

Y luego de que Lower decidiera que hiciera todo lo necesario para ayudarla, Emiliano anuncio que iría por medicamentos a la ciudad.

—Con la dosis que administre estará tranquila, en hora y media eso es.. —miro su reloj— A las cuatro estaré aquí.

Aunque la cabaña se sentía cercana, la realidad estabamos alejados de la ciudad, la realidad... ¡LAS CUATRO!, un momento entonces qué hora es.

Mire mi celular y en efecto se supone que en unos minutos saldría de la escuela, de la cual no estaba ni cerca y tenía que regresar antes que las chicas se fueran, ni en sueño podía llegar tarde a casa, mamá sospecharía tenia los minutos contados de la escuela a la casa.

Maldita sea, como deje pasar el tiempo.

—Tengo que irme —anuncie despidiéndome rápidamente de los tres; casi corriendo salí de los establos.

En qué momento se había hecho tan tarde, porque no recordé la hora algo tan importante, y ahora como se supone que llegaría a tiempo tenía media hora para estar en casa y estoy a una o más, los números y el tiempo hoy no estaban a mi favor. Y donde se supone que estaba la parada de buses de este lugar o un taxi cerca.

Hay Lower en que momento me trajiste tan lejos.

—¡Maday! ¿adónde vas? —corría para alcanzarme.

—A casa, tengo que llegar a la parada de buses —dije preocupada sin detener mis pasos agigantados—. Mamá va a matarme es demasiado tarde tengo que llegar a tiempo a casa, más minutos más histérica estará.

—Jamás llegaras a tiempo.

—El centro de aquí no está lejos.

—La parada de buses esta sobre la carretera —maldecí a lo bajo—. Es el doble de camino, no llegaras a tiempo

—Llegare en algún momento —afirme dándome cuenta que nos alejábamos de la cabaña—. Deberías regresar a los establos.

—Ni creas que te dejare ir sola.

—Pero Akaila.

—Gregorio se encargará, papa viene para acá trae la camioneta te llevare a casa cuando llegue.

—Entonces que hago rendirme y esperar y que me corte la cabeza cuando llegue.

—No... algo se me ocurrirá.

—Mientras piensas seguiré sola.

—Ya te lo dije iré contigo.

—Entonces muévete.

Amor en otras formas  |Wolflove|Where stories live. Discover now